Familiares de los dos extremeños fallecidos en el Yak-42 lamentan la actitud del ministro Catalá
Familiares de los dos soldados extremeños fallecidos en el accidente del Yak-42 han lamentado que el ministro de Justicia, Rafael Catalá, dijera que ni el Gobierno ni el exministro de Defensa Federico Trillo deben pedir perdón al no haber quedado acreditada su responsabilidad en el mismo.
Entre los 62 militares fallecidos había dos extremeños, Feliciano Vagas, natural de Moraleja; y Javier Nieto, de Montehermoso. Un informe del Consejo de Estado que asegura que el Gobierno no advirtió de los riesgos que tenía el vuelo y ahora consideran que las declaraciones de los representantes del Ejecutivo central son “el colmo del ninguneo”.
Así lo ha trasladado la hermana del soldado Feliciano Vegas, cuyos restos mortales fueron mal identificados. De hecho, sus verdaderos restos fueron entregados a la familia un año y ocho meses después del accidente.
En declaraciones a Cana Extemadura Radio, ha pedido que el Gobierno asuma su responsabilidad con el cese de Trillo para el ejercicio de la función pública. “No es solo un elemento simbólico, sino un acto respuesta a la incompetencia que este hombre ha demostrado a lo largo de todos los acontecimientos”.
La otra reclamación, que el Gobierno pida perdón “por todo el daño, toda la humillación, por todo el desprecio que ha demostrado” hacia las familias y las perdonas que fallecieron.
El padre de Juan José Nieto, el otro soldado extremeño muerto en el accidente aéreo, ha afirmado que “se siguen riendo de nosotros” y ha criticado a Catalá por la falta de sensibilidad hacia las familias de los fallecidos. Piensa que los responsables políticos “siguen escondidos por ahí” para “evitar decir la verdad”.“Lo hicieron todo mal”.
Yolanda Vegas ha adelantado que sus padres están este martes presentes en la reunión que mantienen los familiares con la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal.
El Consejo entiende que el procedimiento exigía al Estado la obligación de comprobar e inspeccionar la actividad de sus contratistas y más en actividades de riesgo. “Y no se hizo, por lo que la humillación continúa y el desprecio de la Administración también”.