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Decepción en el 'paraíso': Formentera cierra la temporada turística con vertidos náuticos, más fiestas ilegales y precios altos

La playa de Ses Illetes, en Formentera.

Esther Cabezas

Formentera —
21 de septiembre de 2022 22:59 h

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A pesar de las buenas expectativas que se tenían para la temporada de 2022 en Formentera, la primera isla que se abrió al turismo después de la pandemia por sus buenos datos en la incidencia de COVID, la ocupación este año no ha sido como se esperaba, según apuntan los datos macro ofrecidos por la aplicación Microsoft Power BI en los que el Consell de la isla se basa para conocer estos niveles de ocupación, a falta del balance definitivo que se dará a conocer por parte de la máxima institución insular a lo largo del mes de octubre y que estarán incluidos en el Observatorio de Datos de Formentera.

La Asociación Hotelera de la isla está de acuerdo con estas conclusiones, pero puntualiza que el motivo de estas inesperadas cifras es que el Consell no ha hecho “bien” las cosas, ya que las “malas noticias” han sido una de las causas principales para “que una temporada que se presuponía que iba a ser espectacular, por los buenos datos del año pasado, se haya desinflado tanto en su inicio como en el mes de septiembre, que no está yendo como esperábamos”, asegura Juanma Costa, presidente de los hoteleros formenterenses, en conversación con elDiario.es.

El empresario comenta que una serie de circunstancias desfavorables “con las que se abrió la temporada en el mes de abril hicieron que los turistas que vinieron en Semana Santa no se fueran satisfechos, lo que provocó un efecto muy negativo en la ocupación, que no se recuperó hasta los meses de julio y agosto”. En concreto, los titulares de los negocios hoteleros de la pitiusa del sur apuntan a varios problemas que se dieron en este comienzo de la temporada, entre los que se encuentra la adjudicación de los chiringuitos de playa, que cada cuatro o seis años renuevan su titularidad.

El conflicto de los chiringuitos

Costa asegura que el Consell no actuó correctamente y “vendió estos establecimientos, que venían explotándose por empresas familiares de la isla durante mucho tiempo, algunas desde hacía 40 años, al mejor postor”, dándose la situación de que empresas foráneas estuvieron a punto de hacerse con la concesión de este negocio dejando a un lado a empresas residentes y creándose un gran revuelo que desembocó en un conflicto que hizo que las playas se quedarán hasta el mes de junio sin este servicio tan demandado por los que visitan la isla.

El asunto desató una fuerte oposición por parte de la ciudadanía, que llegó a manifestarse y vio una deriva hacia la perdida de identidad de la oferta turística de la isla, estando a punto, incluso, de desembocar en un serio conflicto entre los socios de la coalición de gobierno que forman Gent per Formentera y PSOE. Lo mismo pasó, según la Asociación Hotelera, con la adjudicación de las hamacas, cuya implantación se demoró hasta bien entrada la temporada.

Finalmente, el conflicto de la adjudicación de las concesiones de los chiringuitos se resolvió por parte del Consell con una “carambola legal por la que la Administración cambió las reglas del juego”, según declaraban dos de las empresas aspirantes a las concesiones al Periódico de Eivissa y Formentera, que presentaron un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Balears por la decisión de los equipos jurídicos del Consell, que derivaron en la prorroga de las concesiones hasta 2023, a la espera de que los tribunales decidan sobre los diferentes litigios aún en marcha.

Otro de los motivos que apuntan desde la Asociación Hotelera es la falta de limpieza y la demora en la retirada de los restos de posidonia marina que ocupan gran parte de las playas durante la temporada baja y que, según Costa, “ha dado muy mala imagen, lo que ha repercutido en la bajada de ocupación”. Los hoteleros aseguran que esta mala imagen ha afectado en el desarrollo de esta temporada, pero también puede influir a las reservas que se hagan de cara al año que viene y, anticipan, que en la reunión que se tiene prevista con el Consell para finales de temporada se van a poner todos estos temas sobre la mesa para intentar evitar en la medida de los posible que en 2023 se den las mismas circunstancias y el turismo se resienta.

Sin embargo, el departamento de Promoción Turística del Consell de Formentera no está de acuerdo con muchas de las afirmaciones de los titulares de los establecimientos hoteleros de la isla. En referencia al problema de la adjudicación de los quioscos de playa, el Consell, en todo momento, aseguró que la adjudicación se hacía respetando la legalidad y la libre concurrencia. El equipo de gobierno insiste en argumentar que la ley no contempla el hecho de ser residente para acceder a la titularidad de los chiringuitos.

En concreto, Carlos Bernús, jefe de Promoción Turística del Consell, ha asegurado a elDiario.es que no es cierto que la única variable para la concesión de estas licencias temporales fueran las económicas: “Son varios puntos los que están en las bases técnicas, en la línea de lo que estamos ofreciendo como destino turístico. Se tienen en cuenta las construcciones con materiales reciclables o que plus ofreces, además de los puntos básicos que se requieren, como, por ejemplo, mecanismos para generar luz de forma ecológica… y aquí es donde hay propuestas súper innovadoras, según los técnicos que deben valorarlo. Si lo haces bien, y te presentas, tienes oportunidades de entrar en este concurso publico; si lo haces con 4 hojas y una grapa es posible que te quedes fuera”.

Bernús insiste en que “son licitaciones públicas y hay que saber presentarse a las mismas, lo raro es que haya algunas de ellas que hayan repetido durante 30 o 45 años, como les ha pasado a algunas. Cada 4 años o 6 años tienen que cambiar de manos, en aras de conseguir un mejor servicio. Algunos repetirán y otros no, realmente estas noticias son titulares de prensa sensacionalista. En lo que se está trabajando es en hacerlo cada vez mejor y por eso tienen que renovarse las concesiones”.

Los altos precios, en el punto de mira

Asimismo, desde el Consell se insiste en que ha sido una temporada buena, pero que los turistas han decidido realizar estancias más cortas de lo que era habitual: “Si antes venían por semanas, ahora hemos detectado que es más habitual que se reserven estancias de miércoles o jueves a domingo, en momentos puntuales. Ha sido una temporada buena, aunque atípica por este motivo. Ha habido estancias largas en establecimientos que han mantenido el precio prepandemia o los que han aplicado la subida del IPC o una variación mínima razonable. Cuando ha habido subidas grandes o cosas no controlables a nivel macro o precios más caros que en otros veranos eso es lo que ha hecho que la gente haya recortado estancias”. Bernús explica también que el cambio constante de paradigma por la meteorología cambiante o según el mercado nacional ha hecho también que se reduzcan los tiempos de estancia.

“Lo que hemos visto en las encuestas que realizamos, y que es una muestra valida, es que el turista está muy fidelizado y que valora muy positivamente el destino, que ya ha venido antes y que tiene intención de volver”, añade. Además, según el Departamento de Promoción, los visitantes valoran muy positivamente proyectos de la máxima institución insular como el Formentera.eco, que limita la capacidad de carga de los vehículos de combustión que pueden entrar en la isla cada día. Y en esto está de acuerdo la Asociación hotelera, que asegura que el perfil del turista que visita Formentera, con un poder adquisitivo medio-alto y “con inquietudes medioambientales, muy respetuoso con el entorno”, es debido a la labor que se ha desarrollado durante años de promoción y cambio del modelo turístico de la isla, aunque, según Juan Manuel Costa, “tenemos que seguir en esa línea y no cometer los fallos de este año”.

Lo que parece no concordar con este visitante ecológicamente responsable es el problema que se ha dado este mes de agosto y que ha provocado el cierre de la playa de es Pujol por el vertido de sentinas de los barcos al mar. En este sentido, el Consell asegura que muchos de los turistas que acuden en sus barcos “se venden como amantes del mar, pero lo que en realidad son es amantes de Instagram que utilizan nuestras aguas turquesas para hacerse la foto y decir que han estado aquí, pero no respetan el medio. Ahí hay que ser muy cautos”. El jefe de Promoción reclama que se ponga de una vez en marcha por parte del Govern el proyecto de regulación de fondeos “que está parado hace más de 10 años”. “Supongo que porque no pasa en la bahía de Palma y entonces no existe. Lo raro es que no está pasando más”, puntualiza.

Muchos turistas se venden como amantes del mar, pero lo que en realidad son es amantes de Instagram que utilizan nuestras aguas turquesas para hacerse la foto y decir que han estado aquí, pero no respetan el medio. Ahí hay que ser muy cautos

Carlos Bernús Jefe de Promoción Turística del Consell de Formentera

Bernús recuerda que el puerto de La Savina ofrece un servicio totalmente gratuito de limpieza de sentinas, “que lo utilizan un 0,5% o un 1% de los barcos que están en nuestra costa y tampoco se los ve alejarse como marca la normativa para vaciar sus desechos orgánicos. Por lo tanto, amantes del mar lo justo”. Desde el Consell se insiste en que se hace necesaria con urgencia empezar a trabajar en un proyecto como el Formentera.eco para limitar la capacidad de carga del mar en la línea de la regulación de la construcción “que se da desde hace décadas” y la restricción de la entrada de vehículos de motor en temporada alta, “para solucionar cuanto antes este problema”.

Asimismo, tanto la Federación Hotelera como la máxima institución insular rechazan de plano la supuesta apropiación ilegal de algunos tramos de playa por negocios que se han implantado este año en la isla como parte de su oferta turística. Según un articulo de opinión publicado en el diario elpuntavui.cat, el establecimiento del grupo Pachá que se encuentra en la playa de Mijorn estaría utilizando con exclusividad un tramo de playa para celebrar sus eventos. Las dos entidades aseguran que no tienen constancia de que esto esté sucediendo y que si esto llegará a producirse la ley actuaría contundentemente.

¿Falta de ocio nocturno?

Por otro lado, tampoco hay consenso en lo que se refiere a la oferta de ocio nocturno que ofrece Formentera. La Asociación Hotelera asegura que las opciones en este sentido no son suficientes y aunque “en ningún caso se trata de una oferta de club como la que se da en la isla de Eivissa, ya que no queremos este tipo de turista”, aseguran, “sí tendría que haber una oferta suficiente para que el turista pudiera disfrutar después de la cena de unas copas distendidamente”.

Esta falta de opciones es lo que ha hecho, según los hoteleros, que se haya detectado un aumento de fiestas ilegales en playas, tal y como podemos comprobar en diferentes noticias de la prensa pitiusa a lo largo del verano, y que según la patronal hotelera se deben a una normativa muy estricta por parte del Consell y a los mayores deseos de esparcimiento por parte de los visitantes debido a las restricciones de la pasada pandemia.

No está de acuerdo con estas afirmaciones el jefe de promoción del Consell, que asegura que todos los años estos intentos de fiestas ilegales tienen lugar y que inmediatamente son abortados por las fuerzas de seguridad: “Ha habido gente que, por los precios o porque se vienen arriba, han hecho concentraciones en playas, pero se desmantelan inmediatamente, se penaliza a quien las organiza y estamos muy encima. Creo que hay oferta hasta bien avanzada la madrugada y no porque unos cuantos decidan que el ocio nocturno es lo que les va a sacar de pobres, cuando no lo son, vamos a desvirtuar el modelo turístico de Formentera”.

El jefe de promoción asegura que todas las temporadas pasa lo mismo, pero que tanto los medios como las instituciones se tienen que mostrar muy cautos porque la isla “sigue teniendo a gente muy respetuosa con sus playas y su naturaleza que viene a disfrutarla y no por los establecimientos que haya, que obviamente dan un valor añadido, pero no es por lo que vienen los turistas”. “Gracias a todo el trabajo que se ha hecho en Formentera y la altura de miras para no convertirnos como otros destinos mediterráneos durante 45 años es por lo que podemos ofrecer este tipo de opciones y no convertirnos en otro sky line”, añade.

Bernús comenta que la oferta de ocio nocturno es suficiente: “Siempre ha sido la misma oferta, la gente que viene a Formentera no viene a Eivissa, es un perfil totalmente distinto. Puede haber intereses particulares de algunos que buscan el ocio nocturno, pero no hay que generalizar. Ha habido oferta, bares, restaurantes, hemos dado licencias para que se pudiera abrir más tiempo”. No obstante, según informaciones aparecidas en el Diario de Eivissa, establecimientos emblemáticos de la restauración y la cultura de Formentera como Blue Bar han decidido cerrar sus puertas al ocio nocturno.

Su titular declaró al rotativo que el tipo de turista que acudía a su establecimiento no era el esperado y prefería cerrar. Sin embargo, desde el Consell se asegura que, aunque a nivel informativo esta noticia pueda ser sorprendente, “lo único que ha hecho es reducir dos horas, lo que no significa que dejen de dar su servicio de bar, ni actividades como conciertos o dj's. Es una decisión particular que hay que entender porque a lo mejor han sobrepasado el aforo y no se puede achacar al tipo de turismo. Nos parece alarmante porque cada uno gestiona los aforos que puede atender de una manera digna, que es muy particular”.

En lo que se refiere a la oferta cultural y musical, el Consell de Formentera puntualiza que se realizan actividades como ‘Música en las Plazas’ tres o cuatro veces por semana de forma gratuita durante toda la temporada, de mayo hasta el mes de octubre. “Es una oferta acorde a la estrategia turística y al modelo turístico consensuado por las patronales, los partidos políticos y también por la Federación Hotelera”, añade la institución insular.

Tampoco se ponen de acuerdo ambas instancias respecto a la oferta de ocio familiar. Los hoteleros aseguran que no hay oferta de este tipo, sin embargo, el Consell pone de manifiesto que esto no es un hándicap “porque hay excursiones en bicicleta, salidas a caballo, temas de ornitología, que está dirigido a todo tipo de publico y, sobre todo, al turismo familiar”. Además, se han desarrollado gincanas familiares a lo largo de todo el territorio para que se descubra la isla, “enfocados siempre en la forma de entender de los más pequeños de la familia”. “No sé si los hoteleros desconocen esto o desconocen lo que pasa en la isla”, afirma Bernús. Además, también se puede realizar una ruta fotográfica dirigida a todos los públicos, asegura.

Resultados muy similares en 2022 y 2019

En concreto, según los datos publicados por la Federación Hotelera de Eivissa y Formentera, la FEHIB, la pequeña de las Pitiüses tuvo en el mes de mayo de este año un 45,88% de promedio de ocupación, cifras que contrastan con el 30,49% del 2021, debido a las restricciones que todavía existían por motivo de la pandemia de la COVID-19, a pesar de los buenos indicadores que se registraban en esos momentos. En lo que se refiere al mes de junio, la ocupación en 2022 ha sido del 77,43%, subiendo en los meses de julio y agosto al 85,88% y el 92,64%, respectivamente. En 2021, los datos no funcionaron tan bien y en junio el promedio subía respecto a mayo al 53,30% y en los meses de julio y agosto al 71,44% y el 83,62, en cada uno de ellos, también por debajo de las cifras de 2022.

En total, en 2022 se ha registrado un promedio de ocupación del 74,78%, un 25,13% más que el año anterior con una diferencia de puntos de 15,02. Estos datos arrojan un incremento tanto a nivel global como de cada periodo, pero no cumplen las expectativas de plena ocupación que los diferentes agentes implicados auguraban al principio de temporada. Además, están por debajo de las cifras de la isla de Eivissa, que registraba de mayo a agosto una ocupación del 85,62%, con un 37,42% más que en 2021.

Si comparamos estos datos con 2019, año prepandemia, en 2021 se produjo una caída del 17,9% respecto aquel periodo en el que se registraba un 77,17% de promedio en las estancias hoteleras, según la FEHIB.

Sin embargo, las cifras no son muy diferentes si comparamos este porcentaje de 2019 con el 74,78% del año en curso. Por meses, las cifras entre 2019 y 2022 se asemejan, aunque esta temporada se han llegado a alcanzar o superar los datos de aquel año, tal y como se esperaba. En mayo de 2019 se registraba una ocupación hotelera del 48%, frente al 45,88% de este curso. En junio del año prepandemia se dio un 79,91% y en 2022 se ha ocupado el 77,43% de la planta hotelera.

En referencia a los meses centrales de julio y agosto, el 2019 arrojó unos datos del 83,79% y el 90,85%, en cada uno, en comparación al 85,88% y el 92,64% actuales. Los datos de septiembre en 2019 fueron de 83,61% de promedio de ocupación, también en descenso como, según la Asociación Hotelera de Formentera, está sucediendo este año. En Eivissa, por su parte, en 2019 se registraban unas cifras totales del 86,88%, con una caída en las estancias del 26,8% respecto a 2019.

Por lo tanto, y ateniéndonos a las cifras, parece ser que las de 2022 no difieren mucho respecto al número de estancias hoteleras en 2019, pero no se han cumplido las expectativas de la Administración y los sectores hoteleros de plena ocupación, si bien la comparativa entre los años 2021 y 2022 por motivos de las restricciones pandémicas son notables.

Por su parte, el gerente de la FEHIB, Manuel Sendino, ha asegurado a elDiario.es, en la misma línea del Consell y de la Asociación Hotelera de Formentera, que para los hoteles de la isla la temporada se puede calificar de “buena, aunque no se han dado las cifras que se han registrado en Eivissa”.

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