El bronceado artificial también hace daño

Un grupo de trabajo de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, dependiente de la Organización Mundial de la Salud, hace oficial la sospecha de que las cámaras de rayos UVA son dañinas para la salud. Las clasifican como “dispositivos cancerígenos para las personas”.

Los científicos han incorporado sus conclusiones a la propia agencia y han informado también en una de las revistas más prestigiosas de su especialidad: The Lancet Oncology.

En su trabajo, combinaron el análisis de 20 trabajos de investigación, concluyendo que el riesgo de desarrollar melanoma cutáneo se incrementa hasta un 75 por ciento si uno empieza a meterse en las cabinas de bronceado antes de cumplir los 30 años.

También consideran que hay bases científicas suficientes para afirmar que los rayos UVA, UVB y UVC incrementan el riesgo de melanoma ocular. Había trabajos anteriores, llevados a cabo con animales, que mantenían ambas hipótesis, pero esta vez se han comprobado estudiando a la población (estudios epidemiológicos) y agrupándola en función de que usaran o no dichos dispositivos de bronceado artificial.

El hallazgo respalda las actuales recomendaciones de la OMS sobre la necesidad de evitar exponerse a las cabinas de bronceado y protegerse de la exposición excesiva a la luz del sol.