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La Xunta perpetúa con un contrato millonario las prestaciones sanitarias en Vigo a través de entidades privadas

Gonzalo Cortizo

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El Gobierno de Alberto Núñez Feijóo está a punto de cerrar un acuerdo marco con una inversión millonaria para que los hospitales privados del área sanitaria de Vigo cubran la “insuficiencia” que la administración reconoce en un área que da cobertura a más de medio millón de ciudadanos. La Xunta prevé un gasto de 16,5 millones de euros hasta final de 2023, que se elevaría hasta los 49,5 millones, una vez contabilizadas las prórrogas previstas en el pliego. La industria privada de la sanidad se consolida como indispensable para la Xunta en la primera ciudad de Galicia.

El nuevo contrato viene a complementar un sistema que en Vigo se apoya desde hace décadas sobre las empresas privadas a las que el Sergas deriva de manera habitual buena parte de sus pacientes. El ejemplo paradigmático es el Hospital Povisa, propiedad de Ribera Salud y ubicado en el centro de la ciudad, atiende en concierto con la administración entre 130 y 140 mil pacientes de la población con tarjeta sanitaria pública. Para encontrar un ejemplo parecido al de Povisa en Vigo hay que ir a modelos como el que la Comunidad de Madrid impulsa con la Clínica Jiménez Díaz, en donde los pacientes con tarjeta sanitaria son atendidos sin saber muchas veces que la gestión de sus dolencias está al 100% en manos de una empresa privada.

Povisa aglutina el 70% de la actividad concertada del Sergas y su posición de dominio puede verse ahora incrementada con el nuevo concurso al que, según fuentes del sector, han presentado ofertas con descuentos del 25% por debajo de las tarifas de licitación, que ya suponían una caída de precios cercana al 17% sobre el concierto anterior.

Paliar las listas de espera

El Gobierno de Feijóo quiere ahora que la privada adquiera responsabilidades para paliar listas de espera y atender urgencias que los centros 100% públicos no son capaces de asumir. Además de los servicios que ofrece Povisa, otros hospitales como Vithas o Concheiro, o clínicas que no están acreditadas por el Sergas son invitados a atender la llamada del Gobierno de la Xunta para cubrir los agujeros del sistema público. Sobre la mesa, el Gobierno gallego ha puesto 50 millones de euros.

En el informe justificativo de la nueva contratación, la Xunta reconoce su incapacidad para prestar con medios propios los servicios públicos de atención sanitaria en esa zona de Galicia y reconoce “la imposibilidad de que los servicios públicos se puedan prestar esa atención con los recursos con los que cuenta en la actualidad”. El área sanitaria que rodea a la ciudad olívica atiende a 566.352 ciudadanos con tarjeta sanitaria individual, pertenecientes a un total de 26 ayuntamientos.

En el equipo de Feijóo le quitan hierro a la inversión prevista. Un portavoz de la consellería de Sanidade asegura a elDiario.es que “la cuantía de gasto se mantiene por debajo de los presupuestos de 2009”, los últimos aprobados por el gobierno bipartito de PSOE y BNG. Según las mismas fuentes, el acuerdo cumple el mandato del parlamento que obliga a mantener el gasto en la privada “por debajo del 5% del total del Servizo Galego de Saúde”.

El plan del Gobierno gallego del PP se divide en seis lotes, uno de los cuales incluye, por primera vez, la derivación de urgencias a hospitales privados. La Xunta aclara que esas derivaciones solo se corresponden con tratamientos concretos como “cirugías maxilofaciales o de la mano”.

El expediente de contratación fue aprobado por el Consello de la Xunta en su reunión del pasado 14 de octubre. La referencia de aquella reunión, publicada en la web del Gobierno gallego, omitió todas las referencias al plan de gasto. De aquel día, el departamento de sanidad solo informó de dos asuntos: un acuerdo de protección sanitaria con los ayuntamientos por tres millones de euros y otro que marcaba en inicio de la tramitación de un decreto, aún por escribir, sobre formación sanitaria. Sobre la nueva inversión millonaria en la sanidad privada, ni una palabra.

Protestas del sector

Mientras el contrato se gestiona, la sanidad pública gallega ha iniciado una serie de protestas denunciando las carencias estructurales en el sistema público. El pasado fin de semana miles de personas se echaron a la calle para protestar por el mal funcionamiento de la Atención Primaria.

Sumado a lo anterior, los responsables de urgencias en A Coruña y Pontevedra hablan de colapso en los servicios. Frente a esto, la Xunta de Feijóo mantiene la práctica habitual en sus gobiernos y que el breve paso de la izquierda por la Xunta no pudo corregir: lo agujeros del sistema público se cubren gracias al negocio millonario de la sanidad privada.