Los multimillonarios de Wall Street fichados por Trump “no definirán la agenda pensando en los ciudadanos”
- Varios funcionarios del gobierno podrían enfrentarse a acusaciones de conflictos de intereses o de estar gobernando con la mirada puesta en los negocios de sus amigos
Los entrantes eran sopa de ajos tiernos con tomillo y ancas de ranas salteadas, y vieiras con coliflor caramelizado con salsa de pasas y alcaparras. Donald Trump comió un solomillo con zanahorias glaseadas con cítricos. Mitt Romney eligió las chuletas de cordero con una salsa boloñesa con setas.
En el Jean-Georges, un restaurante con tres estrellas Michelin en el Hotel Internacional Trump en Nueva York, el menú es para ricos, y se nota que cuando está entre ricos, el presidente electo de Estados Unidos se siente como en casa. Esto también ha sido evidente en los nombramientos que ha hecho públicos hasta ahora. Es como si el nuevo gobierno fuese a conformarse por un grupo de empresarios multimillonarios que se convertirán en los funcionarios más adinerados de la historia moderna.
Trump, que fue protagonista y presentador del reality televisivo 'El Aprendiz', se está rodeando del 1% de la población de multimillonarios, inversores financieros y empresarios capitalistas, expertos de Wall Street con información privilegiada, y herederos de grandes fortunas familiares, muchos de ellos educados en universidades de élite. Es la representación más descarada de las grandes fortunas desde los años 80 de Ronald Reagan, los “dueños del universo” de Tom Wolfe y el Gordon Gekko de Oliver Stone.
“Es un retroceso a la mentalidad de 'la codicia es buena'”, afirmó Marge Baker, vicepresidenta ejecutiva del grupo de presión liberal People For the American Way. “Además es muy alarmante que el presidente electo diga que piensa que lo que es bueno para los negocios es bueno para Estados Unidos. No queremos que el líder de nuestro país tome decisiones basándose en esa premisa.”
Baker agregó: “Cuando los multimillonarios de Wall Street definen la agenda, es muy improbable que se beneficien los ciudadanos de a pie. Las investigaciones han demostrado que los ricos tienen otras prioridades políticas, por ejemplo respecto del sistema sanitario y el salario mínimo”.
El énfasis del gabinete de Trump en recortes fiscales y desregulación recuerda a la época de Ronald Reagan. Su rival en las elecciones generales, Hillary Clinton, advirtió durante la campaña: “Trump significa volver a la economía 'del goteo'. Yo la llamo 'economía del goteo trumpetero'”.
Igor Volsky, director adjunto de un thinktank pro-Clinton, el Center for American Progress Action Fund, dijo: “Estas mismas políticas económicas de goteo que quieren aplicar ya las vimos en los años 80 y no ayudaron en nada a los estadounidenses comunes. Si miras a la mayor parte del gabinete, te da la sensación de estar retrocediendo en el tiempo”.
Este es el gabinete de ricos elegidos por Trump
Las personas que escucharon el mensaje populista y directo de Trump sobre desarmar el sistema son justamente las mismas que sufrirán su traición, según Volsky. “Lo que hará será perpetuar un sistema que le facilita las cosas a los más ricos a expensas de programas que ayudan a las clases media y baja”.
Andrew Mellon, uno de los estadounidenses más ricos de principios del siglo XX, fue secretario de Hacienda en tres gobiernos. El primer gabinete de George W. Bush en 2001 fue criticado por estar conformado por poderosos. Pero Trump ha llevado la mezcla de democracia y plutocracia a un nivel totalmente nuevo.
El sitio web Politico sugirió que el equipo del nuevo presidente valdría unos 33 mil millones de euros. Algunos de los miembros de su equipo han realizado donaciones políticas por cientos de millones de euros. Mientras tanto, el ingreso promedio en Estados Unidos es de unos 51.500 euros al año.
Los seguidores de Trump han afirmado que les gusta el hecho de que sea un empresario y no un político atado a determinados intereses, y que esperan que maneje el país como si fuera una corporación eficiente. Pero varios funcionarios del gobierno podrían enfrentarse a acusaciones de conflictos de intereses, de estar gobernando con la mirada puesta en sus propios negocios o los negocios de sus amigos.
“Un grupo de millonarios egocéntricos”
Neil Sroka, portavoz de la organización liberal Democracia para América, señaló: “Tenemos a un grupo de multimillonarios egocéntricos y desconectados de la realidad que van a recibir órdenes de un multimillonario intolerante y desconectado de la realidad. Es difícil de creer que vayan a ser capaces de reflejar las necesidades de los ciudadanos de clase trabajadora que esperan que los políticos de Washington luchen por ellos”.
Sroka agregó que los nombramientos reflejaron los propios intereses de Trump. “El hecho de que Trump se esté rodeando de esta panda de canallas multimillonarios demuestra que no le importa proteger a los trabajadores. Lo que quiere es ganarse el favor de una clase de multimillonarios de la que siempre ha buscado aprobación”.
“Esta es gente que cena langosta y caviar cada día. No piensan en cómo conseguir dinero para comer. Piensa en cómo hacer unos cuantos millones más antes de irse a casa por la noche”.
Los elegidos de Trump
Betsy DeVos, Secretaria de Educación. Nuera de Richard DeVos, cofundador de la empresa de marketing Amway. La familia tiene una fortuna de 4.800 millones de euros, según Forbes. Su presión a favor de bonos escolares ha sido criticada por debilitar al sector de la educación pública (los críticos remarcan que ni ella ni sus hijos fueron nunca a escuelas públicas). El hermano de DeVos es Erik Prince, fundador de Blackwater, una empresa de seguridad privada conocida por su lucrativa participación en la guerra en Irak.
Elaine Chao, Secretaria de Transporte. Hija de un magnate del transporte marítimo, ganó casi 1 millón de euros como directiva de News Corp, Wells Fargo, Ingersoll Rand y Vulcan Materials en 2015, según los registros públicos. Chao formó parte del gabinete de Bush y está casada con el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, que tenía en 2014 una fortuna de 20,6 millones de euros, según OpenSecrets.org.
Nikki Haley, embajadora en la ONU. Esta gobernadora del estado de Carolina del Sur ganó casi medio millón de euros en 2012 por escribir sus memorias. Ella y su esposo Michael, miembro de la guardia nacional de Carolina del Sur, declararon ingresos totales por 160.000 euros el año pasado.
Steven Mnuchin, secretario de Hacienda. Estudió en Yale, donde se dice que conducía un Porsche, y luego siguió los pasos de su padre al trabajar para Goldman Sachs, donde sus inversiones tenían un valor estimado en 43 millones de euros cuando se fue de la empresa en 2002. Después comenzó su propio fondo de inversiones y financió películas de Hollywood. Mnuchin presuntamente se benefició de la crisis hipotecaria de 2008 luego de comprar el banco IndyMac que había tenido pérdidas por las hipotecas riesgosas y después fue rescatado por el gobierno estadounidense. Fue el jefe económico de la campaña de Trump. El Senador demócrata Sherrod Brown dijo: “Esto no es 'limpiar los pantanos', esto es llenarlos de cocodrilos.”
Tom Price, secretario de Salud. Cirujano ortopédico que se opone radicalmente al Obamacare. Este diputado republicano que ya ha cumplido seis mandatos está en el puesto 44 de los más ricos del Congreso, con una fortuna estimada en 12,7 millones de euros en 2014, según OpenSecrets.org.
Todd Ricketts, subsecretario de Comercio. Su familia, que hizo su fortuna con una agencia de corredores de acciones de la bolsa que procesa 400.000 transacciones por día, tiene una fortuna estimada en casi 5 mil millones de euros, según Forbes. Es el copropietario del club de béisbol Chicago Cubs.
Wilbur Ross, secretario de Comercio. Forbes estima su fortuna en 2,7 mil millones de euros. Lo llaman “buitre” y “rey de la bancarrota” por su talento para beneficiarse de negocios fallidos. Ayudó a Trump en los años 90 a controlar su fracasado casino Taj Mahal al convencer a los inversores de que no se le echen encima. En 2002, su empresa compró una mina en Virginia Occidental y unas semanas después una explosión mató a 12 mineros.
Jeff Sessions, fiscal general. Nativo de Alabama y conocido por su postura firme en materia inmigratoria. Está en el puesto 25 de los más ricos del Senado con una fortuna estimada en 7 millones de euros en 2014, según opensecrets.org.
Ben Carson, secretario de Vivienda. Este neurocirujano jubilado tiene una fortuna estimada en 24,3 millones de euros.
Designaciones fuera del gabinete
Jared Kushner, yerno y asesor de Trump. Magnate inmobiliario, editor y multimillonario. Estudió en Harvard, supuestamente después de que su padre -un constructor- donara 2,3 millones de euros a la universidad. A los 26 años compró un edificio de la Quinta Avenida de Nueva York por el precio récord de 1,7 mil millones de euros. Fue el autor intelectual de la estrategia de campaña de Trump, utilizando una “máquina de ocultamiento de datos”.
Steve Bannon, jefe de estrategia. Estudió en Harvard y trabajó en Goldman Sachs durante cuatro años. Se cree que tiene decenas de millones de dólares, en parte por su participación en las ganancias de la serie de televisión Seinfeld. Es director ejecutivo del sitio de noticias Breitbart. Se lo describe como un supremacista blanco, algo que él niega.
En consideración para integrar el gabinete
Mitt Romney, posible secretario de Estado. Inversor en capital privado. Durante la campaña de 2012, cuando fue candidato republicano a la presidencia, Romney estimó su fortuna personal en 234 millones de euros. Barack Obama lo describió en ese momento como un “buitre capitalista”.
Rudy Giuliani, otro posible secretario de Estado. Abogado y antiguo alcalde de Nueva York, con una fortuna estimada en decenas de millones de euros. Su compleja red de conexiones internacionales podría costarle el puesto.
Traducido por Lucía Balducci