41 atendidos por culpa del calor en La Rioja
El director general de Salud Pública y Consumo, Juan Ramón Rábade, ha realizado esta mañana un balance de las incidencias registradas en materia de Salud Pública durante la primera mitad del verano, y cuyas actuaciones de prevención se enmarcan dentro de la campaña Vive el verano con Salud, que pretende sensibilizar a la población sobre la importancia del autocuidado en esta época del año.
Juan Ramón Rábade ha destacado que la primera parte del periodo estival se está desarrollando hasta el momento con “normalidad” en nuestra comunidad, lo que se traduce en que no haya ningún fallecido por culpa del calor. El último fallecido en La Rioja por esta circunstancia fue un varón de 60 años en 2015.
Asimismo, ha indicado que, desde que se activó el Plan de alerta, prevención y control de los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud en La Rioja el 1 de junio pasado, se han detectado 41 episodios de personas atendidas por patologías relacionadas con el calor en el Servicio Riojano de Salud, frente a las 66 registradas en el verano de 2017.
No obstante, el director general de Salud Pública y Consumo ha alentado a los riojanos a “no bajar la guardia ante el calor en lo que queda de verano” y ha explicado que, desde un enfoque sanitario, la exposición a temperaturas excesivas afecta especialmente a los niños, personas mayores, enfermos con patologías crónicas de base y personas que por razones laborales, deportivas o de ocio se exponen más a temperaturas extremas.
En lo referente a las temperaturas umbrales (36º máxima y 18º mínima), en lo que llevamos de verano, se han superado un día (3 de agosto), si bien la previsión para activar la alerta ha sido de 5 días. Rábade ha explicado que el Plan de Alerta establece las medidas necesarias para reducir los efectos asociados a las temperaturas excesivas en la población y pretende reducir el impacto de los episodios de calor extremo sobre la salud de la población, mediante actuaciones de vigilancia, prevención y control de los efectos del calor en la morbi-mortalidad de la población general y en especial de la considerada de riesgo. “De momento, sin grandes incidencias y funcionando a pleno rendimiento”, ha indicado.
Ninguna intoxicación alimentaria
Respecto a las intoxicaciones alimentarias, Juan ramón Rábade ha recalcado que hasta el momento no se ha detectado ningún brote de toxiinfección alimentaria en establecimiento público, mientras que han existido cinco en el ámbito familiar.
En lo referente a los ahogamientos, ha señalado que no se ha registrado ningún fallecimiento por ahogamiento en espacios acuáticos en lo que llevamos de verano.
Durante la temporada, las instalaciones calificadas de bajo riesgo reciben una visita y las de riesgo medio, dos; y si existe alguna calificada de alto riesgo, esta no podría permanecer abierta al público. En la primera visita, el número de instalaciones no conformes suele ser mayor que al finalizar la temporada, ya que se resuelven algunas de las deficiencias comunicadas y/o notificadas. La valoración del riesgo se realiza al finalizar la temporada de baño. En términos generales y teniendo en cuenta los resultados de años anteriores, alrededor del 70% de las piscinas son conformes a la normativa sanitaria y un 30%, presentan irregularidades.
Consejos para vivir un verano saludable
- Protegerse del sol, es importante tomar el sol de forma responsable eligiendo las horas más apropiadas; proteger la piel con crema de protección solar media-alta; hidratarse con frecuencia y utilizar gafas, gorras, viseras, ropas ligeras y cualquier otro elemento que nos proteja del sol.
- Llevar una alimentación adecuada, especialmente por medio del consumo de frutas y verduras, evitar las comidas copiosas y de digestión lenta, consumir los alimentos recién cocinados y conservarlos en el frigorífico.
- Evitar las actividades en el exterior durante las horas centrales del día. Si se practica ejercicio, que sea a primera hora o al atardecer y, sobre todo, refrescarse, hidratarse y llevar ropa adecuada.
- Se recomienda mantener la vivienda fresca cerrando las ventanas y con las persianas, toldos y cortinas bajadas en zonas expuestas al sol; ventilar el domicilio por la noche, y usar aparatos de refrigeración.
- Beber agua sin esperar a tener a tener sed, teniendo precaución de no beber de fuentes o abastecimientos no controlados sanitariamente.
- Si se toman de forma crónica medicamentos, se debe consultar con el médico.
- Usar ropa apropiada, ligera y de colores claros, evitando los tejidos sintéticos; sombreros y gorras son las mejores opciones para protegerse del sol.
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