El Clavijo se gusta para sumar una valiosa victoria
El Clavijo respira. Victoria para no perderse, para no quedarse aislado. Y eso que todavía sigue penúltimo, pero ahora ya tiene a tiro la permanencia. Suma 4, pocas para las alturas del curso, pero tras superar los 100 puntos ante Levitec Huesca, 103-85, evidencia que cuenta con mimbres para salir de la zona peligrosa. Al menos, intentarlo. La intensidad defensiva propicia superioridad en los rebotes, robos y poder salir con velocidad. Cuando los de Jenaro Díaz lo consiguen con regularidad, sus rivales no llegan, les falta el aire, claudican ante la energía que imprimen los riojanos. Sólo hay un problema, aguantar en los parciales, que no haya colapso en ataque, que el juego ofensivo no se nuble. Si eso acontece, llega el parcial del oponente y adiós, luego cuesta ir a remolque. Sin embargo, cuando el Clavijo es constante, cuando los porcentajes son elevados, como este domingo -72% en tiros de dos y casi el 50% en triples- todo es aparentemente sencillo.
Eso no quita para constatar que este bloque ofrece recursos individuales, siempre al servicio del colectivo, que dan un punto más. Así, la conexión Quintela, Balamou y Martínez -tanto en ataque como en defensa- fue fundamental en el primer tiempo, Pero también el acierto de Coggins, estelar con 25 puntos y uno de los artífices durante el tercer cuarto del arreón definitivo para llegar al cuarto triunfo de la temporada. Sin olvidar la superioridad en el rebote en la segunda mitad, 18-8, gracias a un Adala Moto contenido por las personales y demoledor cuando estuvo en pista. Pero todos aportan, desde Gutenius, pasando por Cabot, Bieshaar y Yates, que sabe que va contar con protagonismo en determinados momentos del encuentro. Newby está en ello. Empezando a definir su rol y a aceptarlo, quizá lo más complejo.
El caso es que el Clavijo disfrutó. Superó los 100 puntos, no es fácil. Le puso una energía extra a la que Huesca no pudo llegar. Ni de lejos. Eso sucedió en el tercer cuarto con un 29-16 letal. 10 puntos de Martínez, 8 de Coggins, superioridad en el rebote (8-2), 8 asistencias, 5 recuperaciones y casi pleno en tiros de dos (8 de 11). Ahí sacó la bandera blanca Huesca para pensar en su próximo compromiso. Todo lo contrario que los hombres de Jenaro Díaz, crecidos, eufóricos y conscientes de que no podían relajarse lo más mínimo. Así se puede entender que la ventaja se fuera hasta los 20 puntos como máxima en varias ocasiones (90-70, 95-75 y 99-79). Además, alcanzar los tres dígitos estaba cerca. Adala Moto pudo hacerlo pero se pasó de frenada con un mate. Tuvo que ser Quintela, a falta de unos segundos el que llegó a los 103 puntos.
EQUILIBRIO HASTA EL DESCANSO
Quintela, Balamou y Martínez le dieron un plus al Clavijo durante los primeros veinte minutos. Cada vez que los tres coincidían en pista, el equipo riojano lo agradecía. En ataque, había más fluidez, incluso diversidad de opciones. Pero es que en defensa, la intensidad también aumentaba, sobre todo, a la hora de meter manos. Con Newby y Coggins a la vez todo era diferente. Más anárquico, impredecible. También más impreciso. Pese a ello, el acierto exterior de Coggins fue fundamental en los finales de cada uno de los dos primeros cuartos para que los riojanos fueran por delante.
Mención aparte el trabajo de los interiores. Bieshaar, Yates y Adala Moto, coartado tras ver dos personales en los primeros cuatro minutos, le da un punto más de intensidad bajo los tableros. Gutenius, por su parte, muestra claros, en ataque, y oscuros, en defensa. El sueco amenaza por fuera, goza de buen tiro, y sabe penetrar, lo demostró este domingo, pero le cuesta contagiarse de sus compañeros cuando hay que fajarse. Fontet lo aprovechó. No fue el único porque cuando Gutenius se quedaba debajo del aro, los jugadores del Huesca buscaban la manera de penetrar ante la falta de intimidación.
Pese a ello, el Clavijo mandaba en el marcador después de los primeros veinte minutos, 46-45, en un choque equilibrado en el que, en el segundo cuarto, los constantes parciales movieron el electrónico más de la cuenta. Salvo el 2-5 en el que Van Wijk estaba cómodo, metió los primeros 7 puntos de su equipo, el Clavijo era mejo bajo el mando de Quintela, el poderío físico de Balamou y la versatilidad de Martínez. Con 19-14, a los 7 minutos pese a que Adala Moto ya estaba en el banco por personales, la sensación era de que el equipo riojano estaba siendo superior en muchos aspectos a su oponente. Pero Fontet, con dos mates y una bandeja, puso en evidencia a los logroñeses para cerrar el primer cuarto con 24-22.
Sin Quintela en pista, el Clavijo tiraba de individualidades. La defensa está a buen nivel porque Huesca no anotaba, pero los de Jenaro Díaz no aprovecharon esa circunstancia para ampliar la renta. Las imprecisiones aumentaban y los de Guillermo Arenas pescaron en río revuelto para mantener la renta, 28-26, en el ecuador del segundo acto. El técnico asturiano recomponía su cinco. Quintela, Balamou y Martínez demostraron complicidad para enganchar un parcial de 9-3 que provocó el primer tiempo del partido después de 16 minutos. El 37-29 preocupaba a Huesca que reaccionó con un 0-6 que comprimía el electrónico, 37-35. El base vasco veía la segunda personal y Jenaro Díaz optó por no arriesgar. Coggins se echó el equipo a sus espaldas: un triple, 42-37, y un tres más uno, 46-45. Entre medias un nuevo parcial favorable de los visitantes, de 0-8, para llegar al intermedio.
Entonces la historia varió tras el paso por los vestuarios. El Clavijo dio continuidad a lo que había hecho hasta ese momento. Huesca no aguantó. Quintela seguía repartiendo juego, Martínez (10 puntos en este cuarto) las hacía de todas las maneras, Coggins se crecía desde el triple, Yates dejaba su impronta y Adala Moto empezaba a disfrutar yendo de un lado a otro de la pista. Enfrente, Marzo y Adekoya daban señales en ataque, donde los de Guillermo Arenas no estuvieron a la altura. La intensidad defensiva de los locales era igual a la del comienzo del partido, pero la frescura de piernas y cabeza de los oscenses había disminuido bastante. El desajuste fue lógico, 29-16 que dejaba un 775-61, y a pensar en otro cosa.
Sobre todo porque el Clavijo, con Coggins enchufado se marchaba hasta los 19 puntos, 84-65, nada más arrancar el último cuarto. Adala Moto estaba con ganas, desatado, atacaba el aro hasta con demasiada fuerza. Huesca lo veía imposible, así que trató de evitar que la renta fuera a más. Jenaro Díaz rotaba y hacía partícipes del triunfo a otras piezas, Balamou, Bieshaar y Cabot. Todos respondía con creces, aportando. La diferencia se iba a los 20 puntos, 90-70, con 4 minutos por delante. El triunfo está logrado. Faltaba por conocer si los anfitriones ambicionaban los 100 puntos. Quintela, a 4 segundos del final, lograba el 101. Tenía un tiro libre para aumentar la renta. Falló, cogió su rebote y cayéndose cerraba el partido con un contundente 103-85.
FICHA TÉCNICA
Clavijo: Quintela (15), Balamou (10), Martínez (16), Bieshaar (6) y Adala Moto (8), cinco inicial, Gutenius (6), Coggins (25), Newby (4), Yates (8) y Cabot (2).
Levitec Huesca: Marzo (11), Sans (15), Sergio Rodríguez (15), Van Wijk (21) y Adekoya (7), cinco inicial, Fontet (6), Motos (4), Pablo Pérez (4) y Pavlovic (2).
Parciales: 24-22, 22-23 (46-45 al descanso), 29-16 (75-61) y 28-24 (103-85 al final).
Árbitros: Asier Quintas Álvarez y Adrián Iglesias Ambrosio. Eliminado por faltas personales el visitante Sergio Rodríguez (min. 38).
Incidencias: 250 espectadores en el Palacio de los Deportes.
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