Seguir desde Navalmoral con el tren averiado fue una decisión “bienintencionada” pero que resultó “desacertada”
Renfe creará una Dirección de Auditoría de Operaciones para analizar y emitir informes de forma independiente sobre el cumplimiento de los protocolos en caso de incidentes “reseñables”, y revisará los procedimientos y establecerá nuevos protocolos para informar a los afectados y a la sociedad.
En una carta que ha remitido a los empleados, y en la que hace referencia a las recientes incidencias en la línea de Extremadura, el presidente de Renfe, Isaías Táboas, ha explicado que esta nueva Dirección de Auditoría se creará fuera de la estructura de las sociedades de Viajeros y de Mercancías.
“El primer día del año 2019 no empezó con buen pie para 163 viajeros que transportaba Renfe en la línea de Extremadura”, ha reconocido el presidente de la operadora, que se ha referido a una reiteración de incidencias y a una “decisión bienintencionada que resultó desacertada” sobre cómo gestionar la incidencia del tren en Navalmoral de la Mata.
Tras este nuevo incidente que trastocó “las razonables expectativas de nuestros clientes”, se deben investigar los hechos, sacar conclusiones e informar a los ciudadanos, ha indicado. Para ello, se están recopilando y analizando todos los hechos para conocerlos e informar a las autoridades y a la sociedad.
En su carta a los trabajadores, Táboas ha denunciado las “políticas de austeridad” que se han sucedido durante “muchos años” con “escasas” inversiones en infraestructuras para Cercanías y Media Distancia -las que benefician a la mayoría de la sociedad-, así como la falta de inversión en nuevo material y la “descapitalización” técnica y humana de la plantilla.
Siete años sin comprar trenes
En este sentido, ha subrayado que se ha puesto en marcha la compra de nuevos trenes para los servicios de Cercanías y Media Distancia en los que se invertirán 3.000 millones, “algo que se debería haber comenzado a hacer hace años”, ha incidido, ya que “desde 2011 no se ha contratado, ni se ha recibido, ni un solo tren nuevo para este tipo de servicio”.
La nueva dirección de auditoría de operaciones, además de estudiar el cumplimiento por parte de todos los involucrados de los protocolos establecidos en casos de incidentes significativos, podrá proponer la mejora de los protocolos existentes y la creación de otros nuevos si se considera necesario.
Asimismo, Renfe va a revisar los procedimientos, especialmente durante las incidencias, y establecer nuevos protocolos para garantizar una información más rápida a los afectados y a la sociedad.
Tras cerrar 2018 con más de 500 millones de viajeros utilizando casi 2 millones de trenes, el presidente de Renfe se ha marcado como objetivo mejorar, aprender de los errores y aceptar “con humildad” la crítica.
Además, se ha referido a la próxima liberalización de los servicios de viajeros en 2020, al reto de la disrupción tecnológica o al nuevo convenio colectivo para los próximos 2 años firmado con el Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (Semaf), UGT y CCOO.
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