Stonewall, el icónico bar LGTBI de Nueva York, pide ayuda para evitar su cierre
El icónico bar LGTBI de Nueva York, Stonewall Inn, no es una excepción: el cierre de bares y restaurantes decretado por las autoridades para evitar la expansión de la pandemia del coronavirus ha puesto entre la espada y la pared a sus dueños, que han lanzado dos campañas para recaudar fondos con el objetivo de evitar su clausura.
“Como muchas familias y pequeños negocios en todo el mundo, Stonewall Inn está luchando. Nuestras puertas han estado cerradas durante más de tres meses para asegurar la salud y la seguridad de los clientes, los trabajadores y la comunidad”, arranca un comunicado difundido en la página oficial del local.
La noticia llega el año en el que precisamente, se celebra el 50 aniversario de la primera marcha del conocido como Orgullo Gay, que se realizó en Nueva York en 1970, un año después de la “rebelión de Stonewall”, en la que los clientes del local se resistieron a la policía durante una redada nocturna desatando varias noches de protestas contra la brutalidad policial que espolearon el movimiento por los derechos civiles de la comunidad homosexual, primero, y LGTBI, después.
“Pedimos que nos ayudes a salvar Stonewall porque se enfrenta a un futuro incierto y necesitamos el apoyo de la comunidad”, asegura la nota en la que sus dueños subrayan que la recuperación será larga.
El pasado mes de abril el bar neoyorquino lanzó una campaña a través de la página Gofundme con el objetivo de recaudar 60.000 dólares, de los que logró 23.000. Dos meses después, el 13 de junio se inició una segunda ronda en la que, de momento, han logrado juntar 11.000 de los 50.000 dólares que se han marcado como objetivo.
Un local vinculado a la lucha por los derechos LGTBI
Stonewall, que ha cambiado de manos en numerosas ocasiones, abrió sus puertas en 1967 como un negocio “privado”, denominación bajo la que se conocían los locales frecuentados por la comunidad homosexual. Entre 1934 y 1964 había sido un bar restaurante con el mismo nombre, pero cerró tras un incendio que destrozó su interior. Los nuevos dueños se limitaron a pintar de negro las paredes y las ventanas antes de reabrirlo para los gais de Nueva York.
Tras distintos cierres y aperturas a lo largo de los años, sus actuales dueños lo reabrieron en 2007 e impulsaron, además del aspecto comercial, el lado simbólico del local y el activismo de la lucha por los derechos LGTBI.
La ciudad de Nueva York ha cancelado todos los actos públicos vinculados a la celebración del orgullo LGTBI incluida la gran marcha, que estaba prevista para el próximo fin de semana. Sin embargo, la coalición de grupos activistas “Reclaim Proud” ha insistido en su determinación de salir a la calle el próximo domingo a pesar de la pandemia para reivindicar públicamente los derechos de homosexuales, lesbianas, transexuales, bisexuales e intersexuales.
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