Ecologistas Extremadura denuncia el lucro de las empresas cinegéticas en Monfragüe
Ecologistas Extremadura ha criticado que con la excusa de unas controvertidas acciones de control se permita un “lucro desorbitado” a determinadas empresas cinegéticas dentro del Parque Nacional de Monfragüe y en lugares de acceso prohibido al público.
La asociación conservacionista ha defendido en una nota que esta explotación se podría hacer perfectamente fuera del parque, sin poner en peligro la fauna protegida “que intenta refugiarse dentro de Monfragüe”.
Ha denunciado que el pasado fin de semana se desarrolló una acción de control tipo montería en el paraje denominado La Madroña, dentro de la finca La Parrilla de Serrejón, en la que se soltaron decenas de perros y se mataron más de un centenar de animales, entre ellos unas 60 ciervas y 6 venados. Lamenta que es “una más entre las muchas monterías” que se celebran en terrenos del Parque Nacional de Monfragüe estos meses.
Las cifras
Los ecologistas advierten que lo que se paga por los puestos (unos 300 euros) y los precios altos de la carne de cierva (200 euros por cierva) “están creando un negocio de lo que supuestamente es una acción de control”.
“Pese a este beneficio sería mucho más rentable no cazar dentro del Parque Nacional y obtener más ingresos por turismo, si los visitantes pudieran observar con más facilidad la fauna, como ocurre en los lugares donde no se caza durante años al disminuir la distancia de huida”, ha apuntado.
La organización ecologista ha pedido que se aclare si estas empresas declaran fiscalmente los beneficios obtenidos en las acciones de control tipo montería. Lamenta que unas 60 crías de ciervo han podido quedar huérfanas, “lo que genera un problema más de los muchos que generan estas acciones dentro del Parque Nacional”.
Ecologistas Extremadura ha puesto en duda la utilidad de las cacerías “después de tantos años realizándose” y esperan que este sea el último año que se celebren “y no sólo por la afección a los ciervos, sino especialmente por el efecto negativo de estos perros sueltos por un Parque Nacional previsiblemente atacando también a especies protegidas”. “Estas monterías dificultan el asentamiento de especies como el lince o el lobo ibérico que podrían ser la solución para regular adecuadamente las poblaciones de ungulados en un Parque Nacional”.