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La ley de caza, confusa y en la cuerda floja

Jabalí muerto durante una montería // Twitter: @cazadicto

Esmeralda Torres

El fin de semana pasado se inauguró la temporada cinegética en Extremadura. Según la Orden General de Vedas 2015/2016, lo hicieron las monterías, batidas y ganchos el sábado, día 10, seguidas de caza menor general, liebre, migratoria becada, zorro, sueltas y perdiz de salto o en mano, el lunes 12.

A pesar de tratarse de periodos de práctica legislada, el portavoz de Ecologistas Extremadura, Pablo Ramos, cree que existen muchas excepciones. Algunas de ellas, según cuenta, es la caza de zorros en madriguera en los meses de primavera y verano - ejercicio que según la orden debería concluir el 24 de abril- o el rececho de venado en berrea.

Para ello, explica que los cazadores se escudan en la documentación que les permite llevar un arma en el coche para poder salir “a dar tiros al campo de forma furtiva” y, por tanto, cazar más allá del período establecido por la ley.

Este documento es similar al precinto que facilitan para cazar ciervos de rececho. Ramos cuenta que muchos cazadores, después de transportar al ciervo cazado a su casa, le quitan el precinto y vuelven a salir al campo a por otro.

Según comenta, esta diligencia no tiene dificultad ninguna ante la escasez de agentes que vigilan la actividad cinegética. El ecologista asegura que hay una media de cuatro agentes patrullando hasta 12 términos municipales, “algo inviable” que sucede “porque la Administración no tiene interés en vigilarlo”.

Por contra el presidente de la Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza), José María Gallardo, sostiene que la actividad cinegética está “excesivamente regulada” y que la Orden General de Vedas se cumple a la perfección. Gallardo dice que las únicas cacerías que se llevan a cabo fuera de los períodos legales son cuando existe un daño agrícola o ganadero en el monte justificado por un parte técnico que se presenta en la Junta de Extremadura y ésta autoriza la actividad cinegética a modo de excepción. “Son casos muy concretos y están respaldados por un informe”.

Posibles modificaciones a los planes de conservación

El DOE nº 178 de 15/09/2015 sometía a información pública algunas posibles modificaciones al Plan de Recuperación del águila imperial ibérica y los Planes de Conservación del Hábitat del águila perdicera y del buitre negro en Extremadura. En caso de su aprobación, estos programas prohibirían totalmente la actividad cinegética en la región del 1 de febrero al 15 de septiembre.

Fedexcaza asegura que esta prohibición supondría un perjuicio para la economía y el desarrollo rural por lo que ha presentado una serie de alegaciones a estos proyectos. Gallardo explica que, ante la ochentena de parejas reproductoras de águilas perdiceras e imperiales, los cazadores entienden las limitaciones en ese contexto, pero no con el buitre negro presente con unas 900 parejas.

Además, el presidente alerta de que “se alarga el período de conservación, de cría y recuperación, con sus respectivas consecuencias para el monte”. Un hecho que Ecologistas Extremaduras interpretan de forma positiva. “Los cazadores no se dan cuenta de que será mejor dejar descansar a las especies”.

Estas modificaciones serán propuestas en el Consejo Asesor de Medio Ambiente en desconocimiento de los plazos estimados para su aceptación o rechazo, con la ventura de que “si se dan prisa, puede afectar a esta temporada”, vaticina Gallardo.

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