El patrimonio olvidado de La Rioja

Son joyas artísticas, históricas y arquitectónicas pero en muchos casos han sufrido el peso del abandono y su estado resulta incluso preocupante. Rioja2, de la mano del blog patrimoniolvidadodelarioja.blogspot.com.es, ha realizado un recorrido por esos lugares de La Rioja que acumulan siglos de historia y tristes años de deterioro.

Castillo de Castañares de las Cuevas: A 20 minutos andando desde Castañares, localidad perteneciente al municipio de Viguera. Data del siglo XII y su estado de conservación es bastante pobre. Su mayor peculiaridad es que se trata de un castillo adosado bajo las rocas.

Casa Palacio de los Manso de Zúñiga: En Cidamón. Se trata de una construcción del siglo XVIII de los condes de Hervías, descendientes de Íñigo Ortiz de Stunica, alferez mayor de Navarra. En el lugar donde se alza el actual palacio, hubo en el siglo XV un conento franciscano del que aun queda la iglesia, en buen estado de conservación.

Monasterio de San Pruedencio de Montelaturce: Se conservan en muy mal estado las ruinas de la primitiva iglesia de finales del siglo XII, de tipo cisterciente, las de otra posterior del siglo XVII y las del caserío que las rodeaba, donde aun se distinguen las estancias de los monjes y las cuadras. La iglesia está cubierta de escombros y en alto riesgo de derrumbe.

Palacio de Inestrillas: Se trata de un edificio singular, construido en el siglo XVIII, con una fachada orientada hacia el Sur, prácticamente pegada al farallón rocoso. Todas sus habitaciones aprovechan la concavidad de la roca o han sido excavadas en ella. Está en estado de abandono y una parte de sus muros ya se ha desprendido.

La lista se completa con la iglesia parroquial de Santa María de Viguera, la iglesia de la Asunción de Luezas, la iglesia del Dulce Nombre de María de Torremuña, la ermita de Orzales, la iglesia San Martín de Leza o el palacio de Fernán González en Canales de la Sierra.

Se podrían añadir también algunos de los castillos de La Rioja u otras joyas arquitectónicas como el Puente Mantible en Logroño. Grandes desconocidos y, por desgracia, también grandes olvidados.