El mejor reconocimiento a toda una vida de trabajo
Los seres humanos tendemos a buscar la aceptación y el reconocimiento del grupo social al que pertenecemos. Ya sea a través de placas homenaje o simplemente mediante una palmadita en la espalda seguido de una frase halagadora, buscamos consciente o inconscientemente que se nos reconozcan las cosas que creemos hacer bien o en las que destacamos.
Por eso, no es extraño que en el ámbito laboral, los departamentos de Recursos Humanos (RRHH) de las organizaciones o empresas, trabajen para mantener a su personal y a todos los que lo componen motivados, a través de estímulos que reconozcan el aporte de las personas que hacen vida en ellas. Desde una foto en una pared señalando a alguien como “Empleado del Mes”, hasta viajes o cruceros por el Caribe, se busca reconocer y hacer visibles entre el grupo de trabajo a los que destacan sobre los demás. Todo es válido cuando se trata de mantener felices y estimulados a los empleados y allí entran en escena los reconocimientos.
Reconocimientos. ¿Solo lo hacen las grandes empresas?
Ya sea una de las grandes corporaciones mundiales o una pequeña empresa, el personal de RRHH debe velar por darles el reconocimiento a los empleados que lo merezcan y con ello alimentar la sana competencia que incentive el querer destacar y hacer mejor sus labores. Esto redundará en más y mejor producción para la organización, o por lo menos esa es la idea.
Pero, ¿qué sería un verdadero mejor reconocimiento a toda una vida de trabajo?. De por si la frase “toda una vida” tiene un peso subjetivo enorme para dar una respuesta exacta. Y aquí va un ejemplo extremo: un escritor o filosofo puede producir su ópera prima unos segundos antes de morir y es ahí cuando se le debería reconocer toda una vida de trabajo, no antes.
Lo mejor sería asumir que toda una vida de trabajo es cuando una determinada empresa u organización deja de trabajar al lado de la persona reconocida y emprenden caminos separados. Tal cual.
¿Cual es el mejor reconocimiento a toda una vida de trabajo?
Buscar la mejor manera de reconocer a alguien que destacó durante toda su carrera en el trabajo puede tener varios ángulos. Lo más fácil sería la entrega de dinero a través de un jugoso bono o compensación final. Nadie se quejaría por una buena cantidad de dinero para darte las gracias por tus servicios. Pero aunque es la forma más expedita de recibir una sonrisa de parte de la persona que recibe el reconocimiento, es difícil imaginar, cualquiera que sea la empresa, que una mención de este tipo no vaya más como un agregado a otros reconocimientos, porque aunque el dinero ayuda, no lo es todo; o al menos una empresa que se precie no debería tener esa filosofía.
Sigamos asumiendo que el agradecimiento se mantiene en el plano monetario, pero esta vez de forma indirecta.
Un fastuoso viaje al Caribe o a las Islas Griegas es un ejemplo de un agradecimiento monetario indirecto, que no defrauda a nadie que quiera descansar y disfrutar de horas y horas de trabajo. Pero tomémonos un momento y hagamos un poco de abogado del diablo. Digamos que eso no es totalmente satisfactorio, porque estos viajes no incluyen al paquete familiar completo y en las más de las veces, casi en el retiro de tu carrera, se disfruta más de la acción que provoca estar corriendo detrás de los nietos que caminar tomado de la mano de tu pareja y estos viajes generalmente son para ti y tu familia directa.
Así que siguiendo en nuestra búsqueda tenemos que preguntarnos: ¿Entonces no existe un reconocimiento perfecto para agradecer toda una vida laboral?. La respuesta es un sonoro e indiscutible si. Pero sabiendo que cada cabeza es un mundo y que para unos un viaje seria fabuloso y para otros una placa con su nombre sería más que espectacular, lo cierto e irrebatible es que al final, la satisfacción por un reconocimiento no saldrá de quien lo otorga, sino de quien lo recibe.
Nadie más que quien recibe un agradecimiento de esta índole sabe cuánto sufrió y se divirtió en el proceso que está cerrando. Nadie más podrá apreciar en su justa dimensión, cualquiera que sea la forma del agradecimiento que esté recibiendo, que la persona que vivió los sinsabores y las satisfacciones que le produjeron vivir en el ambiente laboral del que se está despidiendo.
Sociológicamente hablando, las personas siempre buscamos reconocimiento, eso es indudable, por eso cuando otros sujetos se dan cuenta de nuestros aportes destacados y nos lo reconocen en forma sincera, eso en sí mismo produce niveles de satisfacción imposibles de replicar con otros aspectos; pero que al final del día del acto de reconocimiento, llegues a tu casa con un bono de la empresa, una placa homenaje con tu nombre y unos pasajes a una isla paradisiaca con todos los gastos pagos, eso; eso no tiene precio.
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