Una asociación pide a Badajoz que reconozca la figura de Alfonso IX de León
La Asociación Cívica Ciudad de Badajoz ha solicitado que Badajoz impulse un reconocimiento a la figura de Alfonso IX de León, rey que hace 785 años entró en la ciudad para conseguir sus llaves de manos de los musulmanes.
El 19 de marzo de 1230, este rey y sus huestes provocaron que la ciudad pasara de su etapa islámica a la que hoy se mantiene y, por tanto, esta asociación entiende que la capital pacense tiene una deuda histórica con este personaje y con el periodo histórico en el cual vivió.
Este período permitió con el paso de los siglos a Badajoz ser una ciudad “abierta”, enmarcada en una cultura y sociedad profundamente europeas, afirma esta sociedad en un comunicado.
Sin embargo, se lamentan de que pese a su enorme importancia y relevancia, Alfonso IX sólo tiene una pequeña calle formada por apenas un par de casas junto al Parque de La Picuriña, lo que consideran un muy escaso reconocimiento para una figura tan decisiva.
Esta falta de reconocimiento es para esta asociación “un claro ejemplo sintomático” de la apatía que el Ayuntamiento de Badajoz tiene “por la mayoría de las figuras históricas de la ciudad en particular y de la historia en general”.
Por este motivo, la asociación propone que se salde la deuda de la ciudad con el monarca y que se le dedique una avenida, paseo, parque o calle principal, independientemente de un futuro monumento.
Así, propone que los actuales paseos por el río Guadiana en su margen izquierda, recién inaugurados, sean denominados Paseos de Alfonso IX de León, dándoles el realce que sí tienen la avenida Reina Sofía o el Puente Real con los cuales enlazan.
Añaden que denominarlos como Paseos de Alfonso IX de León no conllevaría prácticamente ningún trastorno administrativo de cambio de calles y usuarios y sí les daría más realce al fomentar las señas de identidad de la ciudad.
Igualmente, la asociación también propone que “de una vez por todas” se oficialice como bandera de la ciudad el pendón que Alfonso IX entregó a Badajoz tras su reconquista, una de las enseñas más antiguas de la Península pero aún en el olvido.