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Partidos tradicionales resisten el envite de los independientes en Panamá en las elecciones presidenciales

Partidos tradicionales resisten el envite de los independientes en Panamá.

EFE

María M.Mur —

Los dos grandes partidos políticos de Panamá han sacado músculo en las elecciones celebradas el domingo y han logrado resistir el envite de los candidatos independientes, que han registrado un ascenso histórico. 

El ganador virtual y candidato del socialdemócrata Partido Revolucionario Democrático (PRD), Laurentino 'Nito' Cortizo, y el aspirante del liberal Cambio Democrático (CD), Rómulo Roux, han seducido a más del 64% de los votantes en unos comicios mucho más reñidos de lo esperado que se pueden interpretar como un pulso entre partidos tradicionales y nuevos.

Cortizo, un exministro con discurso nacionalista, ha obtenido la victoria con un estrecho margen de apenas 40.000 votos, y ha hecho un llamamiento a la unidad de todos en el país para llevar adelante la lucha anticorrupción y el relanzamiento de la economía que ha prometido en su campaña electoral.

Los tres candidatos independientes a la silla presidencial han sumado más de 450.000 votos --de un padrón de 2,7 millones de electores--, pero solo uno de ellos, el abogado Ricardo Lombana, ha conseguido hacer historia y colarse en la tercera posición con más del 19,2% de los sufragios, muy por encima del oficialista José Blandón (10,4%).

“Los partidos han demostrado su habilidad para jalar votos, pero el porcentaje de Lombana es inédito y le convierte en una figura importante en el tablero político del país”, ha asegurado a Efe el decano adjunto de la Facultad de Artes, Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de Mellersville, en Pensilvania (EEUU), Orlando Pérez.

Los otros dos candidatos por la libre postulación, la ex fiscal general Ana Matilde Gómez y el exdiputado Marco Ameglio, han quedado muy rezagados con apenas el 4,8% y el 0,59% de los votos, respectivamente. 

En las elecciones presidenciales de 2014, las primeras en las que se permitieron candidaturas independientes, apenas superaron el 2% de los votos, frente al 25% conseguido este año.

“Se ha marcado un hito importante en estas elecciones porque las tres primeras posiciones estaban reservadas hasta ahora a los partidos políticos”, ha indicado a Efe el exsecretario de Comunicación del gobierno saliente y actual director en Panamá de la consultora Llorente y Cuenca, Manuel Domínguez.

“Los votantes han lanzado un mensaje a los partidos políticos: siguen siendo un instrumento importantísimo, pero hay un reclamo para que se modernicen”, ha agregado Domínguez, quien considera que con este resultado Panamá se suma a la “tendencia mundial” de castigar a los partidos.

El éxito de Lombana, según los expertos, radica en una agresiva campaña en redes sociales y en un potente discurso contra la corrupción y el sistema tradicional de partidos, que ha calado principalmente entre la gente joven y la población urbana.

Los sobornos de la brasileña Odebrecht y los papeles de Panamá son los escándalos que más repercusión han tenido en el extranjero, pero los panameños también se han estremecido en los últimos años con las supuestas corruptelas de la administración del expresidente Ricardo Martinelli o el despilfarro de fondos de los diputados.

Para la directora de la sede panameña ONG Transparencia Internacional, Olga de Obaldía, el voto joven ha sido determinante en estas elecciones porque son “los que más enfadados están con la corrupción”.

“Los jóvenes no tienen lealtad a los partidos, sino a las causas. Existe la sensación general de que el modelo de los partidos políticos no están realizando su rol democrático”, ha interpretado Obaldía.

La irrupción del movimiento independiente también se ha hecho notar en el Parlamento. Además de presidente, los panameños han escogido el domingo a 71 nuevos diputados y los resultados preliminares apuntan a que al menos cuatro de ellos no estarán afiliados a ningún partido político.

“El reto para el próximo presidente es enfrentarse a un panorama político que no está dividido, como en muchos otros países, entre izquierda y derecha, sino entre partidos tradicionales y outsiders”, ha indicado a Efe el politólogo e investigador del Centro de Iniciativas Democráticas de Panamá (CIDEM), Juan Diego Alvarado.

De los 2,7 millones de panameños que llamados a las urnas el domingo, 1,3 están afiliados a partidos políticos, según datos del Tribunal Electoral. Si los independientes no han conseguido aún más votos, según los expertos, es porque la maquinaria electoral de los partidos tradicionales es demasiado potente y las formaciones tradicionales panameñas son muy “clientelistas”.

“Si no se cambian las reglas del juego es difícil que un independiente llegue a la presidencia, pero sin duda estos llegaron para quedarse”, ha concluido Pérez, de la Universidad de Mellersville.

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