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The Guardian en español

En Hong Kong luchan contra los malos políticos con... brujería

Captura de pantalla de un vídeo de the Guardian en el que aparece una hechicera de Hong Kong en medio de un ritual de magia negra

Benjamin Haas / Eric Cheung

Hong Kong —

¿Te deprime la elección de Donald Trump y esperas que fracase? ¿Quieres lanzar una maldición contra Nigel Farage por llevar a Reino Unido hacia el Brexit? Un grupo de hechiceros en Hong Kong tiene lo que necesitas y un largo historial que les avala.

Conocidos localmente como los 'villain hitters' (algo así como los 'golpea villanos'), el grupo de mujeres, en su mayoría ancianas, se instala cada día bajo un paso levadizo en el distrito comercial más concurrido de la antigua colonia británica. Los habitantes de Hong Kong están cada vez más desilusionados con sus líderes, así que son muchos los que recurren a un método un tanto esotérico para acabar con su ira.

Con su popularidad en caída libre, el líder de Hong Kong Leung Chun-ying ha estado cada vez más en el punto de mira de los castigadores de la cuneta. “Durante la ceremonia, les pedimos a los dioses del cielo y de la tierra que castiguen a los malos, que les quiten su poder”, cuenta Wong Gat-ley, una de las hechiceras de tercera generación que ha estado lanzando hechizos durante más de 20 años.

“La gente busca debilitar a otros a través de nuestras artes para conseguir paz mental”, cuenta. “Pero se trata más de conseguir tranquilidad liberando la ira”. En los puestos de carretera en los que arde incienso y descansan una serie de estatuas de dioses, los hechiceros golpean una efigie de papel con sus zapatos mientras maldicen al villano en cuestión. Si hay un objetivo claro, los clientes pueden escribir un nombre sobre el papel o llevar una foto.

Una vez que ha sido golpeado hasta hacerlo trizas, los brujos frotan los restos con grasa de cerdo y lo queman. Después cantan por la buena fortuna y todo esto por solo 50 dólares de Hong Kong, poco más de seis euros.

Un ritual antiquísimo del sur de China

El ritual se originó hace siglos, cuando campesinos del sur de China realizaban la ceremonia para alejar a los malos espíritus. Desde entonces se ha convertido en una vía para que personas de toda condición liberen su ira, pero muchas de las mujeres que lanzan hechizos bajo el puente levadizo proceden efectivamente de pueblos rurales de China.

Mucha gente ha llevado una foto de Leung para maldecirlo, cuenta Wong, que no se toma en serio el anuncio de que no va a buscar su reelección en los comicios del año que viene. Turistas procedentes de Taiwán también han hecho una parada en su puesto y han pagado para maldecir a su antiguo presidente Ma Ying-jeou.

Hace dos años estalló una fuerte tensión política en Hong Kong, dando lugar a cerca de tres meses de protestas callejeras, ocupación de carreteras y constantes peticiones de que Leung renunciase al poder liderados por lo que se conoció como la Revolución de los Paraguas.

“Justo después de la Revolución de los Paraguas, la gente se sintió deprimida e indefensa porque ni siquiera una movilización de tales dimensiones consiguió ningún cambio palpable”, comenta Mathew Wong, un profesor de política en la Universidad de Hong Kong. “El liderazgo de Leung fue muy conflictivo. La gente estaba tan insatisfecha con él como con el sistema”.

Algunos de estos 'golpea villanos' eligen no tomar parte en política y rechazan a aquellos clientes que pretenden maldecir a figuras públicas. “Esto es para protegerte y para darte buena suerte”, cuenta una mujer conocida como Grandma Leung. “Queremos alejar de ti a los malos espíritus, no dañar a otros”.

Su rechazo no ha amansado los deseos de sangre de todos. Después de ser inundada por una gran cantidad de solicitudes, se ha visto obligada a colgar un letrero en el que avisa a los clientes de que no lleven fotografías de personas famosas para llevar a cabo maleficios.

Muchos maleficios son para vecinos y amantes

No obstante, para muchos habitantes de Hong Kong el mal habita en casa. Según una encuesta realizada por un periódico local en 2014, la mayoría de los objetivos de magia negra eran colegas, jefes y amantes. Aparte de embrujos contra enemigos, las mujeres también anuncian conjuros para curar enfermedades, para hacer que los bebés dejen de llorar, para guiar a las almas e incluso para contactar con antepasados muertos para que te den consejos sobre el matrimonio.

Hace poco, un agente inmobiliario fue enviado por su jefe con órdenes de lanzar cinco hechizos, esperando asegurar negocios y buena fortuna para el año nuevo. “Estoy aquí porque hace poco estuve enfermo”, cuenta otro cliente que no quiere dar su nombre. “Creo que los brujos pueden darme buena suerte para el año que viene”.

Con los santuarios intercalados entre una de las principales carreteras y un intercambiador de autobuses, no hay escasez de clientes. Muchos fijan la mirada mientras caminan como con deseo, preguntándose si un pequeño cambio quizá solucione alguno de los problemas de su vida.

Con los objetivos de políticos, los golpea villanos quizá tengan una nueva ola de clientes cuando comience la carrera para elegir nuevo líder de Hong Kong y arranquen también las frustraciones. “En el gran orden de cosas no habrá muchos cambios en el sistema y la política en Hong Kong seguirá dominada por Pekín”, asegura Wong.

“La gente simplemente intenta montar un espectáculo más que otra cosa cuando apunta a los políticos en los rituales”, añade. “Sin duda, la gente necesita encontrar otras vías de tratar con sus frustraciones políticas”.

Traducido por Cristina Armunia Berges

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