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La Xunta ahorró en personal de residencias de mayores no cubriendo ausencias por bajas y vacaciones

Actividad en una residencia de mayores de O Carballiño

David Lombao

Los paquetes de recortes aprobados por el Gobierno de Mariano Rajoy en diciembre de 2011 y julio de 2012 impactaron directamente en la atención a las personas que viven en residencias de mayores en Galicia. Es una de las conclusiones del informe en el que el Consello de Contas -equivalente gallego al Tribunal de Cuentas- acaba de evaluar la inversión del Gobierno gallego en “atención residencial a personas mayores y dependientes”, un trabajo fiscalizador que abarca los años más intensos de la recesión económica y en el que queda demostrado que una de las vías de ahorro en gastos de personal fue no cubrir ausencias por vacaciones o bajas.

El documento, que Contas acaba de entregar al Parlamento de Galicia, refleja el “importante descenso del volumen de gasto de personal” en 2011 y 2012, los de los recortes más intensos. En apenas dos años se pasó de un presupuesto de 56,05 millones de euros a 42,72, más de 13 millones de tijeretazo que en el año 2015, en el que finaliza el análisis, todavía no habían sido recuperados. Las causas de esta disminución de gastos son “diversas”, según el Consello, que cita entre ellas los dos reales decretos de recortes del Gobierno de España: el primero, recuerda, congeló las retribuciones para 2012 y el segundo “estableció una serie de medidas de reducción” como la “supresión de una paga extraordinaria, la reducción de los días de libre disposición, supresión de días adicionales por antigüedad, limitación del tiempo retribuido para realizar funciones sindicales” y “modificación del régimen retributivo” durante las bajas.

La Xunta, recuerda Contas, se apoyó en esta medida del Gobierno central para “suspender la aplicación del convenio colectivo” de este personal “en lo referido a la compensación como descanso adicional del 75% del tiempo” trabajado en domingos y festivos. Pero además, resalta, “la reducción de los gastos de personal fue posible por la no cobertura de vacaciones, licencias y permisos”, esencialmente al no realizar “contrataciones temporales” para sustituir al personal temporalmente ausente. A pesar de a las dificultades encontradas por el Consello para obtener los datos -“la Consellería no dispone de un sistema informático normalizado para la gestión del personal de las residencias”, destaca-, el informe sí es capaz de identificar varias situaciones en las que “el servicio se prestó con menos personal”.

Sustituciones “en contadas excepciones”

Entre las ausencias no cubiertas el Consello apunta a las bajas médicas, que “con carácter general solo se sustituyen cuando son de media o larga duración o cuando se trata de bajas por maternidad, paternidad, lactancia o riesgo en el embarazo”. Lo mismo sucede con los “permisos por asuntos particulares y tiempo de compensación por exceso de jornada”, que solo son cubiertas en “contadas excepciones”. “Tampoco -destaca- se sustituyeron íntegramente las vacaciones anuales” del personal “o los permisos por enfermedad grave de un familiar”.

Incluso con las mencionadas limitaciones informáticas el Consello de Contas ha podido traducir a números estos defectos en diez residencias ubicadas en Vigo, A Estrada, Barbadás, O Carballiño, Ferrol, Oleiros, dos en Lugo y otras dos en Santiago durante el año 2014. El estudio llega a la conclusión de que casi un tercio de los días de permisos y vacaciones del personal ATS/DUE y Enfermería en los centros analizados (7.796 de 21.260) no fueron cubiertos y lo mismo sucedió con casi una décima parte de los días por incapacidad temporal (2.226 de 20.256 días). Según Cuentas, este total de 10.022 días de vacaciones, permisos y bajas no sustituidos en un solo año en estas diez residencias “equivaldrían, al menos, a las jornadas anuales de 6,86 ATS/DUE y 39,98 auxiliares de enfermería/gerocultura a lo largo del año 2014”.

De este modo, la Administración dejó de contratar casi 50 personas en un solo año que habrían evitado que el servicio en estas residencias se viese resentido. Y esto, siempre según el informe, “determinó que el servico se prestó con menos presencias de personal que las previstas en las carteleras de turnos para la adecuada prestación del servicio”. “También -evidencia- contribuyó en gran medida a reducir el volumen de los gastos de personal”.

Más personal en la atención 100% pública

A pesar de estas carencias el informe del Consello de Cuentas deja también otra conclusión en lo referido a la atención a personas dependientes -las residencias de mayores también atienden personas consideradas autónomas, que no necesitan ayuda para diversas actividades de su vida cotidiana-. Tras analizar los centros que suman casi el 60% de las plazas 100% públicas de atención residencial a personas dependientes y contrastarlo con las residencias que gestionan entidades privadas “con concesión o concierto”, la conclusión es que las ratios de personal son mayores cuando el servicio es totalmente público.

Así, la ratio de atención directa es de 0,48 trabajadores por residente en los centros de gestión directa -prácticamente una persona para cada dos residentes-, mientras que en los centros de atención privatizada el índice queda en el 0,39, lo que implica que la tendencia es de una para cada tres. Ambas cifras, advierte el informe, son en realidad menores por la no cobertura de bajas o vacaciones. En cualquier caso, concluye Contas, “esta diferencia en la ratio” entre centros de gestión directa e indirecta “puede repercutir en la calidad del servicio” y “también en la valoración otorgada por residentes y familiares a la calidad del servicio asistencial”.

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