A clase con botas de agua
Estos días ha llovido y con el agua, llegan los problemas al patio del colegio de Villa Patro. El suelo no tiene la inclinación suficiente para que el agua llegue al alcantarillado, con lo que se queda estancada formándose charcos que, en invierno, tardan una semana en secarse. Desde su construcción, hace seis años, el centro sufre esta situación cada vez que llueve. El Ayuntamiento de Lardero, encargado del mantenimiento, ha tomado medidas estas Navidades y, además, han enviado al aparejador para calibrar el problema.
Desde el AMPA del colegio culpan a los constructores y arquitectos responsables del proyecto, pero la empresa quebró y ya no se les puede reclamar nada. “Es muy incómodo. Los niños no pueden jugar así en el patio y tienen que tener unas botas de agua en clase para cambiarse cada vez que van al recreo”, informa Jordi Río, secretario del AMPA.
La presidenta, Berta Martínez, va incluso más allá y califica la situación de “peligrosa”. Y es que las caídas y los patinazos se repiten. El pasado 23 de diciembre se cayeron 4 padres y el curso pasado, una madre que estaba embarazada. Además, “el agua se queda encharcada y sale moho de la humedad”.
MEDIDAS DE ALIVIO
El AMPA ha denunciado esta situación ante el Ayuntamiento en reiteradas ocasiones. Como consecuencia, estas Navidades se instalaron dos canaletas para recoger el agua desde el techo del porche hasta la alcantarilla. “El problema se produce cuando llueve mucho, porque las rejillas no evacúan el agua con suficiente rapidez y se forman charcos”, explica el alcalde, Juan Antonio Elguea, quien ha detallado que, además de esta actuación, el aparejador ha estado comprobado in situ la situación para estudiar posibles soluciones.
En cualquier caso, no se contempla levantar el patio y acondicionarlo de nuevo por su alto coste y porque “no se puede garantizar que el nuevo suelo no tuviera problemas también”, añade Elguea.
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