Un incendio calcina la talla de un Cristo y parte de la cubierta de la iglesia de Cabeza del Buey
Un incendio declarado en la tarde de este viernes en la iglesia de Cabeza del Buey ha calcinado la talla de un Cristo y parte de la cubierta del templo.
Una vela encendida parece que haber sido el origen del incendio ocurrido en la Iglesia de Nuestra Señora de Armentera, por el que fueron atendidas seis personas, entre ellas un bombero.
Según ha informado la Diputación de Badajoz el fuego se originó sobre las 15:45 horas de este viernes en la capilla del Sagrario, provocado por la vela que se tiene encendida donde está el Santísimo, y se propagó por el retablo, consumiendo toda la capilla.
Por convección, atravesó la linterna de la bóveda y se pasó a la cubierta que había sido restaurada en el año 2010. La cubierta era de acero con los vanos de madera y sobre ésta iba la teja árabe.
Los daños en el interior de la parroquia, aparte de la capilla descrita y de la cubierta, no han sido cuantiosos, pero sí se han visto afectadas por el humo una treintena de imágenes para el culto que estaban en el interior de la iglesia y que fueron sacadas por los vecinos, incluida la patrona, la Virgen de Belén.
Aunque habitualmente está en el santuario, la Virgen se encontraba en la parroquia, pues estos días se celebraban actos con motivo del 50 aniversario de la coronación, unos actos que han sido cancelados, informa la Agencia Efe.
Un Cristo calcinado
No corrió la misma suerte la imagen del Cristo del Perdón, que sale en procesión el Viernes Santo, obra del prestigioso imaginero sevillano, Antonio Castillo Lastrucci, y que databa de los años 40, tras la Guerra Civil. Estaba en la capilla donde se originó el fuego y una vez que llegaron los bomberos ya no se pudo hacer nada por esta talla que quedó calcinada.
Este Cristo fue restaurado en el año 2002 por Juan José Minaya, natural del Valle de la Serena y licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, en la especialidad de Conservación y Restauración de Bienes Culturales.
El artista está trabajando este sábado en la restauración y limpieza de las imágenes que se sacaron de la iglesia y se trasladaron al Ayuntamiento, y este viernes estuvo asesorando a los bomberos del valor artístico de las pinturas existentes dentro del templo.
Trabajos de los bomberos
Un total de ocho efectivos de los parques de bomberos de Castuera y Don Benito, dependientes del Consorcio para la Prevención y Extinción de Incendios (CPEI) de la Diputación de Badajoz, más el suboficial y el jefe de parque de Castuera, participaron en la extinción del incendio.
En concreto se movilizaron cinco camiones de bomberos, un turismo y el camión escala del parque Don Benito-Villanueva, que resultó crucial para terminar de sofocar el fuego en torno a las nueve de la noche, cuando ya se estaban realizando labores de refresco.
No obstante, hasta la llegada de la escala, los bomberos estuvieron utilizando una cesta del Ayuntamiento, con la que avanzaron bastante en las labores de extinción. La rápida intervención de los bomberos hizo que el incendio se cogiera a tiempo, movilizándose de forma adecuada y eficiente los efectivos del CPEI, que además contaron con la ayuda inestimable de numerosos vecinos y de bomberos voluntarios de la asociación existente en Cabeza del Buey.
Estos bomberos voluntarios, de hecho, se quedaron en alerta y sofocaron un pequeño foco que se originó esta madrugada en la propia parroquia.
El jefe del parque de bomberos de Castuera, Juan Díaz, ha indicado que la llegada al lugar quizás fue el momento más crítico “porque estábamos ante un fuego en una parroquia, por donde no sabíamos por dónde acceder y de la que teníamos que tener en cuenta su antigüedad y el estado de las estructuras con el paso del tiempo”.
No obstante, una vez inspeccionado el edificio, pudieron atacar el fuego por tres accesos. Asesorado por el restaurador acerca de las pinturas y el patrimonio artístico existente dentro del templo, tuvo claro cómo actuar en este caso. “Le dije a mis compañeros que echaran poca agua para evitar que se cayera la bóveda, a base ráfagas de agua pulverizadas, y así pudiéramos ir conteniendo los gases gastando poca agua, a la vez que enfriábamos”, ha explicado.
Díaz ha apuntado que lo importante es que no hay que lamentar daños personales de consideración, aunque un bombero compañero suyo que tuvo que ser derivado al hospital de Don Benito-Villanueva, ya que presentaba poco oxígeno en la sangre. Éste ya ha recibido el alta.
Según ha dicho, por las características del edificio, éste ha sido uno de los incendios más singulares en los que ha intervenido. “Ha habido otros más complejos, sin duda, pero el hecho de que se tratara de una iglesia, que hizo que muchos de los vecinos estuvieron al lado nuestro llorando, lo hizo especial y emotivo”, ha mencionado.
Además del bombero, cinco personas fueron atendidas y dadas de alta in situ, la mayoría por inhalación de humo, aunque también se asistió a una niña de 11 años por una crisis de ansiedad y a un joven de 34 años que sufrió una quemadura de primer grado en el brazo, según datos del Centro de Urgencias 112 Extremadura.