La región supera por primera vez los tres millones de pernoctaciones turísticas
Los mejores datos de la historia, desde que se tienen estadísticas fiables hace tres décadas. Así son los números de la industria turística regional al filo del cierre del ejercicio 2016, que con datos oficiales disponibles hasta 30 de noviembre mejoraban en todos los parámetros: número de viajeros, pernoctaciones que han realizado, estancia media en los alojamientos, y gasto por persona.
Al final de esos once primeros meses del año habían llegado a la región para alojarse en sus establecimientos un total de 1.602.902 personas, un 5,15% más que en el mismo período del año anterior, y muy cerca del dato total de ese 2015 que fue de 1.624.794.
Con toda seguridad, avanza el director general de Turismo Francisco Martín Simón, cuando lleguen los datos de diciembre –procedentes del Instituto Nacional de Estadística a final de enero- significará rebasar las cifras totales de 2016, ya que diciembre es un mes que se mueve en el entorno de los 100.000 viajeros (lo es todo turista que paga una noche de alojamiento).
Mejores todavía son los números del las pernoctaciones ya que a 30 de noviembre iban contabilizadas 2.977.645, un 7,82% más que en el mismo período de 2015; y teniendo en cuenta que diciembre se mueve en el terreno de las 180.000 pernoctaciones, se puede dar por hecho que se superarán en 2016 y con creces los tres millones de noche pagadas en alojamientos.
Y es que en esa medida, pernoctaciones, que es la que más cuenta económicamente, los primeros once meses de 2016 ya habían superado la suma de los doce de 2015, año este último que cerró con 2.943.374.
“Son datos históricos”, celebra el director general de Turismo. “Y se han conseguido gracias al esfuerzo de todos; empresarios, ayuntamientos, diputaciones, grupos de acción local, agencias, camping, balnearios, y con la política de la Dirección General de Turismo”.
Todo dentro además de un contexto de “recuperación de los precios” en la industria turística que según dijo la semana pasada el presidente de la Junta, Fernández Vara, y cita su director de Turismo, ha registrado un aumento del 7,9% en el gasto de los visitantes.
Estancia media
Siempre con datos cerrados a 30 de noviembre, y que no van a verse mermados por un diciembre que siempre es momento de viajar, la estancia media por persona en los alojamientos extremeños ha sido de 1,86 noches, “con lo que rozamos el objetivo compartido con el sector de las dos noches”.
Una tasa esa última que ya se alcanza en segmentos de alojamiento como el turismo rural en verano, con más de tres noches incluyendo los campings.
Extranjeros
En los 11 primeros meses del año las pernoctaciones de viajeros de otros países han sumado 393.043, superan por tanto un 4,8% las de enero-noviembre de 2015 según los datos de Dirección General de Turismo que habían sido 375.038.
El peso de los visitantes extranjeros dentro del total también habría aumentado, desde el 13,10% hasta el 15,35%.
Inconvenientes
Francisco Martín, responsable autonómico de la gestión turística, resalta que estos logros colectivos del sector llegan con hándicaps importantes como es el de las malas comunicaciones en transporte público.
“La buena accesibilidad es el cimiento del negocio turístico”, señala, “y nosotros tenemos muy malas comunicaciones, prácticamente solo en coche”.
“El destino puede ser espectacular, pero si es inaccesible…”. Cuando cada vez son más frecuentes las escapadas cortas, o el fraccionamiento de las vacaciones, el tiempo en llegar a ese destino es decisivo, y en ese aspecto “en Extremadura estamos trabajando casi a pico y pala porque frente a competidores como Castilla y León, que tiene 145 AVE diarios, qué podemos hacer cuando en ir en tren de Madrid a Badajoz se tarda casi lo mismo que en avión Nueva York-Madrid”.
Así que el tren de altas prestaciones, y una alta velocidad electrificada “no es una petición, es una exigencia para que todos podamos tener las mismas herramientas con que competir, es una cuestión de cohesión social, territorial y económica del país”.
Para la industria turística extremeña habrá “un antes y un después”, vaticina Martín, cuando se consiga el tren de altas prestaciones.