Prohibir Vs educar
Tras el anuncio del Ayuntamiento de Mérida prohibir la entrada de animales a los parques infantiles nuestra primera emoción ha sido de tristeza. Comprendemos que la higiene es importante, pero consideramos que los afectos y las responsabilidades son indispensables para el normal desarrollo de la vida.
En este momento en el que la ciudadanía está cada vez más concienciada sobre el cuidado, los derechos de los animales y las normas de convivencia, nosotras pensamos que campañas que inciden sobre la necesidad de tomar en serio la vacunación y desparasitación de nuestros compañeros de vida.
Nos preguntamos esas familias, esas niñas y niños que estas navidades han adoptado un animal, en algunas de las protectoras emeritenses, que lo han llevado a su casa, que lo cuidan, que lo bañan, como van a comprender, que un compañero de vida no es apto para ser un compañero de juego en el parque.
En 2016 se organizó en Bélgica el European Forum Better with Pets (mejor con mascotas) donde se reunió a expertos en salud y bienestar para compartir sus conclusiones sobre el lugar que los animales de compañía deben ocupar en nuestra sociedad. El profesor Daniel Mills, autoridad internacional en comportamiento, cognición y bienestar animal, y el Dr. Adam Miklosi, etólogo y fundador de Family Dog Project, hablaron sobre el comportamiento y las emociones de los perros, y sobre como nuestra relación con ellos influye en nuestro propio bienestar.
La Dra. Claire Guest, Cofundadora y Directora de Medical detection Dogs, programas de detección de cáncer, explicó su programa de entrenamiento de perros para detectar con el olfato enfermedades como el cáncer o ayudar en casos de diabetes, epilepsia o narcolepsia. La periodista Clare Balding compartió la experiencia de algunos colegios de Gran Bretaña que están permitiendo a su alumnado acudir en compañía de sus animales: “He visto lo que los perros pueden conseguir en la convivencia en las aulas.
Por eso he asumido el compromiso de persuadir a más y más escuelas que permitan perros en las aula. Los niños responden al sentido de responsabilidad que implica el cuidado de los animales, y espero que si han crecido con perros a su alrededor, una vez que comiencen a trabajar, también se extienda la práctica de tener oficinas aptas para mascotas“
La presencia de perros y gatos y nuestra interacción con ellos produce beneficios para la salud como reducir el estrés, la agresividad, la soledad y mejorar la autoestima.
Pero también mejora nuestra salud física. Un estudio realizado por el Instituto Karolinska y la Universidad de Uppsala (Suecia) y publicado en la revista JAMA Pediatrics, ha dado como resultado que la relación con perros o animales de granja reduce el riesgo de asma en la infancia en un 13%, los animales de granja reducen el riesgo en un 52%. Esto es debido a que la exposición a “grandes y diversas cantidades de microorganismos y endotoxinas tiene el potencial de influir en el riesgo de asma y en las enfermedades infecciosas.
Con la misma inversión económica con la que se van a realizar los paneles informativos para la prohibición de la entrada de animales de compañía a los parques, podría el Ayuntamiento realizar una campaña de sensibilización y responsabilidad a la hora de la tenencia de animales y la necesaria higiene en los espacios públicos para la convivencia. Ya que educando en valores, se lograrán unos mejores resultados a largo plazo que con prohibiciones.
Si la tendencia es cada vez mayor, a tener espacios “amigos de los animales”, incluyéndoles en medios de transportes, restaurantes, playas, hoteles, hospitales y otros espacios de uso común, no encontramos sentido a este anuncio de sacarles de los espacios infantiles, que es donde las y los pequeños se forman y maduran en los valores del respeto y la responsabilidad.
Es cierto que no a todas las personas le agradan los animales, de hecho, quienes firmamos este artículo, no tenemos en común esta pasión. Sin embargo, es una tendencia social que se incrementa el considerar que un animal es tu familia.
Acabamos este artículo mostrando nuestra firme convicción de que una ciudad es una casa común, que desde nuestras instituciones tenemos que cuidar a través de campañas de concienciación, reglamentos reguladores, todo esto acompañado de un urbanismo sostenible (que es mucho más que edificios y calles) y políticas que promuevan la integración y la convivencia, conseguiremos al fin, demostrar, que las ciudades son para las personas en toda su complejidad.