El EDF Logroño acabó jugando con siete jugadoras
El pasado domingo 12 de marzo tuvo lugar el partido entre el Berriozar y el EDF Logroño, correspondiente a la vigésimo primera jornada del grupo 2 de la Segunda División femenina. Durante buena parte del partido, sus cauces fueron los normales, con dos equipos jugando y luchando por la victoria, en el caso del conjunto navarro con el objetivo de conseguir la permanencia, y en el caso del riojano para lograr el ascenso a Primera División.
Pero en el minuto 60 de la segunda parte y con empate a uno en el marcador, llegaría la jugada que marcaría el resto del partido. El árbitro, Pablo Allo, del colegio Navarro, expulsaba en la misma acción a dos jugadoras del equipo riojano, según el acta por decir “qué puta vergüenza”, cuando las jugadoras afirman que dijeron “vaya vergüenza”.
El partido seguiría con el Logroño dominando, pero llegaría el segundo gol del Berriozar. En este momento es cuando el árbitro decidió suspender el partido, alegando que desde la grada se le estaba increpando y amenazando. De camino a vestuarios llegaría la tercera expulsión para el equipo riojano. El trío arbitral solicitó a la delegada de campo la presencia policial. Cuando la policía se personó en las instalaciones deportivas, el árbitro regresó al terreno de juego y se reanudó el partido
El juego se desarrolló por los mismos derroteros, con el Logroño atacando y buscando el gol, pero en una contra llegaría el tercero del Berriozar. Aún daría tiempo para una nueva expulsión por parte del EDF Logroño, y el cuarto y definitivo gol por parte del Berriozar. Llama la atención que no fue un partido especialmente brusco, y que un equipo q en veintiún partidos ha recibido muy pocas tarjetas amarillas, acumule en un mismo partido cuatro expulsiones.
El Director Deportivo del EDF Logroño, Fernando Martínez, calificó las acciones del árbitro como “decisiones extraordinariamente sorprendentes”, mientras que el entrenador del club riojano, Héctor Blanco publicaba en redes sociales que “desde que empecé en este deporte con 4 años, NUNCA he vivido lo de hoy”.
El Logroño con esta derrota se encuentra a un punto de la promoción de ascenso, y restan cinco jornadas para concluir la liga. El último partido se jugará en Pradoviejo contra el San Ignacio, equipo con el que se está jugando el play-off. Aunque la preocupación de las riojanas es que puedan perder para varios partidos a las jugadoras expulsadas el pasado sábado, siendo todas ellas titulares y fundamentales para el equipo. Como ha dicho Fernando Martínez, “hay que olvidar lo sucedido, y que nadie dude de que vamos a pelearlo hasta el final”
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