El spinner, permitido en el patio, prohibido en las aulas

Son modas recurrentes que, de repente, inundan los patios y parques de la Comunidad. Israel Cano es profesor del colegio del Villar de Arnedo. En su clase, solo lo tiene un niño y, “únicamente lo utiliza en el recreo porque sabe que está prohibido en clase”.

Y es que este docente, explica a Rioja2 que el spinner es una moda más. “Lo mismo ocurrió con las peonzas, los yoyos, hula-hops... juegos que, de repente se ponen de moda entre los chavales. Y al igual que estos, el spinner, tampoco se puede utilizar en clase porque está prohibido. Lo pueden traer al colegio como elemento de ocio y distracción para el recreo”.

Si tuviera que buscarle una utilidad, relata Cano, quizás en la clases de Educación Física. Israel Cano es, además de tutor, especialista de Educación Física. “En esta clase sí que podríamos utilizar para mejorar la coordinación oculo manual, equilibración de objetos,incluso favorecer la motricidad fina y todo lo que tiene que ver con la realización de tareas con los dedos de la mano”.

La misma opinión tiene su compañero, Jesús María Moreno. “Son modas pasajeras que duran 10, 15 días o un mes”. Hace poco pasó lo mismo con el cubo de rubik “con la diferencia que el spinner no saben utilizarlo y con el cubo de rubik daba gusto ver a los chavales haciéndolo”. Aún así, apunta, en el colegio en el que estoy trabajando, está prohibido traer cualquier juguete al colegio para evitar conflictos.

También los centros educativos han movido ficha. Y es que en varios colegios de la capital riojana ya hay recomendaciones de la dirección hacia los padres porque varios profesores han tenido que llamar la atención a los alumnos e incluso requisar alguno de ellos. Por esta razón, y para evitar problemas y distracciones, las direcciones de algunos colegios ruegan que “indiquen a sus hijos que si los traen al colegio los guarden en la mochila para usarlos durante el recreo o a la salida, nunca en las clases”.

Los responsables del educación del sindicato STAR detallan cuáles son los aspectos positivos y negativos de este juego. Así, apuntan, “lo bueno que tiene el spinner es que los chavales pueden jugar en cualquier sitio y es un un juguete inofensivo”. Además coincide con sus compañeros en que “puede ser positivo para mejorar la motricidad fina y la concentración”. Lo negativo, añaden, “que lo utilicen en clase”.

Apodado fidget spinner, este artilugio nació en los años 90, pero ha sido hace poco cuando se ha puesto de moda (Google Trends, un servicio que muestra la evolución de las consultas que recibe el buscador, es buena prueba de ello). Y al igual que, en La Rioja, también en Estados Unidos y Reino Unido han comenzado a prohibir su uso en clase argumentando que hacen ruido y distraen a los estudiantes en las aulas.

Mientras tanto, los fieles defensores de los spinners, los fabricantes, destacan las ventajas de utilizar este artilujio. Así, aseguran que alivian el estrés, reducen la ansiedad y son útiles para personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o trastornos del espectro autista (TEA). Aunque todavía no hay base científica sobre los beneficios y perjuicios de estos rotatorios juguetes.

La realidad es que este simple juguete ya forma parte de los patios de los colegios y de muchos parques de la Comunidad. Un juguete rotatorio con el que hacer malabarismos para divertirse o poner nervioso al de al lado y un entretenimiento que ya ha molestado a algún profesor. Un juguete que, vovlerá al baúl de los recuerdos cuando pase de moda.