El centro médico que atendió a la niña no dio importancia a la caída que originó su muerte
La sala de urgencias del Centro Médico del Mojón, en el municipio tinerfeño de Arona, auscultó a la niña Aitana R.G. --que falleció el jueves tras cuatro infartos-- el pasado sábado tras caerse del columpio y llevarla el novio de su madre, Diego P.V., y su cuñada para que la vieran “sin darle mayor importancia a la caída, si bien mostraron su preocupación por el estado de salud de la niña”.
Así se desprende el auto judicial emitido por el juez titular del Juzgado de Primera Instancia número 7 de Arona, Nelson Díaz Frías, en el que el acusado de presunto homicidio y maltrato, Diego P.V., por la muerte de la menor ha sido puesto en libertad condicional y sin fianza, pues informes médicos ampliados han descartado cualquier tipo de violencia o agresión sexual contra la chiquilla .
“El centro médico de urgencias a que llevaron a dicha menor tras la caída el mismo sábado día 21 dijo que la niña mejoraría, no dándole mayor importancia a la caída, aunque se mostraron bastante preocupados por el estado de salud de la niña”, expone el auto, que incluye las valoraciones hechas por la autopsia así como testigos de la familia.
La conclusión a la que llega el mismo recalca que “los hechos que han dado lugar a las presentes actuaciones, en este estado procesal, no pueden ser calificados, ni siquiera indiciariamente de constitutivos de un delito de homicidio ni de maltrato en la persona de la menor fallecida”.
“Así, y a pesar de que en el informe médico inicial se puso de manifiesto la existencia de lesiones a nivel vaginal y anal en el cuerpo de la menor, lo cierto es que en el informe médico forense realizado tras el examen de la menor se ha hecho constar que ”no se observan lesiones traumáticas a nivel genital ni anal sugestivas de agresión sexual“, por lo que no existe indicio alguno que permita afirmar, y ni siquiera sospechar, que la menor fallecida hubiese sufrido agresión sexual alguna.
Dicho informe ha revelado que la causa principal de la muerte de Aitana fue una caída accidental de una antigüedad de 5 ó 6 días que ha confirmado las declaraciones de Diego P.V., que dijo que la niña se había caído de un columpio en la urbanización en la que vivían, “apreciándosele únicamente un traumatismo nasal”.
ALERGIA Y NO QUEMADURAS
Sobre las quemaduras del cuerpo, según el informe médico, “estas lesiones observadas microscópicamente no tienen las características esperadas en una quemadura y no son compatibles con las mecanismos de llama, cigarrillos o secador de pelo. Entre los diagnósticos diferenciales que se barajan están un cuadro alérgico (por ejemplo una crema), escaladadura estafilocócica, etc...”; y ello a pesar de las manifestaciones del imputado que indica que una de ellas, al menos, se la causó accidentalmente el referido imputado mientras le secaba el cuerpo a la niña con un secador tras haberla bañado“.
Sobre las lesiones externas e internas, el médico forense ha indicado que son fruto de las maniobras de reanimación y que algunos de los golpes podrían haber sido fruto de la manipulación quirúrgica del intestino.
Asimismo, y según el auto, ni vecinos ni el colegio al que acudía Aitana vieron indicio alguno de maltrato. La madre avaló siempre las tesis y lo dicho por Diego P.V. sin “ningún sentimiento de duda o rencor”. Tanto el padre de la menor como su madre corroboraron que era “habitual” que la niña presentara moratones.
Diego P.V. que ha sido puesto en libertad ha anunciado, según ha recogido Radio Nacional de España en Canarias, que iniciará acciones contra los médicos que presentaron la denuncia.
DOS DÍAS SIN AITANA
Diego P.V., de 24 años, es el novio de la madre de la niña de 3 años que murió en Tenerife el pasado jueves. El joven ha permanecido dos días en el juzgado de Arona prestando declaración, tras el fallecimiento de la menor en el Hospital de la Candelaria el pasado jueves.
La detención tuvo lugar el pasado miércoles por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Playa de las Américas, en el municipio tinerfeño de Arona, acusando a Diego P.V. como presunto autor de un delito de abuso sexual y de lesiones a la hija de su pareja sentimental.
Un primer reconocimiento realizado a la menor en el Centro de Salud local le diagnosticó una parada cardiorrespiratoria, distintos traumatismos en el cuerpo, así como lesiones por quemaduras en la región dorsal y lumbar. La niña, una vez pudo ser reanimada, fue trasladada a La Candelaria donde, tras cuatro paradas cardiorrespiratorias, falleció en la noche del jueves.
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