El Logroñés perdona al Burgos
Un punto es un mal menor cuando juegas en casa. El problema es que cuando además de hacerlo en casa te estas jugando la vida ante un rival directo por evitar el descenso todo lo que no sea sumar tres puntos es un mal resultado. Con esa sensación abandonaron los jugadores del Logroñés el campo de Las Gaunas tras firmar las tablas con el Burgos (0-0).
El problema es que el Logroñés no supo matar el partido. Las estadísticas hablaban del Burgos como un gran rival a domicilio, un equipo rocoso serio y efectivo en ataque. Si eso es cierto, este domingo el Burgos no llegó al campo de Logroño. Y es que durante poco más de un cuarto de hora, cuando el partido comenzaba a agonizar, aparecieron los castellanos en el Municipal. Cuando el 0-0 amenazaba con perpetuarse en el luminoso fue cuando aceleraron el paso para, con unos saques de esquina y un mano a mano entre Manolo y Emil (que el rumano resolvió a la perfección), llevar la intranquilidad a la grada logroñesa.
Antes el Logroñés había sido superior. Lo fue con uno de sus mejores inicios. No hubo sentada y quizá eso les hizo a los de Abadía (otra vez en el túnel) forzar desde la primera jugada. Tanto que en apenas diez minutos y de la mano de Santamaría (el mejor de los rojiblancos una vez más) puso en apuros al meta burgalés primero con un centro chut que se envenenó y, después, con un remate de Zeki que sacó la defensa.
Ese brío inicial comenzó a desaparecer con el paso de los minutos. Lo hizo también a golpes. Y es que si algo demostró el Burgos en Logroño es que, liderados por Oya, es un equipo sucio que para el fútbol del rival a base de patadas (Zeki acabó lesionado). Así, con los ánimos de la grada encrespados y el Logroñés aterido a golpes, la primera parte se completó con un disparo de José por encima del larguero y con el cambio de bandas entre Zeki y Santamaría con el que los blanquirrojos perdieron profundidad.
Tras el paso por vestuarios se repitió el arranque del partido. Más enchufados los riojanos que rozaron el gol en un disparo de Candelas que a punto estuvo de sorprender a Xabier y poco más. Sólo habían transcurrido dos minutos y el Logroñés comenzó ya a desaparecer. Lo hizo progresivamente, regalando metros al Burgos que no se percató de ello hasta la recta final. Un intento de disparo de Tomi en el borde del área pequeña fue el último achuchón riojano antes del descuento.
Con ese panorama el Burgos se creyó capaz de ganar el partido y Manolo lo tuvo en sus manos en un mano a mano con Emil. El portero de formas extravagantes sacó el balón con los pies cuando más de uno desviaba la mirada para tratar de no ver el 0-1. Esa acción dio alas al Burgos que creó problemas, y muchos, desde las esquinas. Pero el partido estaba condenado al 0-0. Más aún cuando, con el reloj a punto de marcar el 93 (hubo 3 minutos de añadido) un remate contra su propia portería de Fran González fue despejado, in extremis, por Xabier. Esa, pese a que él no quería, fue la mejor ocasión del partido.
FICHA TÉCNICA:
0- CD Logroñés: Emil, Jorge Campos, Machote, Negredo, Raúl García, Candelas, Santamaría (Omar, m.73), Jaume, Tomi, José y Zeki (Gallego, m. 52).
0- Burgos: Xabier, Cabezas, Fran González, Oya (Juanma, m. 60), Ibai (Pedro García, m. 68), Gonzalo, Manolo, Guembe, Heredia (Velasco, m. 86), Bayón y Andrés.
Árbitro: Simón del Pino, del colegio catalán. Expulsó en el minuto 85 al visitante Andrés por doble amarilla. Amonestó a los locales Raúl García, José y Tomi a los visitantes Juanma, Gonzalo y Manolo.
Incidencias: Partido disputado en Las Gaunas ante, aproximadamente, unos 1500 espectadores.
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