La Junta busca nueva empresa para la mina ante la negativa de Río Narcea a continuar
El futuro de la mina Aguablanca ha sido protagonista de todas las miradas de la mano de una multitudinaria marcha minera que recorrió las calles de Badajoz este viernes, y por el acuerdo Junta-Gobierno central reunidos en Madrid para pedir juntos a la empresa que dé marcha atrás.
Mientras que trabajadores y sindicatos hacían piña en las calles, y Junta-Gobierno central unían fuerza en los despachos, la multinacional canadiense decidió hacer una nueva aparición pública. Y fue para sentenciar que el cierre no tiene marcha atrás.
En un comunicado por la tarde argumentó Río Narcea que el cierre viene causado por la “inviabilidad de la explotación en subterráneo de Aguablanca” ante la continua bajada del precio de los metales, “que hubiera generado pérdidas por valor de más de 100 millones de euros”.
Añade que no cesa en su esfuerzo por encontrar el camino de entendimiento con los representantes de los 163 trabajadores directos afectados por el ERE (el resto trabaja para contratas), cuyo proceso de negociación finaliza el próximo 12 de marzo, “sin que exista posibilidad alguna de ampliación según la legislación vigente”.
“Prueba de este afán por avanzar es la propuesta” es que en este momento Río Narcea Recursos ha puesto encima de la mesa, que garantiza una indemnización para los trabajadores de 30 días por año trabajado y supone un significativo avance frente a la oferta anterior. “Una muestra más de la buena fe con la que Rio Narcea está actuando ha sido la solicitud de un mediador que garantice la transparencia y ayude a ambas partes a alcanzar un acuerdo”.
Las puertas abiertas a otra empresa
Momentos antes de que la filial de la multinacional Lundin Mining lanzara este comunicado tajante, la Junta daba a conocer tras la reunión con el ministro Soria una de las posibles salidas que puede tener esta crisis si finalmente echa el cerrojo. El ministro Soria y Guillermo Fernández Vara habían acordado exigir juntos a la empresa que reconsidere el cierre de la explotación.
Así, paralelamente a las negociaciones con la empresa se van a iniciar contactos con otras empresas del sector que operen cerca de la mina, que pudieran estar interesadas en adquirir los derechos de explotación. Vara advirtió que en la comarca hay una sensación de “profundo engaño”, por lo que “hay que plantear las cosas con rigor y afrontarlas directo y al grano”.
Argumenta la Junta que la empresa había manifestado que el desplome sufrido por los precios del níquel y el cobre durante los últimos meses, hasta situarse casi en mínimos históricos y sin perspectivas de mejora, hacía inviable a la compañía continuar con la explotación, situando las pérdidas entre 50 y 106 millones de euros, “datos que se contradicen claramente con los que refleja el estudio encargado por la Junta de Extremadura”.
Un “contrainforme”
De hecho el Ejecutivo regional está elaborando un “contrainforme” sobre las posibilidades de continuidad de la explotación minera, cuya viabilidad ha defendido, y que presentarán a Río Narcea en la reunión del día 7.
La intención es que a este encuentro también acuda la Junta de Andalucía, dado que la plantilla cuenta con trabajadores andaluces y parte de la mina se encuentra en territorio andaluz, ha indicado el presidente.
También participará el Gobierno andaluz en los contactos que mantendrán la próxima semana con otras empresas del sector, “empezando por las más cercanas”.
Durante la reunión de este viernes, Fernández Vara ha trasladado al ministro la situación de la zona y el sentimiento de “profundo engaño” que hay entre los trabajadores que, según ha explicado, desde septiembre están consumiendo su prestación por desempleo bajo la promesa de que volverían a sus puestos de trabajo en abril.
Este sábado se ha anunciado por parte de Fernández Vara que la semana que viene, junto a la presidenta de Andalucía Susana Díaz, visitarán a los mineros.
