El expresidente de EEUU, Joe Biden, ha sido diagnosticado de una “forma agresiva” de cáncer de próstata que se ha extendido a los huesos, según publican varios medios citando comunicado de su oficina personal este domingo.
“La semana pasada, el presidente Joe Biden fue atendido por un nuevo hallazgo de un nódulo prostático tras experimentar un aumento de los síntomas urinarios. El viernes se le diagnosticó cáncer de próstata, caracterizado por una puntuación de Gleason de 9 (Grupo de Grado 5) con metástasis en el hueso”, dice el comunicado, recogido por la CNN.
“Aunque esto representa una forma más agresiva de la enfermedad, el cáncer parece ser sensible a las hormonas, lo que permite un tratamiento eficaz”, prosigue el texto, que recoge que el exmandatario y su familia “están estudiando las opciones de tratamiento con sus médicos”.
La escala de Gleason se usa en los cánceres de próstata y tiene puntuación del 1 al 10 para medir cuántas células cancerosas hay en comparación con las células sanas. Biden tiene una puntuación 9 por lo que se trataría de una de las formas más agresivas. Cuando el cáncer de próstata se disemina a otras partes del cuerpo, suele hacerlo hacia los huesos. En caso de metástasis, el tratamiento es mucho más difícil que en un cáncer localizado.
El diagnóstico llega poco antes de que se cumpla un año de la renuncia de Biden a la candidatura demócrata. El expresidente renunció el pasado 21 de julio a raíz de la crisis provocada por el desastroso debate de la CNN contra Donald Trump. Durante la campaña, la salud de Biden y su capacidad para seguir liderando el país estuvieron sometidas a un fuerte escrutinio público debido a los numerosos lapsus y caídas que protagonizó al final de su presidencia. El verano pasado saltaron las alarmas después de que se hiciera público que un médico especialista en Parkinson había visitado al demócrata a principios de 2024.
El presidente Trump ya ha reaccionado a la noticia con una publicación en Truth Social. “Melania y yo estamos tristes al enterarnos del reciente diagnóstico médico de Joe Biden. Enviamos nuestros más cálidos y sinceros deseos a Jill y a toda la familia, y le deseamos a Joe una pronta y exitosa recuperación”, ha escrito el republicano, que en esta ocasión ha usado un tomo mucho más moderado y comedido en comparación con los frecuentes ataques e insultos contra Biden. Trump, que en junio cumplirá 79 años, siempre ha reprochado a Biden su vejez, quien tan solo es cuatro años mayor.
El verano pasado saltaron las alarmas después de que se hiciera público que un médico especialista en Parkinson había visitado al demócrata a principios de 2024. Poco después, la Casa Blanca salió a desmentir que el demócrata padeciera esta enfermedad. En 2023 ya le habían extirpado a Biden un carcinoma basocelular, un tipo común de cáncer de piel, y en noviembre de 2021 le extrajeron un pólipo del colon que resultó ser una lesión benigna, pero con potencial de convertirse en cáncer.
Después de abandonar la presidencia, Biden había adoptado un perfil bajo con muy pocas apariciones públicas. La primera vez que el expresidente volvió a aparecer públicamente después de dejar el cargo fue hace un mes, el pasado 15 de abril. Cuando aún no se habían cumplido los primeros cien días de Trump, el demócrata participó en un acto para defender la Seguridad y cargó duramente contra el republicano. “En menos de 100 días ya ha hecho mucho daño”, afirmó. En esa ocasión, Biden presentó un frescor y energía que en muchas ocasiones no tuvo durante la campaña electoral.
La noticia sobre el cáncer del expresidente coincide además con la publicación este 20 de mayo de Original Sin, un libro en el que se revela cómo el entorno del demócrata creó un muro a su alrededor para ocultar su deterioro cognitivo mientras Biden se empeñaba en aferrarse a la candidatura presidencial. El libro, escrito por los periodistas Jake Tapper y Alex Thompson, cuenta con testimonios del equipo de campaña del demócrata que reconocen que su círculo más cercano era consciente del empeoramiento de Biden.
En uno de los fragmentos se relata cómo, durante un acto de recaudación de fondos para la campaña electoral, el expresidente no fue capaz de reconocer a su amigo y actor George Clooney. Poco después, Clooney publicaría un artículo en el New York Times haciendo referencia al episodio y pidiendo a Biden que diera un paso al costado por el bien del partido y del país.“Le robó unas elecciones al Partido Demócrata. Se las robó al pueblo estadounidense”, afirma una de las personas del entorno en el libro.
Biden, que abandonó el cargo como uno de los presidentes más impopulares de la historia, ha intentado que su tozudez por aferrarse al cargo no empañara toda su trayectoria dedicada a la política. En su discurso de renuncia a la candidatura, el expresidente intento dar una imagen de hombre de servicio y evitar que quedara ligada a él la idea del político que se aferra al poder. “Defender la democracia es más importante que cualquier cargo”, dijo en su discurso a la nación en ese entonces.
A pesar de renunciar por las presiones internas debido a la poca confianza que inspiraba su estado de salud, Biden ha seguido defendiendo que él estaba capacitado para continuar con la campaña electoral. En una reciente entrevista con la cadena ABC, cuando se le preguntó por su capacidad cognitiva en relación con el libro “Original Sin”, Biden respondió: “Se equivocan. No hay nada que lo sustente”. El expresidente volvió a afirmar que cree que habría podido derrotar a Trump si no se hubiera retirado de la contienda.