Feijóo reconoce el riesgo de que el PP pierda el Gobierno de Castilla y León en las elecciones del domingo

El Partido Popular ha entrado en modo alerta respecto a las elecciones de este domingo en Castilla y León. Les preocupan las encuestas, la fortaleza de la extrema derecha y que el Partido Socialista no retrocede. Y el temor se extiende entre los barones. Este viernes el gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha reconocido que el riesgo de perder el Gobierno en esa comunidad existe: “Si alguien quiere que gobierne el PP, la única solución es coger una papeleta del PP. Cualquier otra papeleta pone en riesgo el Gobierno del PP en Castilla y León”. “Lo demás son comentarios y tertulias”, añadió.

“Lo real e indiscutible es que si usted quiere que el PP sea el presidente del Gobierno, no pida el voto para otro partido; si usted quiere que haya estabilidad política en Castilla y León, mande un mensaje de estabilidad en las urnas”, afirmó el presidente de la Xunta, informa Europa Press.

Feijóo ha señalado que “el PP tiene que gobernar con los votos que salgan de las urnas”. “Y nuestro objetivo es ganar las elecciones, primer asunto; segundo asunto, ganar con la mayoría suficiente para poder gobernar, lo ha dicho el presidente (Alfonso Fernández) Mañueco y es él a quien le corresponde dirigir, en el caso de que gane, que espero que sí, su gobierno”, agregó Feijóo al ser preguntado por un eventual pacto con Vox.

El mandatario gallego, que este viernes participa en el cierre de campaña, destacó que Mañueco es “un político previsible” y ha dicho “claramente” que quiere gobernar “con un pacto que salga directamente de las urnas”. “Y solo hay dos posibilidades: o gobierna el PP (sin especificar con o sin pactos), o gobierna el PSOE con los populistas y otros socios minoritarios que aparezcan por ahí”, subrayó. Ni una palabra sobre la relación con Vox en caso de que Mañueco necesite sus escaños para continuar en la presidencia.

El miedo a una derrota en las urnas ha incluso modificado el discurso de Alberto Núñez Feijóo. Si hace solo cuatro días aseguraba que la cita en Castilla y León tendría “transcendencia para la política nacional”, dos días después se desdecía y se refugiaba en que “Pablo Casado no se presenta a las elecciones”.