Euforia contenida en el PP ante el inminente cierre de las urnas electorales en Extremadura. Los primeros comicios desde que estallaran los escándalos judiciales que afectan al PSOE y al Gobierno servirán para marcar el impacto de los casos que protagonizan Santos Cerdán y José Luis Ábalos. Los datos de participación y las encuestas de los últimos días anticipan un desplome del PSOE. En el PP se han marcado como objetivo para este 21D superar el 40% de voto, obtener 30 diputados o más y ver un desplome del PSOE con 10 puntos menos de voto.
De producirse este escenario, aseguran fuentes de la dirección nacional del PP, la dependencia de Vox que tendría María Guardiola sería menor que en 2023, ya que, sostienen, podría bastarle con una abstención de la extrema derecha para retener la presidencia de la Junta. Y lo trasladan al ámbito estatal y a Pedro Sánchez: “La derrota no es de [Miguel Ángel] Gallardo, es del PSOE. La responsabilidad es de la persona que le colocó”.
En el equipo de Feijóo apuntan a que un gran triunfo esta noche implicaría que dos de los históricos graneros de voto socialista, Andalucía y Extremadura, estarían controlados con holgura por el PP. “¿Si no aguantan Extremadura, dónde van a aguantar?”, se preguntan en el PP. “¿A qué confían la remontada?”, concluyen.
Informa Aitor Riveiro