Diez años desde que ETA quiso acabar con Calahorra
Hace diez años ya que ETA atentó en Calahorra. Diez años de aquel Viernes Santo en el que la banda terrorista atacó el cuartel de la Guardia Civil de la localidad con 70 kilogramos de explosivos. Y, en este aniversario, el alcalde de la localidad, Luis Martínez Portillo ha confesado, a través de las redes sociales, “sentirse orgulloso del comportamiento ejemplar de los calagurritanos aquel día”. Y es que, Martínez Portillo recuerda “la serenidad con la que se respondió a la tragedia porque ese mismo día nos reunimos en el Ayuntamiento y decidimos darle normalidad y acudir a la procesión de Viernes Santo de la Noche a pesar d que llevábamos todo el día en la zona cero”.
Una fecha que difícilmente olvidarán los calagurritanos. El concejal Óscar Eguizábal confiesa que nunca olvidará el momento de la explosión“. ”La viví junto al alcalde y mis compañeros desde la esquina de la farmacia Piñeiro“. Afortunadamente, asegura, ”por la rápida intervención de la Guardia Civil y de la Policía Municipal no hubo que lamentar víctimas“.
Aún así, ETA dejó en Calahorra más de 3,5 millones de euros en daños, 350 viviendas afectadas, más de 100 locales comerciales destrozados pero, “en menos de un año fuimos capaces de devolver a la zona su estado original e incluso mejorarlo”, dice orgulloso Eguizábal. Por todo esto, este 21 de marzo, y a través de las redes sociales, este concejal quiere rendir un homenaje a “todos los calagurritanos que fuimos, somos y seremos un ejemplo para todos”.
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