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Bruselas reparte entre los migrantes y los países de acogida la responsabilidad de la integración e inclusión

Migrantes descalzos en el Muelle de Arguineguín.

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
24 de noviembre de 2020 16:08 h

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Unos 34 millones de habitantes de la UE han nacido fuera de la UE (alrededor del 8% de la población de la UE), y el 10% de los jóvenes (de 15 a 34 años) nacidos en la UE tienen al menos un progenitor nacido en el extranjero. Los migrantes y los ciudadanos de la UE de origen migrante “a menudo se enfrentan a desafíos en términos de discriminación y desigualdad en la educación, el empleo, la atención médica y la vivienda”, reconoce la Comisión Europea: “Aprender una nueva cultura, idioma y normas sociales también son desafíos a los que se enfrentan los recién llegados al integrarse en las sociedades y los mercados laborales europeos”. Y añade: “Las personas de origen migrante pueden estar particularmente expuestas al coronavirus debido a una mayor incidencia de pobreza, condiciones de vivienda superpobladas y trabajos en los que el distanciamiento físico es difícil”.

“La inclusión es un derecho y un deber”, ha dicho el vicepresidente de la Comisión Europea de Modo de Vida Europeo, Margaritis Schinas: “La inclusión es la encarnación del estilo de vida europeo. Las políticas de integración e inclusión son vitales para los recién llegados, para las comunidades locales, y contribuyen a sociedades cohesionadas y economías fuertes. Todos los que tienen derecho a estar en Europa deberían tener acceso a las herramientas que necesitan para desarrollar todo su potencial y asumir los derechos y obligaciones que rigen nuestra Unión”.

“No hay un automatismo entre migración y extremismo, hay que reconocer que hay riesgos de que organizaciones extremistas usen a los vulnerables y exploten el vacío en las estructuras comunitarias. Nuestro trabajo es que nadie esté excluido”, ha dicho Schinas.

En este contexto, la Comisión Europea ha presentado este martes un plan para la integración e inclusión de migrantes para el período 2021-2027. El plan, según el Ejecutivo comunitario, se basa en el principio de que “la integración inclusiva requiere esfuerzos tanto de la persona como de la comunidad de acogida. Empoderar tanto a las personas de origen migrante como a las comunidades de acogida para que participen activamente en el proceso de integración es esencial para lograr una integración sostenible y exitosa”.

Así, “el plan de acción apoyará a las comunidades locales en el desarrollo de la capacidad de las autoridades locales y regionales para involucrar a las comunidades en los programas de integración; la financiación de proyectos para promover acciones de voluntariado co-diseñadas por personas de origen migrante y comunidades de acogida; y promover programas de mentores y amistades entre las comunidades locales y los recién llegados. Un reconocimiento a la integración en escuelas, comunidades locales, organizaciones artísticas y culturales, clubes deportivos y juveniles hará más visible su contribución a la integración e inclusión”.

“Estas acciones”, afirma Bruselas, “también ayudarán a los recién llegados a asumir sus responsabilidades para fortalecer los vínculos con la sociedad de acogida”. La Comisión Europea sostiene que “la integración e inclusión exitosas es una parte esencial de una política de migración y asilo bien administrada y efectiva. También es esencial para la cohesión social y para una economía dinámica que funcione para todos”.

El plan de acción de la Comisión Europea reconoce que “las personas experimentan la discriminación de manera diferente según su género, edad, origen religioso o etnia o una combinación de estos factores. Las personas con antecedentes migratorios son un grupo diverso, lo que significa que las políticas generales deben adaptarse y transformarse para apoyar sus diferentes necesidades”.

Aunque los gobiernos nacionales son los principales responsables de la creación e implementación de políticas sociales, la UE desempeña un papel en el apoyo a los Estados miembros “mediante la financiación, el desarrollo de orientaciones y el fomento de asociaciones pertinentes”, afirma la Comisión Europea.

Bruselas determina cuatro ámbitos de actuación. En primer lugar, la educación y formación, que deben ser “integradoras desde la primera infancia hasta la educación superior, centradas en facilitar el reconocimiento de cualificaciones y el aprendizaje continuo de idiomas, con el apoyo de fondos de la UE”.

En segundo lugar, el Ejecutivo comunitario se propone “mejorar las oportunidades de empleo y el reconocimiento de habilidades para valorar plenamente la contribución de las comunidades de migrantes, y las mujeres en particular, y garantizar que reciben apoyo para alcanzar su máximo potencial”. En este sentido, la Comisión Europea “trabajará para promover la integración en el mercado laboral, apoyar el espíritu empresarial y facilitar que los empleadores reconozcan y evalúen las competencias”.

En relación con el acceso a los servicios de salud, incluida la salud mental, para las personas de origen migrante, el plan de acción “busca garantizar que las personas estén informadas sobre sus derechos y reconoce los desafíos específicos que afrontan las mujeres, en particular durante y después del embarazo”.

El último punto es el acceso a una vivienda “adecuada y asequible” financiada con fondos europeos y evitar “la discriminación en el mercado de la vivienda y la segregación”.

El plan de acción, dice la Comisión Europea, “empoderará a las comunidades de acogida y apoyará su papel en el diseño y la ejecución de medidas y programas de integración, al tiempo que hará hincapié en la responsabilidad de las personas interesadas en participar en la sociedad de acogida”.

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