“A los animales de Hollywood no les queda otra opción que ser civilizados”
Han pasado tres meses desde que Harvey Weinstein cayera de su pedestal y desde entonces prácticamente a diario alguna poderosa personalidad de la industria del espectáculo cae en desgracia.
La avalancha de denuncias por conducta sexual inapropiada sigue causando temblores que seguirán resonando el día de la ceremonia de los Oscar. Weinstein, Kevin Spacey y otras personalidades que en el pasado eran admiradas ahora han desaparecido del mapa. En cambio, las películas sobre mujeres están llamadas a destacar y triunfar.
La gran incógnita es si estas sacudidas provocarán un cambio real en una industria que está dominada por hombres y que se mueve por dinero. Al fin y al cabo, los escándalos de Hollywood han sido una constante a lo largo de un siglo. “El acoso sexual de los jefes es ahora más discreto”, afirmaba un titular de la página web satírica The Onion.
De las entrevistas con personalidades de la industria, como actores, guionistas, productores y analistas, se desprende la creencia optimista de que estos temblores conseguirán cambiar la mentalidad de Hollywood y, a la larga, las historias que se cuentan en las películas.
“Ha sido un año extraordinario. Nunca hemos estado ante un momento así”, indica Lorien Hayes, que en 2016 escribió el guión del documental 'An Open Secret' ('Un secreto a voces'), sobre la explotación infantil en Hollywood: “Este es el camino a seguir. El hecho de que no haya miedo a contar la verdad ya supone una gran mejora”.
Simon Hatt, un productor de películas de gran presupuesto, coincide con esta afirmación: “La gente ya no está dispuesta a tolerar los comportamientos del pasado. Hay motivos para el optimismo”.
Se necesita constancia
También lanza una advertencia. “No nos vamos a despertar en 2018 con la noticia de que las cosas han mejorado. Se requiere constancia. Se seguirán dando abusos. Pero todo parece indicar que las víctimas se atreven a contar lo que les ha pasado porque la comunidad está dispuesta a escucharlos”.
Alyssa Milano, la actriz y activista que propulsó el movimiento en Twitter #MeToo cree que a partir de ahora los guiones tendrán más papeles femeninos. En declaraciones a the Guardian el mes pasado, indicó que “los papeles de las mujeres cambiarán, así como la forma en que se habla de ellas en los medios de comunicación”. “Espero que a las mujeres se les dé la oportunidad de dirigir películas, producirlas y trabajar como guionistas. Esto hará que la industria se transforme”.
Hannah Chequer-Queiroz, ayudante de producción, afirma que desde los escándalos se vigila más la imagen de las mujeres en la pantalla, como por ejemplo las amazonas que aparecen ligeras de ropa en la serie Justice League: “Tengo la sensación de que tanto en el cine como en la televisión se trabajará con más tacto”.
La industria, que ya recibió en el pasado críticas por las diferencias salariales entre hombres y mujeres y que originó el movimiento #OscarsSoWhite [que criticaba la ausencia de minorías étnicas en las nominaciones de los Oscar], está intentando impulsar nuevas reglas de juego.
Algunas poderosas personalidades e instituciones han creado la Comisión sobre Acoso Sexual y Promoción de la Igualdad en el Puesto de Trabajo, que presidirá Anita Hill.
“La Comisión no buscará una solución concreta ya que su objetivo es diseñar estrategias para abordar las causas de los problemas en torno al poder y la desigualdad, que son complejas y están interrelacionadas”, ha indicado en un comunicado la productora de la saga La guerra de las galaxias, Kathleen Kennedy, que impulsó esta comisión.
¿Servirán las nuevas normas?
La Academia del Cine, las Artes y las Ciencias, responsable de los Oscar, ha divulgado un nuevo código deontológico entre sus 8.000 miembros.
“En la Academia no hay sitio para personas que abusan de su poder, de su influencia o de su estatus y que vulneran las normas de decencia que establece nuestro código”, ha afirmado en un comunicado Dawn Hudson, la directora general de la Academia.
Los más escépticos con esta medida temen que el hecho de establecer un código deontológico que no indique cómo investigar y castigar estos comportamientos solo servirá para ir acumulando denuncias. Sin embargo, la mayoría cree que la industria quiere abordar este problema ya que están en juego su reputación y los ingresos.
Ridley Scott no dudó en eliminar a Spacey de la película 'All the Money in the World' ('Todo el dinero del mundo'), lo que le facilitó entrar en la lista de nominados a los Globos de Oro.
Los analistas creen que Greta Gerwig, la directora del filme 'Lady Bird', protagonizado por Saoirse Ronan, será una de las ganadoras en esta edición, debido al deseo que tiene la industria de reconocer y premiar la labor de buenas películas sobre mujeres.
Cuatro publicistas de Los Ángeles han lanzado una página web para informar al público de las películas y series de televisión vinculadas con presuntos depredadores sexuales. Se llama Rotten Apples (manzanas podridas), y debe su nombre al sitio web Rotten Tomatoes, que clasifica las películas en función de las críticas que han recibido.
Richard Rushfield, responsable del boletín sobre la industria del entretenimiento The Ankler, afirma que los estudios y las productoras están ante una nueva realidad. “Lo que ya no tiene vuelta atrás es que cuando alguien denuncie una situación, el departamento de recursos humanos ya no podrá mirar hacia otro lado y si lo hace es consciente del riesgo que asume”.
La advertencia: “Cuando hay miles de millones de dólares por todas partes siempre hay formas de proteger a los más poderosos pero ya no se saldrán con la suya de buenas a primeras”.
El actor Christian Bale, que habló con the Guardian durante la promoción de la película 'Hostiles', vaticinó que Hollywood ha cambiado para siempre: “No creo que esto se convierta en una nota a pie de página y terminen escondiendo este asunto bajo la alfombra. Todo parece indicar que se producirá un cambio”.
El goteo de hombres acusados de comportamiento sexual inadecuado no cesa. Dustin Hoffman, TJ Miller, Gary Goddard y Jeffrey Tambor han negado las acusaciones mientras que Morgan Spurlock y Louis CK han reconocido que son ciertas.
Una alta ejecutiva de un estudio de Hollywood, que no quiere ser identificada, da una respuesta optimista: en los últimos años ha aumentado la cifra de mujeres que ocupan altos cargos, una feminización que ha podido contribuir a que disminuyan los abusos que eran comunes en las décadas de los ochenta y noventa: “Muchas de las denuncias que están saliendo a la luz se remontan a esa época”.
El despido de “los depredadores”
Explica que la parte más creativa de Hollywood, es decir, los directores, los productores, los guionistas y los equipos de rodaje, sigue estando dominada por los hombres pero cada vez tiene más presión de los abogados, los responsables de recursos humanos y otros profesionales que se encuentran en la parte empresarial de la industria. “Solo tienes que fijarte en lo rápido que están despidiendo a los depredadores; los despiden a los pocos días, incluso horas, de la denuncia”.
Los más desconfiados recuerdan que existe una “cadena de cómplices” integrada por publicistas, ejecutivos, ayudantes, abogados y otros profesionales que permitieron, algunos sin quererlo, que Weinstein pudiera campar a sus anchas, y que incluso lo encubrieron hasta que el New York Times destapó el escándalo en octubre.
Dan Marshall, un guionista, cree que en el contexto actual, las mujeres y otras voces que han sido marginadas tendrán la oportunidad de contar sus historias en la gran pantalla. Sin embargo, cree que la explotación no será cosa del pasado: “Es una ciudad de personas desesperadas. Personas que tienen sueños y esperanzas y quieren que su sueño se cumpla. Lo cierto es que son pocos los que tienen el poder de concedérselos. La caza no ha terminado”.
Peter Mehlman, escritor y guionista de la serie Seinfeld, afirma que los dinosaurios todavía tienen mucho peso en Hollywood pero cree que no lo podrán conservar por mucho tiempo.
“La completa seguridad, totalmente inexcusable, que les proporcionaba este sitio ha desaparecido. En las cenas se habla de los límites y los matices de las relaciones que se establecen en el trabajo. Las personas más sanas y decentes se hacen preguntas como: ”¿Se acabó flirtear en el trabajo? Mientras que los dinosaurios que se creían con el derecho a acosar a sus subordinados creen que este negocio ha dejado de ser divertido“.
“Tal vez esta sea la afirmación más optimista que he hecho nunca pero creo que estamos ante un cambio real. Es difícil imaginar que a partir de ahora alguien con poder pueda observar a una mujer de los pies a la cabeza y exclamar que le gusta. Incluso el tipo más depredador se lo tendrá que pensar dos veces; de hecho, probablemente él, el que más. Tal vez es una antropomorfización lo que digo, pero a los animales no les queda más opción que comportarse de forma civilizada”, concluye.
Traducido por Emma Reverter