Adrián Pazó refueza la zaga blanquirroja
Venía sonando desde hace tiempo. Bastante. Hasta el punto de que la semana posterior al duelo vivido en el Viejo Nervión contra el Sevilla Atlético, los compañeros del Desmarque de Bizkaia ya apuntaban la posibilidad de que Adrián Pazó recalara en la UD Logroñés. Carlos Pouso, al respecto, apuntó en Radio Marca La Rioja que “muy frío”, negando cualquier interés. Sin embargo, este domingo se ha confirmado que el central nacido en Vigo el 10 de noviembre de 1989 ha firmado por el cuadro blanquirrojo por espacio de una temporada.
Este defensa de 191 centímetros -se intuye que uno de sus puntos fuertes será el juego aéreo- procede del Arenas de Getxo, donde participó en 34 encuentros, haciendo 3 goles. Previamente acumula experiencia en Segunda división B -seis campañas- gracias a su paso por Pontevedra, Celta B y Coruxo. El pasado verano estuvo a punto de recalar en el Wimbledon, pero un inoportuno esguince de tobillo le privó de vivir el fútbol inglés, por lo que se bucó las habichuelas en el Arenas de Getxo, conjunto recién ascendido a la división de bronce tras apear a la Sociedad Deportiva Logroñés en la ronda final.
El futbolista, como viene siendo habitual, ha realizado las primeras declaraciones en la página web oficial de su nuevo club, la UDL. En este sentido, señala que “estoy muy contento e ilusionado por llegar a un club como la UD Logroñés”, ya que “tiene unos objetivos bonitos en la categoría y me motiva para seguir progresando como jugador”. Toda una responsabilidad: “Esperemos estar a la altura”.
CONVERSACIONES LARGAS
A este respecto, en el ámbito individual quiere “ayudar en lo máximo posible al equipo y estar al máximo nivel para ayudar al objetivo colectivo, que es el ascender a Segunda”. Apunta que “en los dos últimos años se ha quedado el equipo a las puertas y esta temporada he fichado con la idea de conseguir el ascenso”. Ambición a raudales. Reconoce que su incorporación se ha venido gestando desde hace semanas: “Carlos Pouso ha mostrado mucho interés en mí y llevábamos mucho tiempo de conversaciones”. El técnico vasco ha hablado con Adrián Pazó y le comentó que “me ha visto esta temporada progresar y que le gustaría que formara parte de este proyecto para intentar ascender a Segunda esta temporada. También que me lo pensara porque este es un gran club y es una ciudad con buena calidad de vida, por lo que no me voy a arrepentir”.
Hay que recordar que la UDL cambia este próximo ejercicio de grupo, que va al II junto a vascos, madrileños, castellano manchegos y canario. Una composición que conoce el refuerzo de los riojanos: “La temporada pasada fue la primera que jugué en el Grupo II, ya que antes lo había hecho en el I”. Indica que “es muy competitivo. La palabra competitividad es la que define al grupo II”, puesto que “hay equipos muy fuertes que pelearán por estar arriba y, como hay tantos vascos, será un grupo muy fuerte y muy físico”, resume. Quizá sus características sean claves para entender su llegada: “Soy un defensa central de 1,91 metros, con buen juego aéreo, contundente, fuerte y que va bien al cruce”.
Por último, lanza un mensaje a sus nuevos aficionados: “Espero que este año sigan apoyando como me consta que lo han hecho en las temporadas pasadas” para que puedan “ayudarnos a conseguir el ascenso. Por mi parte, es mi idea desde el primer momento, porque trabajo y sacrificio no van a faltar. Espero que sea un año bonito en el que podamos disfrutar todos”. Buenas intenciones del que se convierte en el tercer refuerzo en la parte defensiva de la UDL tras los fichajes del central sub'23 José Carrillo y del polivalente Luca Ferrone.
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