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The Guardian en español

¿Caballero de Isabel II? No, gracias. Los británicos ya no quieren títulos reales

La Reina Isabel II durante una visita al Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa

Mattha Busby

7 de diciembre de 2020 22:14 h

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La proporción de personas que rechazan los honores que ofrece la Reina del Reino Unido se ha duplicado en los últimos nueve años, según un análisis de The Guardian. Desde 2011 hasta este año, 443 personas han rechazado títulos de caballeros, honores del imperio británico y otros premios en reconocimiento a sus logros, su servicio o su valentía, según las cifras de la Oficina del Gabinete que fueron reveladas tras una petición oficial de información.

Si bien las cifras de rechazo a estos honores fluctúan de año en año y siguen siendo pequeñas, los expertos aseguran que en los últimos años ha crecido la conciencia de los daños que ha causado el imperio británico y el descontento en relación a los gobiernos que utilizan un sistema creado hace 700 años para premiar aliados políticos y donantes. Este año, 68 personas rechazaron premios por el cumpleaños de la reina y la lista de honores del año nuevo (2,7% del total de 2.504), lo cual representa el número más alto entre 2010 y 2020, según mostraron las cifras entregadas.

En 2011, durante el primer año completo del gobierno conservador, la proporción de rechazos estuvo en el 1,3%, o sea 25 de 1.987 premios ofrecidos, lo cual representó una bajada del 2,3% respecto a 2010 cuando el gobierno era laborista (el último año en que se recogieron datos). El profesor Kehinde Andrew, de la Universidad de la Ciudad de Birmingham, afirmó que hay cada vez más énfasis en la historia del imperio y en su racismo, y estos premios representan un lazo con el sangriento pasado colonialista del país. Entre los honores, la sigla OBE significa en inglés Oficial de la Orden del Imperio Británico; CBE significa Comandante del Imperio Británico, y MBE, Miembro.

“Por eso cada vez más personas rechazan estos honores y los ven como algo problemático”, dijo. “La noticia aquí es que miles de personas los aceptan. Aparte de la naturaleza problemática del imperio, la realidad es que el imperio ya no existe. ¿Entonces por qué seguimos entregando órdenes del imperio británico?”

Favores políticos

El ex diputado liberaldemócrata Norman Baker, autor de ¿Y qué hacemos? Lo que la familia real no quiere saber, alega que el sistema de honores ha sido “corrompido” por el uso que le han dado los partidos políticos “que a menudo reparten favores políticos a cambio de donaciones”. “Esto ha devaluado el sistema, por eso las personas sienten que los honores han perdido valor”, dijo. “El sistema es cada vez menos respetado, como consecuencia del mal uso que le han dado los políticos”.

Gracias a una lista de “rechazadores” que se filtró en el Sunday Times en 2003, se supo que casi 300 personas, incluidos los escritores Roald Dahl y Aldous Huxley y la chef Nigella Lawson, rechazaron honores entre 1951 y 1999, aunque el Gabinete no confirmó si esa es la cifra total. El escritor J.G. Ballard, otro supuesto “rechazador”, dijo en 2003: “Se reparten miles de medallas en nombre de un imperio inexistente. Nos convierte en hazmerreíres y alienta la sumisión ante la corona”.

El proceso de selección y nominación de honores es turbio. El gobierno les pregunta a los nominados si aceptarán los honores antes de hacer el anuncio oficial y generalmente el rechazo del premio queda en el ámbito privado. En varias ocasiones se ha especulado con que se podría reformar el sistema y eliminar la palabra “imperio” de los premios.

Un portavoz del Gabinete declaró: “Como demuestran los números oficiales, la cantidad de rechazos a los honores sigue siendo extremadamente baja. En los últimos 25 años se ha reformado significativamente el sistema para hacerlo más inclusivo. No hay planes de cambiar los nombres de ningún premio u orden”. 

“Rechazadores” de honores

La semana pasada, Gina Martin, una activista contra el upskirting (un tipo de acoso que implica fotografiar las partes íntimas de una mujer en lugares públicos), reveló que este año rechazó los honores de una OBE por la imperecedera “violencia y opresión” del imperio británico.

Martin escribió en Twitter: “Sería profundamente hipócrita de mi parte aceptar estos honores y a la vez seguir comprometida en mi lucha contra el racismo y en la comprensión de los inquietantes conflictos raciales que ha promovido el imperio británico en la conformación de este país y muchos otros”. 

Howard Gayle, primer jugador negro del Liverpool Football Club, rechazó en 2016 los honores de MBE porque consideró que de aceptar sus ancestros “se revolverían en sus tumbas, teniendo en cuenta la forma en que el Imperio y el colonialismo los esclavizó”. Desde entonces, Gayle participa de la campaña llamada “muestra tarjeta roja al racismo”. “Tuve que tomar esta decisión y entiendo que otras personas pueden pensar diferente y que disfrutarían de ser nombrados miembros del imperio británico, pero yo siento que sería una traición a todos los africanos que han perdido la vida o que han sufrido por culpa del imperio”, dijo. 

Lynn Faulds Wood, ex presentadora de BBC, rechazó la oferta de ser nombrada MBE, señalando que el sistema de honores debería actualizarse teniendo en cuenta que “estamos en el siglo XXI”. La periodista le dijo a la BBC: “He cambiado leyes y he ayudado a salvar las vidas de muchas personas, entonces quizás me merezco un premio, pero no puedo aceptar uno que también le dan a personas que donan enormes cantidades de dinero a partidos políticos”.

El profesor Phil Scraton, académico y activista por la investigación de la tragedia por la masificación en el estadio de Hillsborough, rechazó una OBE alegando que todos los gobiernos se han negado a tomar en serio la investigación sobre el desastre de 1989. Y añadió: “Creo que muchas de las personas que participan de las nominaciones a estos premios han participado del encubrimiento de lo que pasó y siento fervientemente que no puedo aceptar estos honores sabiendo lo que sé.”

Danny Boyle, director de cine y encargado de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, dijo que rechazó los honores que le ofrecieron por su trabajo porque no quería ser considerado más que las miles de personas que trabajaron en la planificación y producción del evento. “Estoy muy orgulloso de ser un ciudadano igual a los demás, y creo que justamente de eso trató la ceremonia”, explicó. 

En 2003, el poeta Benjamin Zephaniah rechazó una OBE por considerar el premio un legado del colonialismo, mientras reclamó que se investigaran las estremecedoras circunstancias en las que murió su primo Michael Powell mientras estaba bajo arresto. “Nos habéis mentido y seguís mintiéndonos. Habéis tirado el sueño de la clase trabajadora de una sociedad justa, compasiva y solidaria por el inmundo desagüe del imperio”, escribió Zephaniah, dirigiéndose al primer ministro Tony Blair y a la Reina.

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