El grupo de presión nuclear reprocha que España no cambie su programa de cierres, al revés que otros países

El presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), Héctor Dominguis, ha criticado que España pueda ser el único país de la Unión Europea con generación nuclear que “no está revisando, ni planteándose revisar, su programa para ampliar la vida de sus reactores”, dentro de la actual crisis energética creada por Rusia.
Así se ha manifestado Dominguis con motivo de su participación en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander, sobre las perspectivas de este tipo de energía en España, y en la que también ha participado el presidente del Foro Nuclear, Ignacio Araluce.
El presidente de la SNE asegura que Francia y el Reino Unido tienen planes para levantar reactores, Holanda acaba de anunciar la construcción de dos nuevos, Bélgica ha cambiado su decisión inicial y va a mantenerlos operativos más tiempo y Alemania “se está replanteando ahora mantener los tres que tiene”.
“Europa está replanteándose el papel de la energía nuclear y España es el único país que, hoy por hoy, no se lo está replanteando”, ha señalado Dominguis, que ve “imprescindible” que España revise su estrategia energética.
LA SNE reclama que se genere un marco regulatorio que “permita la continuidad de las centrales nucleares, que son imprescindibles y que deben jugar un papel estratégico en el sistema eléctrico español”.
“Para que podamos tener un sistema eléctrico adaptado a las necesidades, con cierto grado de independencia y competitivo para la industria”.
Más presión
Por su parte el presidente del otro grupo del lobby, Foro Nuclear, Ignacio Araluce, ha indicado que el asunto de la energía “no debe ser un tema político, sino técnico” y ha negado “la lucha” entre la energía nuclear y las renovables.
“Es mentira. A nosotros nos encantan las renovables. De hecho, los propietarios de las centrales nucleares españolas son los primeros impulsores de las renovables”..
Sin embargo, ha advertido del “mix energético que se quiere dar”, ya que la energía nuclear aporta “estabilidad, continuidad y seguridad”, mientras que las renovables son “más intermitentes porque dependen de otros acondicionamientos externos”. “Pero todos valemos”, ha añadido Araluce.
También advierte que si la energía nuclear no entra en el mercado, lo hará “el más caro de todos, que ahora se queda fuera” y, por tanto, los precios serán “muy superiores” a los actuales, lo que daría como resultado un “impacto tremendo”.
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