Alegría con aristas

Rioja2

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Vaya por delante que el primer objetivo de la temporada ya está cumplido; repetir presencia en la fase de ascenso a Segunda. Y quedan por jugarse aún cuatro jornadas. Aplausos. Con el cuarto lugar ya certificado toca pensar en mejorar la posición. Para conseguirlo hay que mejorar las prestaciones como local, es evidente. Que hasta diez equipos hayan sumado en Las Gaunas es un aspecto inquietante. Sí, hay dudas. Lógicas. Sobre todo cuando enfrente hay un equipo que descaradamente se mete en su campo y espera su oportunidad. Es el debe de un equipo al que parece poderle la ansiedad cuando tiene que ganar sí o sí como anfitrión.

Lo apuntaba Carlos Pouso el viernes en la previa, “lo más difícil es jugar sin espacios”. Ahí se le cae el mundo a la Unión Deportiva Logroñés. Máxime si desbarata oportunidades para marcar, como aconteció durante una primera mitad viva, en la que la ambición de los anfitriones pasó factura a un Burgos defensivo, rocoso y que no quería perder el orden ante el temor de un rival, el riojano, que suele jugar por oleadas y aprovechar el desconcierto generado.

Estaba claro que no era el día de las vaselinas. Que se lo digan a Carlos Fernández, el cual coincidió en el campo con Luis Morán, que probó fortuna en un par de ocasiones, en la segunda picó sin fe en el golpeo. Nada de nada. Tampoco estuvo fino Pere Milla en el remate. Sólo había que dirigirla y ponerla entre los tres palos tras la dejada de Luis Morán. Por las dieciséis que ha marcado. Una lástima. Sobre todo porque el arsenal ofensivo se redujo a estas tres ocasiones claras que podían haber dado tranquilidad al descanso, además de un lanzamiento lejano de Adrián León, desde la frontal, que sacó a córner Toni, y un gol anulado a Paredes por fuera de juego.

POLÉMICA Y GOL ANULADO

Entre medias, dos jugadas dudosas: agarrón a Pere Milla cuando se presentaba ante Toni y falta de Adrián León dentro del área del Burgos. Dos acciones que animaron a una grada que palideció cuando el duelo se demoró unos minutos porque a un aficionado -habitual a los entrenamientos de los sábados matinales en El Mundial'82-, ubicado en el Fondo Sur, sufrió un episodio epiléptico. La pronta acción del médico de la UDL, Vicente Elías, la Cruz Roja y los espectadores evitaron males mayores. Sin duda, la mejor noticia de la tarde.

Retomando lo vivido sobre el terreno de juego, la UDL se mantuvo firme en sus aspiraciones, ambicionó dominar, hacerse fuerte como local y mostrarse sólido en defensa. Titi y Pere Milla, desde los costados, Luis Morán, con movilidad por dentro, y Carlos Fernández, como referente, transmitían peligro, mientras que el doble pivote Jacobo y Adrián León -el técnico vasco parece convencido de esta dupla en la medular- daban consistencia. El Burgos, por su parte, a lo suyo. Más pendiente de destruir que de elaborar. Pese a ello, gozó de una buena ocasión para sorprender en Las Gaunas. Menos mal que Miguel, siempre atento, evitó con una buena parada que los suyos acudieran al ecuador del choque por debajo en el marcador tras el tiro de José Fran.

SIN EL ÚLTIMO PASE

En la segunda parte, el duelo bajó sus decibelios. Pouso fue modificando sus intenciones. De la velocidad del comienzo a la combinación por dentro y la paciencia después. Con Chevi y Muneta el juego fue más previsible, menos eléctrico. Cierto que el Burgos ya estaba encaminado a aguantar sin encajar de manera descarada. Adoleció de profundidad en el juego y de encontrar ese último pase. Pere Milla -el factor desequilibrante en la asistencia y en el remate- fue sustituido por cansancio y calambres. Conclusión: ni un tiro local entre los tres palos. Sin reproches en la actitud y en las intenciones de querer atacar y buscar los tres puntos que le hubieran permitido estar más cerca del liderato tras la derrota del Racing de Ferrol el sábado contra el Compostela (0-1) y las tablas entre Racing de Santander y Tudelano.

Evidentemente, la sensación es de haber desperdiciado una buena oportunidad para estar más cerca de los mejores, pero hay que quedarse con lo positivo y con la clasificación matemática para el 'play off' -el Pontevedra perdió ante el Celta B por 1-2 y queda a 12 puntos, igual que Cultural Leonesa y Burgos, con los que también se tiene ganado el golaveraje-, además de con un primer tiempo en el que la UDL mostró una cara más incisiva y profunda, lo que demuestra que cuenta con capacidad para generar ocasiones. En este sentido, el acierto, en este tramo final liguero, y en las eliminatorias que llegarán en un mes serán claves para averiguar cuál es el verdadero sitio de un bloque que necesita a todas sus piezas. Más recursos, más posibilidades.

FICHA TÉCNICA

UD Logroñés: Miguel; Miguel Santos, Borja, Santelices, Paredes; Jacobo, Adrián León; Titi, Pere Milla (Chevi, min. 68), Luis Morán (Muneta, min. 57); y Carlos Fernández.

Burgos: Toni; Andrés, Carlos, Quesada, Castañeda; José Fran, Prosi (Pepe Delgado, min. 32), Zarandona, Fito Miranda (Germán, min. 83); Ánder Vitoria y Camochu (Sergio Cortés, min. 58).

Goles: No hubo.

Árbitro: Iván Caparrós Hernández (colegio Valenciano). Amonestó al local Paredes (min. 63); y al visitante Quesada (min. 88).

Incidencias: 4.037 espectadores en Las Gaunas, según informó el club organizador. El partido comenzó con unos diez minutos de retraso porque un aficionado, ubicado en el Fondo Sur, sufrió un ataque epiléptico del cual se recuperó tras la llegada del médico de la UDL y Cruz Roja.

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