Cuando un contrato de trabajo se convierte en un salvavidas

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Adelia y Emilio habían cruzado el Atlántico buscando una vida mejor. Como centenares de bolivianos escogieron La Rioja para comenzar de cero y proporcionar una buena educación a sus tres hijos de 17, 16 y 13 años de edad.

Durante dos años trabajaron sin papeles en una peluquería, ella, y en la construcción él. Pero desde hace un mes la tragedia se ha instalado en sus vidas. A Adelia le detectaron un cáncer fulminante y en 21 días dejaba solos a su marido y a sus hijos. Emilio ha perdido su trabajo en la construcción debido a la crisis económica.

Cuando parecía que nada podía ir peor, han recibido un ultimátum legal: de no presentar un contrato de trabajo serán expulsados de España por su situación irregular. “Mi esposa era el sustento de la familia. No tenía papeles pero traía un sueldo fijo todos los meses y estaban arreglando su situación” dice Emilio.

Ahora su situación es crítica: “Necesito un trabajo. Soy oficial de primera y puedo trabajar en la construcción y en las reformas de pisos” asegura este vecino de Lardero. Precisamente este municipio se ha volcado ayudando a esta familia. El Ayuntamiento corrió con todos los gastos de Adelia, una mujer muy querida y conocida en el pueblo y les ha aconsejado para poder solicitar más ayudas sociales en cuanto regularicen su situación en España. “Sabemos que podemos optar a las ayudas para familia numerosa o las del alquiler joven ya que mi hija mayor pronto cumplirá 18 años” dice Emilio, “pero para pedir las ayudas necesitamos el permiso de trabajo”.

Esta familia recibe la ayuda de su hermano y sobrinas pero debe pagar un alquiler. “La dueña del piso en el que vivimos ha cedido en que la fianza sirva para pagar este mes” dice Vicente, hermano de Emilio, “pero tenemos que marcharnos, no podemos vivir en un piso que no podemos pagar”. El alquiler de esta vivienda asciende a 350 euros y por ello esperan encontrar otra casa, aunque sea más vieja, en la zona con un alquiler más económico. “Hemos recibido ayuda de la parroquia que nos ha proporcionado víveres, pero eso se acaba” asegura Vicente.

La familia de Emilio ha abierto una cuenta en la Caixa para que todo el quiera ayudar pueda hacerlo. El número de cuenta es 0100135535 y agradecen la colaboración y ayuda tanto del equipo médico del Hospital San Pedro como el Ayuntamiento y de la Parroquia de Lardero como a la dirección del Colegio San José-Maristas donde estudian sus hijos. También han sido arropados por la Asociación Boliviana de La Rioja.

Aquella personas que puedan ofrecerles un trabajo pueden ponerse en contacto con esta redacción (941 584 411) y les proporcionaremos el número de teléfono de Emilio.

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