El sino de la 'blasfemia' en Pakistán: un activista teme acabar como su padre, asesinado por “insultar al Islam”
Un activista paquistaní de derechos humanos cuyo padre, un destacado cargo político, fue asesinado en 2011 por supuestamente insultar al islam dice temer su mismo destino después de que un grupo religioso extremista haya emitido una fatua pidiendo su ejecución. Además, la policía ha lanzado una investigación contra él por acusaciones de blasfemia.
Shaan Taseer asegura que Sunni Tehreek, un grupo de clérigos del movimiento Barelvi (una rama suní) “estaba pidiendo mi sangre y provocando a la gente para que me mate”. Esta reacción se debe a un vídeo que el activista subió a las redes sociales en Navidad y en el que criticaba las leyes contra la blasfemia de Pakistán.
Su padre, Salmaan Taseer, el anterior gobernador de la provincia de Punjab, fue asesinado por una controversia similar hace seis años y a manos de uno de sus guardaespaldas. El gobernador había enfurecido a los extremistas por su petición al Gobierno para que indultase a Asia Bibi, una mujer cristiana que fue condenada a muerte por blasfemia a pesar las pruebas débiles e incoherentes en su contra.
El asesino de su padre, Mumtaz Qadri, se convirtió en un héroe y más de 100.000 personas acudieron a su funeral tras su ejecución el año pasado.
La ira de la secta Barelvi, que generalmente se considera moderada en asuntos no relacionados con la blasfemia, se reavivó el mes pasado después de que Taseer publicase el vídeo en el que mostraba su solidaridad con la gente acusada de blasfemia.
Taseer pidió la liberación tanto de Bibi, quien continúa en el corredor de la muerte, como de Nabeel Masih, un adolescente cristiano detenido el año pasado por darle a me gusta en Facebook a una imagen de la Kaaba en La Meca, el lugar más sagrado del islam.
Taseer también pidió la derogación de lo que llamó las “inhumanas” leyes contra la blasfemia, una demanda persistente de los grupos internacionales de derechos humanos, que afirman que las leyes son ampliamente violadas por gente que recurre a acusaciones falsas para resolver disputas personales.
El vídeo ha llevado al grupo Sunni Tehreek a emitir una fatua, o edicto religioso, indicando que Taseer podía ser asesinado por haber cometido supuestamente los delitos de apostasía y blasfemia.
La policía de la ciudad de Lahore también lanzó un primer informe de investigación, documento que inicia formalmente el proceso de investigación de un crimen bajo las leyes del país contra la blasfemia. De acuerdo con este documento, la policía dijo haber encontrado el vídeo en un USB que había sido dejado a las puertas de la comisaría.
Mujahid Abdul Rasul, clérigo de Sunni Tahreek que pidió a la policía que actúe, afirmó que el apoyo a Bibi y Masih implica que Taseer “es igualmente culpable del crimen” de blasfemia. “No entiendo por qué la familia Taseer hace esto una y otra vez”, señaló. “Su padre fue asesinado por esto mismo, ¿por qué sigue su mismo camino?”.
Taseer no ha sido nombrado en el documento de investigación inicial dado que los agentes en la comisaría de Islampura, Lahore, afirman que no han podido confirmar si realmente es él el del vídeo. Continúe o no la policía con el caso, la mera acusación de blasfemia puede ser suficiente para incitar ataques de venganza.
Taseer, que vive en el extranjero pero que visita regularmente Pakistán, señala que Sunni Tehreek está provocando a propósito a sus seguidores con la esperanza de que alguno imite el asesinato de su padre, que tuvo lugar en un mercado de Islamabad el 4 de enero de 2011. “En las redes sociales se está pidiendo que otro Mumtaz Qadri se haga cargo de mí y la gente se está ofreciendo para ser su sucesor”, señala. “Lo que planean es otro asesinato al estilo Qadri”, añade.
El Tribunal Supremo de Pakistán se pronunciará dentro de poco sobre el último recurso de Bibi, que fue retrasado en octubre después de que uno de los jueces se recusase a sí mismo del caso.
Traducido por Javier Biosca Azcoiti