Dos riojanos, campeones del mundo de duatlón para ciegos
Suena el teléfono en Haro a cuatro días de la gran cita mundialista: “Darío, estas convocado”. Es una llamada que probablemente Darío soñó con recibir en sus tiempos como portero de fútbol. Pero esta seguro que le hizo más ilusión aún. Al otro lado del aparato estaba su amigo y paisano Fernando Riaño con una invitación a acompañarle como guía en el Mundial de Duatlón adaptado para ciegos (PT2)
A sólo 7 días de este evento, Fernando había recibido una dura noticia: Jesús Celada, su compañero de entrenos y guía habitual, se había lesionado tras sufrir una caída. Parecía el final abrupto a un año de sacrificio rumbo a la cita internacional, puesto que parecía imposible encontrar un sustituto en tan corto periodo de tiempo.
Apurando las posibilidades, Fernando pensó en Darío como opción para acompañarle a la cita, a disputar en Zofingen (Suiza). Pero al mismo tiempo le parecía improbable que su colega aceptara, ya que en dos semanas disputa el Nacional de Triatlón: la gran cita anual de este deporte. En los días previos a una prueba como esa los deportistas miden cada esfuerzo, cada aliento, en pos de maximizar su rendimiento y evitar lesiones.
El Campeonato del Mundo presentaba un recorrido de 10km a pie, 150km de bicicleta y una carrera final de otros 30km. Nada de esto rizó un pelo a Dario, quién respondió a la proposición con otra cuestión: ¿Día y hora de salida del avión?
Tras la euforia inicial nuestros protagonistas iniciaban una carrera burocrática que les iba a servir para calentar de lo lindo: gestiones ante la Federación Internacional de Triatlón (ITU) para incluir la inscripción a ultima hora de Darío y ante las autoridades suizas, que les tuvieron rellenando papeles durante horas. Hay que recordar que este país se encuentra fuera de la UE, lo que dificulta la movilidad en el actual contexto COVID.
Con todos los trámites superados, turno para despejar la incógnita más importante ¿Cómo podría la pareja acoplarse sin haber compartido un sólo entrenamiento juntos?
La orografía del terreno, montañosa y con el clima alpino en su salsa (10 grados y lluvia) ponía a los jarreros en una situación de desventaja respecto al resto de participantes, quienes si habían podido preparar la necesaria coordinación deportista-guía incluso en competición.
Una victoria con todos los ingredientes
Pero en la víspera de la prueba ambos visitaron los “puntos calientes” del recorrido y, mientras descendían por una colina de asfalto húmedo a más de 70km/h, a Fernando le quedó todo claro. La tranquilidad y la confianza que le transmitía Dario les iba a permitir salvar el desafío: iban a bailar bajo la lluvia.
Dicho y hecho. Como si fuera fácil. Como si fuera el final feliz de una película con cien giros cuyo capitulo final ya estaba escrito. A las 8 de la mañana de este domingo, Dario y Fernando tomaban la salida de la competición decididos a ser los reyes de la escena. Su equipación rojigualda se hizo notar desde el primer tramo y a los 20 minutos se colocaban en una primera posición que ya no abandonarían.
El apoteosis de este logro en forma de título mundial llegó en meta, donde Fernando Riaño dedicó la victoria al coronel Jesús Gayoso, fallecido el año pasado y a quien le unía amistad.
Una medalla de oro con un esfuerzo y una pasión admirable y casi más lo será el día después. Su llegada al Aeropuerto de Barajas no incluirá recibimientos multitudinarios en loor de multitudes. Fernando y Dario retornarán mañana a sus ocupaciones laborales y continuarán con su vida como si nada hubiera pasado. Como si su extraordinaria historia no hubiera tenido lugar, pero igualmente felices por haberla hecho posible.
Por su gran logro y las circunstancias que lo han acompañado creemos que es una de las mayores gestas riojanas ya no sólo en el deporte, sino fuera de él ¡Enhorabuena!
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