Algunos aficionados de Gales que este lunes intentaron acceder al estadio Al Rayyan para ver a su equipo competir contra Estados Unidos en el Mundial de Catar fueron retenidos en los arcos de seguridad por llevar sombreros decorados con los colores del arcoíris.
Según informa este martes The Guardian, la FIFA y las autoridades qataríes han mantenido una conversación tras estos hechos.
En dicho encuentro, los representantes de la FIFA habrían recordado a los anfitriones que, antes del torneo, se comprometieron a que todo el mundo sería bienvenido y que se permitirían las banderas arcoíris.
Se da la circunstancia de que esos sombreros fueron diseñados en colaboración con la Federación Galesa de Fútbol que, en un comunicado, se ha declarado “muy decepcionada” por lo ocurrido.
En un vídeo difundido por los informativos del canal S4C, se ve cómo en un acceso al campo, en los arcos de seguridad, una agente de policía le pide a la exfutbolista galesa Laura McAllister que se quite el sombrero.
“Decidí dejármelo puesto, porque es importante para nosotros estar aquí en Qatar y dar la cara por nuestros principios”, declaró McAllister posteriormente.
Esta noticia llega después de que los capitanes de las selecciones de Bélgica, Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Suiza, Inglaterra y Gales decidieran ayer no lucir el brazalete con la bandera LGTBI durante los partidos del Mundial.
Los combinados nacionales tomaron esta decisión después de que la FIFA anunciara que los jugadores que luzcan el brazalete One Love podrán recibir una tarjeta amarilla.
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