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The Guardian en español

Pekín refuerza el confinamiento ante un rebrote relacionado con otro mercado

Ciudadanos que viven cerca o que han tenido algún tipo de contacto con el mercado de Xinfadi se someten a las pruebas de COVID-19.

Lily Kuo

Pekín —

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Pekín ha decidido confinar algunos barrios y ha despedido a un grupo de funcionarios tras un nuevo brote de COVID-19 en un contexto en el que las autoridades sanitarias han advertido de que el riesgo de que la situación empeore es “muy alto”.

Este martes, las autoridades han anunciado 32 nuevos casos vinculados al mercado de mariscos de Xinfadi, en el barrio de Fengtai, al sur de Pekín. El mercado fue cerrado el sábado tras identificar que era el origen de los casos detectados. El lunes, las autoridades anunciaron 49 nuevos casos en todo el país, 36 de los cuales fueron en Pekín y también estaban vinculados al mercado.

Este domingo, las autoridades realizaron pruebas a más de 76.000 personas. Más de 6.000 trabajadores del mercado –que ocupa una extensión de unas 107 hectáreas–, lo que representa aproximadamente el 70% del total, se han hecho las pruebas y todos han dado negativo, según informa el medio South China Morning Post.

Xu Hejian, portavoz del Gobierno local de Pekín ha afirmado este lunes en rueda de prensa que “el riesgo de que la epidemia se extienda es muy alto”. “Tenemos que tomar medidas firmes”, ha añadido. El domingo ya había dicho que la ciudad entraba en un “periodo extraordinario”.

La medianoche del domingo cerraron 10 barrios de Pekín ubicados alrededor de un segundo mercado de mariscos, el de Yuquandong, situado en la zona de Haidian, uno de los 16 distritos de Pekín. El fin de semana se había detectado un caso asintomático. El Las autoridades han afirmado que los casos de este mercado están relacionados con los de Xinfadi. Se ha ordenado a los habitantes de la zona que se sometan a cuarentena y pruebas para detectar el virus.

Pekín, que llevaba 55 días seguidos en los que los únicos casos detectados eran los de personas llegadas del extranjero, ha identificado un total de 106 casos entre el jueves y el martes, todos ellos vinculados al mercado de comida. El primero de los casos de este nuevo brote fue descubierto el jueves. Se confirmó el virus en un hombre de 52 años. El viernes las autoridades informaron de seis nuevos casos. Todos ellos, vinculados al mercado de Xinfadi.

Se teme que el virus salga de Pekín y se extienda. Varias ciudades han pedido a sus habitantes que no viajen a la capital. El fin de semana, la provincia de Liaoning y la vecina Hebei informaron de nuevos casos vinculados con Pekín. Este lunes, la provincia de Sichuan ha informado de un caso sospechoso.

Algunos barrios de Pekín han decidido reinstaurar los controles de seguridad y anunciaban con altavoces, llamadas telefónicas y visitas domiciliarias que todo aquel que haya visitado el supermercado de Xinfadi tiene que informar de sus viajes recientes.

El domingo, Pekín ordenó a todas las empresas que cualquier empleado que haya visitado Xinfadi o haya tenido contacto con personas que hayan estado allí se someta a una cuarentena de 14 días. Las autoridades dijeron el domingo que se han hecho más de 70.000 pruebas y han aparecido 59 casos positivos.

Esta serie de casos nuevos en Pekín es alarmante dadas las duras restricciones al movimiento y las medidas de cuarentena impuestas por la ciudad con la intención de evitar que lleguen contagios de otras zonas del país. Pekín había comenzado a regresar a la normalidad. Sus habitantes volvían a trabajar y a moverse.

El domingo fueron destituidos dos miembros del Partido en la zona de Fengtai, donde está ubicado el supermercado Xinfadi, y el encargado del local por “fracasar en la puesta en marcha” de las medidas de prevención y control ante el virus, según los medios oficiales.

En las muestras tomadas en el mercado aparecen trazas del virus en carne y pescado importados. Yang Peng, epidemiólogo del Gobierno local, ha señalado que el virus podría venir del extranjero pero que es necesario investigar más.

“Se ha detectado que el virus llegó de Europa, pero no está claro como llegó a este mercado”, ha indicado Yang. El epidemiólogo ha añadido que el virus podría haber estado en carne contaminada o haberse extendido en el mercado a partir de heces humanas.

China ha informado de un total de 83.000 contagios. El número oficial de personas fallecidas es de 4.634. El Gobierno chino se ha mostrado satisfecho por lo logrado. Los expertos dudan de las cifras oficiales. Desde un enfoque más crítico, algunas voces han señalado los límites impuestos al ejercicio de la información al comienzo de la pandemia.

Según el cálculo de la Universidad Johns Hopkins, se han registrado 7,9 millones de casos en todo el mundo y han muerto más de 433.000 personas.

Hu Xijin, editor del periódico Global Times, escribió en Twitter: “No existe la menor posibilidad de que Pekín se convierta en Wuhan 2.0. El mundo verá la gran capacidad China para controlar la epidemia, el fuerte liderazgo del Gobierno, el respeto a la ciencia, la voluntad de cooperación del público y la coordinación nacional de las medidas de control. Ganaremos de nuevo”.

Traducido por Alberto Arce

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