Gibraltar detiene a un barco que llevaba petróleo crudo a Siria por infringir las sanciones de la Unión Europea
Los cuerpos de seguridad y del puerto de Gibraltar han abordado a primera hora de este jueves un superpetrolero que transportaba crudo a una refinería de Siria sujeta a las sanciones de la Unión Europea contra el país. La detención del superpetrolero se produjo porque existían “motivos razonables para creer que el barco, el Grace 1, estaba infringiendo las sanciones de la Unión Europea contra Siria”, según indica en la nota el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo.
Gibraltar cree que el Grace 1 estaba llevando su carga de petróleo crudo a la refinería de Banyas en Siria, propiedad de una entidad sujeta a las sanciones de la Unión Europea contra Siria. En una nota de prensa, han explicado que la detención del buque y su carga se ha realizado con el apoyo de un destacamento de los Royal Marines.
El ministro principal de Gibraltar ha indicado que dio la orden para que el capitán del puerto, asistido por la Real Policía de Gibraltar y el Servicio de Aduanas, tomara el control del superpetrolero, con el apoyo de los Royal Marines. Dado que las sanciones que se están aplicando son establecidas por la UE, Picardo ha escrito este jueves a los presidentes de la Comisión Europea y del Consejo, para informarles de las sanciones que han hecho cumplir.
El Consejo de la UE prorrogó durante otro año, hasta el 1 de junio de 2020, las sanciones en vigor contra el régimen de Siria y sus defensores al considerar que “la represión contra la población civil no ha remitido”. Al margen de estas sanciones, la UE aplica a Siria un embargo de petróleo, restricciones a determinadas inversiones o la congelación de los bienes del Banco Central sirio en suelo europeo.
El Gobierno estudia las circunstancias de la detención
El Gobierno español estaba al corriente de la intervención por parte de Reino Unido para cumplir con el régimen de sanciones de la UE, según han informado a eldiario.es fuentes de Exteriores. Su abordaje se produjo en aguas que España considera propias. “Al no poder entrar el buque en el puerto, la intervención se ha llevado a cabo en las aguas que rodean Gibraltar, que son de soberanía española, pero España no ha querido interferir en la operación porque se trataba de cumplir con el régimen de sanciones de la UE”, explican.
Exteriores ha requerido a las autoridades británicas más información sobre el proceso de la operación y ha reiterado al mismo tiempo que su postura sobre las aguas “no ha variado en absoluto”. La intercepción se ha desencadenado a partir de una petición de los EEUU a las autoridades británicas.