El clan familiar acusado de tráfico de drogas en avenida de Navarra acepta 18 meses de cárcel
Cinco de las siete personas -dos están en rebeldía- que se sentaban hoy en el banquillo acusados de tráfico de droga han aceptado 18 meses de prisión y multa de 1.500 euros por el delito contra la salud pública y 6 meses por el de tenencia ilícita de armas, si bien las condenas han quedado suspendidas a condición de que los acusados no vuelvan a cometer delito durante 5 años. El delito de pertenencia a organización criminal se ha retirado.
Además, según al acuerdo al que han llegado las partes, uno de ellos para eludir la prisión deberá además presentar los justificantes oportunos que demuestren que está en tratamiento para superar su adicción a sustancias estupefacientes. El tribunal ha aplicado para aceptar las rebajas de penas la atenuante de dilaciones indebidas y la eximente de toximania.
El Ministerio Fiscal pedía entre ocho y seis años de cárcel a un clan familiar (compuesto por dos matrimonios, en los que ellas son hermanas, y los tres hijos de ambas parejas) acusado de tráfico de drogas usando los domicilios colindantes en los que residían.
Tal y como relata el escrito de acusación, los encausados, residentes todos ellos en dos viviendas de un edificio de la logroñesa Avenida de Navarra, se dedicaban a la venta de cocaína, heroína, cannabis y hachís.
Lo hacían, siguiendo la acusación del fiscal, en sus domicilios, entregando a los consumidores finales las sustancias a cambio de un precio y colaborando todos tanto para conseguir la droga como para hacer labores de vigilancia ante la presencia de la policía.
Los acusados son el matrimonio compuesto por R.N.S., de 51 años, su mujer L.A.J, de 49, y su hijo, R.N.A, de 28 años.
Junto a éstos, el matrimonio compuesto por A.J.J, de 52 años, y M.C.A, de 51; así como sus hijos J.C.J, de 26 años, y D.J.A, de 33.
Tal y como consta en el escrito de acusación, entre los días 12 y 30 de enero de 2018 se detectaron once entregas de droga.
El 7 de febrero tuvo lugar una entrada en los domicilios, y registro, donde, además de la droga, se intervinieron dos defensas policiales, un machete, dos bastones estoque, una defensa extensible, dos navajas retráctiles, un cuchillo de monte y unos Munchacos en un domicilio.
En el otro, un cuchillo de monte, una defensa metálica extensible, un cuchillo, una defensa eléctrica con su cargador, una defensa policial, una katana, y siete navajas retráctiles de grandes dimensiones. La totalidad de la droga intervenida hubiera alcanzado en el mercado ilícito un precio de 1.000,86 euros.
Para el fiscal, estos hechos son constitutivos de un delito de pertenencia a grupo criminal y otro contra la salud pública en su modalidad de sustancias que causan grave daño a la salud.
El fiscal indica, alternativamente al delito de pertenencia a grupo criminal -que ha sido retirado-, y para el supuesto de que no fuera oportunamente apreciado el mismo, imponer a los encausados un delito de tenencia ilícita de armas. Considera que concurre en varios de ellos la circunstancia agravante de reincidencia.
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