Asaja pide más seguridad ante la escalada de robos en el campo
Asaja reclamó a las administraciones central y autonómicas que refuercen las medidas de seguridad y vigilancia en las zonas rurales ante la “escalada generalizada” de robos que se están produciendo en el ámbito rural y que, según afirmó, “atentan, no sólo contra la propiedad, sino también contra la propia integridad física de agricultores y ganaderos”.
“En el sector agrario no se recuerda una oleada de robos tan intensa”, afirmó la organización agraria, que aseguró que existen denuncias en todos los puntos de la geografía española relacionadas con hurtos de todo tipo, desde sistemas de riego (pivots y canalizaciones) y cableados eléctricos, hasta transformadores, maquinaria agrícola, gasóleo y todo tipo de útiles y materiales empleados en las tareas agrarias.
La organización que preside Pedro Barato señaló que, en la mayoría de los casos, a las pérdidas provocadas por los robos del material hay que unir las generadas por los destrozos provocados en las explotaciones.
Sólo en la Comunidad Valenciana, los agricultores de Picassent contabilizan pérdidas cercanas a los 20.000 euros por robos de cobre en la Comunidad de Regantes Canal Júcar-Turia Sector XI y en un pozo de sequía de la Comunidad General de Usuarios.
En Castilla-La Mancha, las denuncias por robos en naves agrícolas situadas a las afueras de los municipios “se ponen por decenas”, por lo que los propios agricultores han organizado patrullas de vigilancia nocturna, “con el peligro que ello conlleva para su propia integridad física”.
Asaja apuntó que en Andalucía se está constatando una “nueva modalidad de robo”, consistente en apoderarse de productos agrarios para venderlos posteriormente en los centros comercializadores. En Almería, los productos “mas valorados” son pepinos y calabacines que son robados por la noche, con el consiguiente destrozo en la plantación, según la organización, que cifró las pérdidas entre 3.000 y 9.000 euros por explotación afectada.
En Castilla y León, las instalaciones de las cooperativas agrarias, las bodegas y los almacenes de suministros --semillas y fertilizantes-- también son objeto de robo y los daños provocados en mobiliario, pérdida de documentación, depósitos y cajas registradoras “son de elevada consideración”.
También entre las masías catalanas se ha registrado un “alarmante” incremento de denuncias por robos, que se repiten igualmente en La Rioja, Aragón y Extremadura.
Ante esta situación de “indefensión e inseguridad rural” que sufre el conjunto del sector agrario, Asaja reclamó al Ministerio del Interior y a las comunidades autónomas que incrementen las medidas de seguridad, control y vigilancia, y que aumenten los efectivos, que “en las zonas rurales suelen ser generalmente escasas”.
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