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El dueño de un campo de tiro en Las Vegas pide más control en la venta de armas

El dueño de un campo de tiro en Las Vegas expresa su apoyo al control de armas

Paul Lewis

El martes, 48 horas después del tiroteo en Las Vegas, el dueño de Machine Gun Vegas, un campo de tiro que ofrece “la experiencia de liquidar toda una habitación con apretar el gatillo una sola vez”, explica personalmente a clientes de China por qué todavía no ha abierto.

“No creemos que sea apropiado”, dice Genghis Cohen, cuyo campo de tiro suele abrir hasta para niños a partir de 10 años, y que organiza excursiones en las que clientes disparan con una ametralladora sobrevolando el desierto desde un helicóptero.

Por supuesto, qué es “apropiado” o no depende de cada uno. La compañía de Cohen ha estado recibiendo correos plagados de odio por parte fanáticos que no están a favor del cierre del campo de tiro.

Sin embargo, Cohen dice no tener ningún miedo y ha decidido lanzarse a un territorio raramente explorado por dueños de campos de tiro: la defensa del control en la tenencia de armas.

“Un hombre se ha sentado en una habitación de hotel con 23 armas y ha matado o herido a 600 personas. Se dice que usó de 60 a 100 cargadores. ¿Por qué alguien que no está ni en en la policía ni en el ejército necesita una pistola que puede disparar casi de manera automática?”, se pregunta Cohen.

Es probable que muchos acusen a Cohen de hipócrita, ya que su compañía ofrece acceso a más de una docena de rifles automáticos y semiautomáticos, muchos de ellos parecidos a los que usó Paddock para matar a 58 personas y herir a más de 500.

Cohen señala en una entrevista con the Guardian que siente estar “haciendo lo correcto” tras el ataque, que ha afectado a muchos conocidos de este residente de Las Vegas, claramente trastornado por lo acontecido en los últimos días.

La hija de un amigo de Cohen recibió un tiro en la pierna y se encuentra en fase de recuperación tras pasar por quirófano. El amigo de instituto de un empleado fue asesinado. Muchas de las muertes y lesiones del domingo se podrían haber “evitado” con leyes más estrictas para acceder a armas de fuego. “Si podemos cambiar las leyes para que la gente esté más segura, ¿por qué no lo hacemos?”

Una posición aislada en el gremio

El martes sí estaban abiertos otros campos de tiro que también ofrecen la “experiencia” con armas de fuego automáticas, situados en los alrededores del casino y hotel Mandalay Bay, desde el que Paddock abrió fuego contra miles de seguidores de la música country.

Hace tres años una niña de nueve años perdió el control de un Uzi, un subfusil israelí, y mató a su instructor. La compañía, Bullets and Burgers, (“Balas y Hamburguesas”), recoge a turistas de hoteles y los lleva a un campo de tiro en el desierto de Arizona. Ellos han comunicado que siguen ofreciendo el mismo pack, por unos 170 euros y que incluye una cerveza, patatas fritas y refrescos.

Cohen señala que su punto de vista respecto al control de armas no es nuevo, y que en parte viene de haberse criado en Nueva Zelanda, un país con leyes de tenencia de armas más seguras. De 47 años y antes dueño de una discoteca, dice que también le influyó el presentador de televisión Jimmy Kimmel cuando señaló la negligencia para promulgar restricciones de armas.

El tiroteo del domingo ha sido determinante para que Cohen se exprese más en cuanto a las leyes estadounidenses, las deficiencias de la Asociación Nacional del Rifle y lo que en su opinión es una mala interpretación de la Segunda Enmienda muy extendida en el país.  

Cohen niega glorificar el tipo de armas de masacre usadas por Paddock, a pesar de que su compañía ofrece packs de tiro con nombres como “la Femme Fatale” y “Equipo de Operaciones Especiales número 6” para experimentar “la emoción de las ametralladoras modernas y rifles de asalto”.

“No explotamos las armas con fines sensacionalistas”, dice Cohen. “La sociedad explota  las armas con fines sensacionalistas”.

“¿Has visto alguna película en la que salgan armas y violencia?, añade el dueño del campo de tiro. ”¿Has jugado alguna vez al Call of Duty, o a cualquier vídeo juego en el que se dispare? Nunca he oído hablar de alguien que haya dicho que no“.

Abrió su negocio hace seis años con un estrategia de negocio distinta, anunciándose como un campo de tiro en el que los clientes podían ser instruidos por “mujeres despampanantes”. Cohen señala que han evolucionado mucho desde entonces y que ahora principalmente se centran en ofrecer acceso a armas de alto calibre que no se pueden disparar en otro sitio.

Pone énfasis en que su campo de tiro, que recibe unos 26.000 clientes al año, no vende ni compra armas ni munición. “Somos estrictamente, al 100%, una atracción turística”.

Por menos de 60 dólares, los clientes pueden disparar un Uzi o una AK-47 en su campo de tiro. Niños de más de 10 años pueden disparar armas, pero Cohen señala que los instructores de tiro seleccionan para ellos armas “más pequeñas”.

Necesidad de leyes más estrictas

Cohen apoya el derecho a tener armas de los estadounidenses, pero dice que para obtener licencias tendría que haber “exámenes y pruebas mucho más difíciles”, y que los dueños tendrían que estar sujetos a pruebas de forma regular, y que sus antecedentes sean revisados todos los años.

También defiende tomar medidas contra el vacío legal en ciertas ferias de armas que permite a la gente comprar armas sin una revisión de antecedentes, además de la prohibición de ciertas armas de fuego. “¿Que si creo que un civil necesita un rifle de asalto, con accesorios que lo hacen casi automático, y con capacidad para 50 cargadores? No”.

Para Cohen, que la ley del estado de Nevada permita que él y otros muchos puedan llevar pistolas en público con sólo realizar un pequeño curso es “de locos” y “demasiado permisivo”.

A pesar de admirar el trabajo que la Asociación Nacional del Rifle lleva a cabo para promover una tenencia de armas segura, Cohen compara a sus activistas con “brujas alrededor de un caldero” que responden con histeria a cualquier tipo de reforma.

“El argumento que sostienen es que si cedemos en algunos derechos, acabaremos por perderlos todos”, y añade: “Si el gobierno no regula la industria, entonces somos nosotros los que nos tenemos que regular”.

Cohen está barajando abrir un segundo campo de tiro en Orlando, ciudad donde a principios del año pasado tuvo lugar el segundo peor tiroteo de la historia moderna estadounidense, pero niega que se esté aprovechando de la misma falta de restricción en las leyes de tenencia de armas que critica.

Al preguntarle por qué lleva una pistola con él, responde que “América es un lugar muy peligroso”. Y añade: “Si el gobierno se deshiciera de toda la gente mala con armas, entregaría la mía mañana mismo”.

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