Garantizando un futuro para nuestra juventud
En Extremadura tenemos un 66% de desempleo juvenil, somos la segunda región en este dudoso honor. Sabemos que no es ninguna novedad, pero un dato así no puede dejar de escandalizarnos cada día.
Gracias al Consejo de la Juventud de Extremadura, tuvimos la oportunidad de acercarnos a lo que es la Garantía Juvenil a mediados de noviembre de 2014 con la participación de jóvenes y representantes de la administración de la ciudad de Kajaani, Finlandia. Este modelo lleva años funcionando en este país y es un éxito en como contribuye a acompañar a la juventud en su transición a una vida adulta emancipada. Puede que una parte de su éxito sea la metodología de trabajo a la hora de detectar las necesidades, en entrevistas individuales y aportar soluciones según lo que la persona, esa persona única e irrepetible necesita: orientación formativa, soporte emocional o apoyo para encontrar trabajo o emprender.
Puede parecer un esfuerzo desmedido, sobre todo desde el plano económico, y sin embargo cuando uno mira a su alrededor y le pone nombre y apellidos a ese “66 % de jóvenes sin futuro” pasa a ser una necesidad imperiosa. Ciertamente que para quienes creemos que la Renta Básica universal es una apuesta económicamente razonable consideramos que al implementarla, una primera parte, la de la desesperación económica desaparecería. Sin embargo, cualquiera que sepa algo del ser humano y nuestras necesidades emocionales, sabrá que un poco de dinero no va a solucionar el no tener un proyecto vital, un adecuado acceso a la formación, a la cultura y a la posibilidad de construir un camino que haga realidad nuestros sueños.
Por eso, con o sin Renta Básica, la Garantía Juvenil ayudaría a lograr el objetivo de devolver a las personas jóvenes la ilusión de vivir, aportando no solo recursos económicos sino también mostrándoles que la sociedad no les da la espalda y que son parte de un proyecto común.
Una cosa que nos sorprendió fue saber que desde Europa se considera que debe ponerse en marcha el protocolo de la Garantía Juvenil, cuando la joven lleva cuatro meses sin estudiar y sin trabajar, porque a los seis meses comienza a deteriorarse la autoestima. Y miramos a nuestro alrededor y no dejamos de ver a chicas y chicos que llevan años, en plural, sin hacer una cosa, ni la otra.
Desde el Consejo de la Juventud hablan de convertir la Garantía Juvenil en un derecho, lo que nos permitiría reclamarlo desde una base legal. También nos proponen establecer un Pacto Civil, donde no solo la administración se comprometa con la tarea de Garantizar un apoyo incondicional a nuestra juventud, sino la sociedad civil en su conjunto: universidad, tercer sector y por supuesto, tejido empresarial.
Sabemos que dinero hay, ya que la UE ha dotado con 1887 millones de euros para el periodo 2014-2020 al estado español, y con fecha 29 de abril fue publicada la propuesta de la Comisión Europea que está dirigida a aumentar la cantidad de prefinanciación para la asignación del FSE de la Iniciativa Europea de Empleo Juvenil del 1-1,5% al 30%. El aumento permitirá facilitar a los Estados miembros establecer rápidamente proyectos en sus regiones, y siendo Extremadura la segunda en el ranking de desempleo juvenil, estamos seguras de que nos toca una buena parte del reparto, pero lo que nos preocupa es ¿qué hará con esa cantidad el Gobierno que salga elgido en las urnas el próximo 24 de mayo?.
Lo que sí sabemos es que hoy en Extremadura las reuniones previas no son persona a persona... Ya empezamos mal.
Carmen Ibarlucea Rosa Martínez
Adelante Extremadura Co-portavoz de Equo