El hijo de Gaddafi promete reformas en el país
La situación de tensión e inestabilidad que vive Libia ha quedado patente este fin de semana con las continuas protestas contra el régimen de Muammar al Gaddafi y la dura represión llevada a cabo contra los manifestantes. Ante ello, el hijo del mandatario libio, Saif al Islam Gaddafi, ha adelantado que el Congreso General del Pueblo, institución equivalente al Parlamento, se reunirá este lunes para discutir una “clara agenda de reformas”. Así lo ha manifestado en un discurso transmitido por la televisión estatal y recogido por la cadena Al Jazeera.
“Tenemos dos opciones: o actuamos todos unidos para aprovechar esta oportunidad e introducir reformas o nos hundimos en el caos”, ha dicho Saif al Islam, al tiempo que ha advertido de la existencia de un “complot internacional” para derrocar a su padre, que gobierna el país desde hace 42 años.
En este sentido, ha afirmado que las revueltas antigubernamentales están orquestadas por organizaciones islámicas cuyo objetivo es dividir el país en un grupo de pequeños estados regidos por la sharia, así como por diversos grupos económicos y por los líderes tribales del este. “Libia corre el riego de entrar en una guerra civil”, ha agregado.
No obstante, el hijo del dirigente ha advertido de que su padre “no es Mubarak ni Ben Ali ”, en referencia a los ex presidentes de Egipto y Túnez. Así, ha desmentido que su padre haya abandonado el país, como apuntaban algunas informaciones. “Muammar Gaddafi está en Trípoli y dirige la batalla”.
Anteriormente, se especulaba con la posible salida del país del líder libio hacia Venezuela, según apuntaba el secretario adjunto de la Embajada libia en Pekín, Husein Sadeq al Misurati, quien ha anunciado su dimisión y que se suma a la revuelta en una entrevista en directo para Al Jazeera. La cadena Al Arabiya también ha informado de noticias aún sin confirmar de la partida de Gaddafi hacia un país extranjero. “Por la presente renuncio a mi puesto y me sumo a las protestas”, ha proclamado Al Misurati y ha aprovechado para emplazar a otros diplomáticos a hacer lo mismo.
En este contexto, el hijo de Gaddafi ha señalado que las fuerzas de seguridad seguirán desempeñando su papel, especialmente el Ejército, al que se ha referido como una de las instituciones más fieles al régimen. Así, ha asegurado que respaldará a su padre como “el líder de la batalla de Trípoli” y luchará para garantizar el orden y la seguridad “hasta que el último hombre se mantenga en pie”.
Sin embargo, el hijo del mandatario ha reconocido la existencia de “errores” por parte de militares y policías en la represión de las revueltas, aunque los ha achacado al tipo de entrenamiento que han recibido estos efectivos, al tiempo que ha informado de las pérdidas de material que han sufrido ambos cuerpos durante los enfrentamientos de estos días.
Si bien, ha rechazado las cifras de víctimas ofrecidas por las organizaciones humanitarias, que documentan más de 200 fallecidos. En su opinión es una “exageración” hablar de “cientos” de muertos o heridos y, en cualquier caso, ha atribuido la violencia a extranjeros procedentes de otros países árabes y africanos.
Por otro lado, según las últimas informaciones, al menos cinco personas han muerto en la madrugada del lunes en los enfrentamientos entre partidarios y detractores del Gaddafi, en la plaza Verde de Trípoli, según informa el Movimiento Juvenil Libio, a través de su cuenta de Twitter.
Anteriormente, algunos testigos confirmaron a Reuters que la Policía ha irrumpido en la céntrica plaza con gases lacrimógenos y disparos para dispersar a los manifestantes antigubernamentales. Por su parte, la cadena Al Jazeera ha emitido imágenes, grabadas por los partícipes en estas protestas, que muestran coches incendiados.
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