El Anguiano no perdona...
El Anguiano conseguía tres puntos importantes al ganar por un gol a dos al Yagüe, en un partido emotivo desde el principio. Comenzaba el duelo guardándose un minuto de silencio por el fallecimiento de Florentino Iturbe, conocido y querido restaurador riojano y muy unido al Yagüe, al igual que toda su familia (su hijo, Nacho, es entrenador del Infantil 96') que quiso dedicarle el encuentro.
No pudieron obsequiarle con una victoria pero no fue por falta de ganas y de esfuerzo. Los locales salieron bien colocados en la primera parte, férreos en defensa y con sus líneas adelantadas, poniendo el peligro muy pronto en la portería de Josean. Y tanto apretaba el equipo local que no tardó en llegar el primer gol, en el minuto 6 obra de Víctor, que elevaba un balón despejado por el portero, fuera de su portería, al que no pudieron llegar los defensas. Uno a cero en el luminoso pero a partir de ese momento el Yagüe pareció entrar en un cúmulo de infortunios. En dos jugadas aisladas, se lesionaron de gravedad dos jugadores locales: Jona (rotura y desplazamiento de clavícula) y Diego (golpe en la rodilla).
El Anguiano poco a poco iba mostrando su juego y despertando del letargo que sufrió durante gran parte de la primera mitad, en la que tan sólo llegó con peligro en el minuto 33, tras una falta directa lanzada por D. Ruiz, en donde el balón daba primero en el palo derecho y rebotaba después en el izquierdo. Una jugada de carambola que avisaba a los locales que el gol del empate podía llegar.
Y así ocurrió, casi al término de la primera mitad. Joseba, ve el desmarque interior de su compañero Richi, que se queda sólo ante el portero y le gana la partida por bajo. Se llegaba así a la segunda parte, más lenta debido a las continuas faltas y no exenta de polémica.
El ábitro, en el minuto 76, pitaba un penalty en contra del Yagüe, a instancias de su asistente, que apreció pena máxima en un jugada entre Richi y Castro. Éste le ganó la partida claramente al delantero pero el juez de línea apreció carga del defensor dentro del área pequeña. El Anguiano, ajeno a las protestas locales, no desperdició la ocasión y trasformó la pena máxima.
A partir de ese momento, las ocasiones se sucedieron en uno y otro campo pero, a pesar del esfuerzo local, los amarillos no pudieron evitar la derrota, aún más amarga por ser en el último partido de la primera vuelta y por querer habérsela dedicado a la memoria de Florentino Iturbe. No hubo triunfo pero si homenaje: el partido fue por y para ÉL. Descanse en PAZ.
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