Análisis El Tour de Francia 2014, porque pedalear es divertido hasta virtualmente

Hay ciertos deportes, como el futbol, el baloncesto o incluso el hockey sobre hielo, que ya cuentan con adaptaciones virtuales casi perfectos en todos sus apartados, con fórmulas más que probadas a lo largo de los años gracias tanto al énfasis puesto por varias compañías de gran renombre como a miles de fans capaces de exprimir al máximo cada nueva entrega anual.

Sin embargo hay otros deportes que no hay llegado nunca a tal punto de adaptación. Y no hablamos precisamente de deportes minoritarios o casi desconocidos, si no de casos como el del ciclismo, el cual es capaz de aglutinar a millares de fieles frente a la pantalla del televisor cada vez que da comienzo su cita más importante, El Tour de Francia.

No, está claro que el ciclismo en el mundo del videojuego no cuenta con el impulso de compañías de gran renombre como EA Sports o 2K Games, pero la pasión de Cyanide Studios, responsables de la saga Pro Cycling Manager, ha servido para que este deporte cuente con un llamativo baluarte en el mundo virtual, sabiendo llevar sus juegos de menos a más con el paso de los años.

El Tour de Francia 2014 es el último ejemplo. Vamos a ello.

Jugabilidad: toda la emoción del ciclismo de élite.

Primero de todo, hay que decir que esta saga vivió su gran evolución el año pasado, con una entrega que consiguió desprenderse en gran medida de los puntos más flojos de sus predecesoras, sobre todo en cuanto a la edición de consolas. Ahora los chicos de Cyanide se han encontrado con un nuevo reto, llevar El Tour de Francia a la nueva generación.

Comencemos con la jugabilidad. Para quien no esté muy puesto en ciclismo, decir que es uno de los deportes más exigentes a la par que estratégicos al situar al corredor ante pruebas maratonianas siempre con la compañía de un equipo del que recibirá tanto apoyo como ayuda deba prestar él al grupo o a ciertos compañeros concretos según las instrucciones de su director. Es por ello que no estamos ante un deporte especialmente sencillo de plasmar en un videojuego, algo que resulta más que evidente a nada que echemos la vista atrás entre las diferentes entregas de esta saga.

Sí, porque la propuesta de Cyanide ha ido evolucionando desde un auténtico simulador de gestión en el cual teníamos que administrar un equipo, hasta el punto en el cual se encuentra hoy, dándonos la posibilidad de pasar de una perspectiva externa de este deporte para situarnos en primera línea, en la propia piel del corredor. Sin lugar a dudas, ese es el punto más fuerte de la entrega de este año, la cual coge lo mejor de su predecesora y lo lleva un pasito más allá.

Para el que piense que recorrer decenas de kilómetros sobre una bici virtual puede ser un auténtico tostón, que se pare a pensar por un segundo el grado de realismo del que goza este juego. Por supuesto no valdrá con pulsar el gatillo y pedalear como si no hubiese un mañana, si no que habrá que saber administrar al máximo nuestros esfuerzos si no queremos quedarnos colgando. De esta forma tendremos por ejemplo dos posiciones para nuestra correa (algo un tanto limitado), la posibilidad de aprovechar los descensos adoptando una posición aerodinámica o apoyarnos en el equipo para dejarnos llevar o en los contrarios colocándonos de forma que nos protejan del viento.

De esta forma el uso del resto de miembros del equipo será crucial, ya que podremos darles diferentes órdenes según la situación, como que ataquen, tiren del pelotón o realicen una escapada. Saber utilizar los recursos puestos a nuestra disposición, incluido por supuesto la posibilidad de realizar avituallamientos, será crucial para conseguir la victoria.

En cuanto a los modos de juego, más allá de disputar el propio Tour de Francia participando sólo o con otro jugador en modo cooperativo en todas sus etapas reales, también tenemos la posibilidad de fundar un equipo y llevarlo temporada a temporada hasta la gloria en el modo Pro Team, consiguiendo llamar la atención de los mejores corredores del mundo. Además contaremos con un modo 1 contra 1 que nos permitirá disputar las veinticuatro etapas del Tour en pantalla dividida, y un tutorial para aprender todo lo que hay que saber como corredor. El modo online por desgracia queda reducido a unos marcadores globales.

Apartado gráfico y sonoro: ¿alguna vez has querido visitar Francia?

Desde el punto de vista técnico, el juego de Cyanide vuelve a pecar de lo mismo, un apartado que cumple sin más por mucho que introduzca ciertas mejoras respecto a su predecesor. De hecho nos atrevemos a decir que tampoco hay grandes diferencias entre las versiones de PS3 y 360 y la de la nueva generación de PS4, la cual pecan de una simpleza sobrecogedora, particularmente en unos escenarios que podrían haber dado muchísimo más de sí. Dejando a un lado las toscas animaciones y el público casi de cartón piedra, creemos profundamente que uno de los puntos más llamativos del Tour son los bellos parajes por los que discurre, y un mayor ímpetu a la hora de plasmarlos habría servido para elevar la nota en este apartado consiguiendo de paso una mayor inmersión para el jugador. Eso sí, la versión para compatibles luce bastante mejor, aunque necesitaremos de una tarjeta gráfica competente para ejecutarlo en condiciones.

Estamos por lo tanto ante un juego bastante flojo en lo visual y que sencillamente cumple en lo sonoro, introduciendo nuevos comentarios para nuestro director de equipo y el comentarista deportivo. Sin embargo esto es algo que seguramente no importará demasiado a los más acérrimos seguidores de la serie, pero que indudablemente juega en su contra a la hora de atraer nuevos jugadores.

Conclusiones: un simulador profundo a la par que accesible.

Nuevamente desde Cyanide han conseguido plasmar la esencia del Tour tanto en espíritu como en forma y contenido. Podremos disfrutar de todos los corredores, equipos y etapas reales, así como de toda la emoción de este deporte cuando, al llegar al punto en el que el cansancio pese demasiado, nos veamos obligados a ejecutar un último sprint. Además el factor de equipo resulta crucial para ofrecer una mayor profundidad, aunque en este punto nos encontremos con ciertos errores menores de la IA.

Sin lugar a dudas su mayor pega es un apartado gráfico que puede llegar a resultar incluso preocupante para cualquiera que adquiera su versión para la next gen al no aprovechar este hardware como debería. Pero como decimos se trata de un punto que cualquier amante de este deporte debería ser capaz de perdonar.

En definitiva, nos encontramos ante un simulador deportivo accesible, que goza de un gran equilibrio entre lo arcade y los juegos de gestión para que cada cual pueda encontrar la profundidad que desee. Sin embargo tampoco evoluciona lo suficiente desde la entrega de 2013, la auténtica responsable de la gran mayoría de virtudes de esta entrega 2014.

Lo mejor:

Lo peor: