Borrachos al trabajo
El Gobierno de Perú expresa su disgusto por la decisión del máximo tribunal del país, que considera que no es lícito despedir a un empleado por acudir borracho al trabajo. La Corte Constitucional ha ordenado que Pablo Cayo se reincorpore a su puesto en el ayuntamiento de Chorrillos (un vecindario de la capital, Lima), de donde fue despedido por ese motivo.
Según la sentencia, el despido es una medida excesiva porque, a pesar de que Cayo estaba borracho, no ofendió ni hizo daño a nadie, ha explicado uno de los jueces, Fernando Calle.
Calle también ha descartado que vaya a revisarse la sentencia, a pesar de las quejas del Gobierno.
El ministro de Trabajo, Jorge Villasante, ha declarado que “no es buena idea relajar las normas en el lugar de trabajo” y Celso Becerra, miembro de la administración local de Chorrillos, que fue quien despidió al trabajador, se pregunta “cómo es posible impedir que un trabajador bebido atropelle a alguien si se le permite acudir en esas condiciones”.
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